"Medianamente civilizados" resultamos en esta ciudad, según se refleja en la máxima casa de estudios de Jalisco, la misma que con su nombre local se delata centralista. En la fotografía que anexo a esta nota se puede apreciar una de las rampas que se instalaron en años recientes en el antiguo edificio de la Facultad de Derecho, hoy rectoría de la Universidad de Guadalajara. Además de la rampa se aprecia una bicicleta que no pude estacionar en espacio alguno del "Zambrano´s Fiesta", edificio conocido oficialmente como "cultural y administrativo". Resulta que a pesar de la rampa para discapacitados, ni en la torre ni en rectoría, ya no se diga en otros los edificios universitarios, no hay estacionamientos para bicicletas. En contraste con otras ciudades universitarias en donde la bicicleta es el transporte por excelencia, en Guadalajara, ciudad plana y de clima templado, incluso las instituciones de educación se aseguran de que haya estacionamientos para vehículos de motor, pero no promueven el uso de vehículos alternativos. Habría que saber por qué sólo un centro universitario (el CUCBA) cuenta con un programa para compartir el uso de vehículos particulares para trasladarse a clases. Pero igualmente, habrá que plantearse cómo es posible que las universidades privadas muestren una mayor conciencia ecológica y no sólo cuenten con estacionamientos dignos para bicicletas, sino que provean de vehículos para hacer la conexión con el transporte público, como se da (al menos) en el caso del ITESO. Dada la ubicación de los edificios de la Universidad de Guadalajara, cabría esperar que existiera una mayor coordinación para el uso de bicicletas, para compartir vehículos particulares y para asegurar que los estudiantes y profesores tengamos acceso al transporte público. Francamente no es mucho pedir que se considere entre las acciones de vinculación y extensión de la universidad el desarrollar programas para el mejoramiento de las estructuras urbanas (incluidos los edificios de la misma casa de estudios), así como desarrollar programas para una mejor calidad del ambiente. ¿Llegará el día en que esta ciudad, tan universitaria, sea también "totalmente civilizada" en términos de protección ecológica, sistemas de transporte público y formas alternativas de movilidad?
martes, 20 de noviembre de 2012
Estacionamientos universitarios para bicicletas
El CUCSH-U. de G.: ¿una tarea fácil?
El CUCSH-U. de G.: ¿una tarea fácil?
Luis Rodolfo Morán Quiroz, Departamento de sociología, noviembre de
2012
-
Pero amigo, ¿por qué tenías que
elegir como a tu primera novia a una muchacha tan fea?
-
Tiene sus ventajas: así les será muy
fácil, a todas las que sigan, ser más bonitas que ésta. Lo difícil será
encontrar una más fea.
El rector
saliente del CUCSH-U. de G. se empeñó, a lo largo del tiempo en que ocupó el
cargo, en demostrar que los tres mejores rectores de ese centro universitario
fueron los tres que lo antecedieron. El periodo 2010-2013 podría registrarse,
si acaso existe algún cronista del transcurrir udegeísta, no sólo como el más difícil institucionalmente para el
trabajo de las ciencias sociales, sino como el periodo en que, además de
limitar los apoyos a docentes e investigadores de ese centro, quien debía
apoyarlos en sus funciones sustantivas se abocó a obstaculizar sus actividades,
clausurar centros de trabajo y hostigar
a quien no alabara las omisiones y comisiones de quien ocupara el cargo de rector
del CUCSH. Para alguien que recibe un sueldo de poco más de $60,000 pesos
mensuales, se esperaría que fuera un poco más eficiente y estuviera más abierto
a colaborar con el resto de los trabajadores de su área.
Para quien le
suceda en el cargo, será relativamente “fácil” cumplir con las decenas de
asuntos pendientes que el Maestro Pablo Arredondo Ramírez ha postergado con la
aparente esperanza de que, al no resolver esos problemas, estos acaben por
desaparecer. La lista de asuntos pendientes se alarga día a día pues las
acciones y omisiones de ese funcionario parecen ajustarse, para todo efecto práctico, a la teoría que propuso Trino Padilla hace una década, en el sentido de
que “cualquiera puede ser rector” (hay quien añade el matiz: “siempre y cuando
cuente con la bendición de …” – aquí el nombre de conocido ex – rector de esta
casa de estudios que resulta ser hermano de quien propuso esa máxima teórica).
Parecería, por lo sucedido en tiempos recientes, que ese “cualquiera” implica
que no es necesario saber leer ni escribir, ni gestionar, ni administrar, ni
apoyar las actividades académicas sustantivas, ni siquiera tomar un curso para
conocer la historia, la estructura y los mecanismos de operación de la
Universidad de Guadalajara para llegar a ser alto funcionario de ésta.
Cada periodo que
comienza en esta casa de estudios hay quienes tenemos la esperanza de que las
cosas sean “menos peores” que antes. Todo indica que en el 2013 al fin se nos
cumplirá nuestro deseo de “desempeorar” en el CUCSH, pues la tan difícil tarea
de hacer lucir el trabajo académico en ese centro universitario se hará un poco
más “fácil” después de que durante casi tres años se ha hecho lo posible por
obstaculizarla y por evitar el diálogo con quienes se han visto afectados por
“proyectos” nunca escritos, comunicados, ni dialogados con los afectados.
En los pasillos
del CUCSH se ha vertido la especie de que “mejor no hay que criticar/ proponer/
solicitar / exponer porque al departamento al que están adscritos académicos, administrativos
o estudiantes podría TAMBIÉN desaparecer como sucedió al Departamento de
Estudios de la Cultura Regional (DECR)”. La desaparición del DECR, sucesor del
Instituto de Estudios Sociales se dio sin que mediara un diagnóstico del CUCSH,
ni de las necesidades ni recursos vigentes, urgentes o dispensables. Los
argumentos vertidos en el dictamen de desaparición son falaces y
descontextualizados. Lo que logró la desaparición del DECR fue establecer un
antecedente: al que intente dialogar y al que solicite que las autoridades del
CUCSH le entreguen por escrito el plan de “reestructuración del Centro
Universitario” se le dará la opción de cambiarse pronto a otro departamento o
de que se le levante un acta de desacato (según testimonios de algunos de los
que fueron “invitados” a solicitar su cambio). Lo que resultó, además, fue que
cientos de autores de la revista que estaba adscrita a ese departamento (la
revista Estudios sociales, fundada en
los años ochenta, antes que ninguna otra del actual CUCSH) sigan preguntando
cuándo saldrá el material que enviaron para publicación, mientras que varias
decenas hayan optado por publicar, en
masse, en revistas de otras instituciones, o por producir sus propios
libros con el material dictaminado favorablemente, o por proponer sus
materiales en otras instituciones. Ahora que está próximo el cambio de
autoridades en el CUCSH, muchos universitarios estamos concientes de que la
gran ventaja es que, como dice Serrat, bienaventurados los que están en el
fondo del pozo, pues de aquí en adelante todo irá mejorando.
¿Qué hacer en
las semanas que quedan a un equipo que no sólo fue ineficiente sino que se
empeñó en desprestigiar a la Universidad de Guadalajara (y no sólo al CUCSH)
por su hermetismo, su negativa a hacer explícitos su planes y a rendir cuentas
ante los propios universitarios, los académicos de otras instituciones y ante
la sociedad? Lo más sensato, según mi muy modesto parecer, sería conocer cuáles
son los rumbos que proponen los universitarios, las necesidades de conocimiento
y de formación en las disciplinas de ciencias sociales y realizar un
diagnóstico y un pronóstico de lo que pasaría según las diferentes soluciones
propuestas en distintos plazos para el CUCSH. Quizá, a partir de una planeación
sensata, seamos capaces de dejar en un remoto pasado aquellas épocas en que se improvisaban
funcionarios en altos puestos de la más importante universidad local, pues si
las tareas son difíciles y además se abordan sin capacidad ni preparación los
resultados pueden dejar mucho qué desear. Pero si a ello se aúna la falta de
voluntad de dialogar y de trabajar en equipo además de una incapacidad para el
puesto, los resultados, se ha visto, son desastrosos. Propongo entonces, desde
mi modesta perspectiva, una especie de breve “A-B-C” del CUCSH-U. de G. en
2013. Quizá algunas de estas ideas sirvan para que el nuevo rector del CUCSH
desencadene un diálogo al que jamás se mostró dispuesto el equipo saliente.
La A a la Z del CUCSH U. de G. en 2013
Academia.-
Quienes consideramos que la universidad pública debe cumplir las funciones
sustantivas del trabajo académico, estaremos gustosos si los esfuerzos, los
dineros y los espacios del CUCSH se dedican, a partir de mayo del 2013, a la
docencia, la investigación, la difusión y la vinculación. En vez de que los
recursos con que cuenta este centro universitario se gasten en algo que no se
nos ha informado qué es y además se nos niegue no sólo el uso de espacios, sino
también la información respecto a porqué no se publican los libros y revistas,
ni se puede acceder en tiempo y forma a otros recursos de la universidad.
Bicicletas.- Son
muy pocos los espacios en el viejo CUCSH (sito en avenida de los maestros, Guanajuato, Mariano Bárcenas y Alcalde) y
menos aun los del nuevo CUCSH (en Los Belenes, junto al CUCEA) dedicados a la
circulación y estacionamiento de bicicletas. Y son todavía menos los apoyos
para que los universitarios utilicemos estos medios de transporte hacia ambos
campi de ciencias sociales). En el viejo CUCSH es difícil llegar en bicicleta;
en el nuevo CUCSH es casi mortal acceder a ese nuevo espacio.
Comunicación,
consulta.- En el pasado se ha sabido de casos en que se ha obstruido la
comunicación, en vez de promover y permitir que ésta fluya. Una de las ventajas
de que las autoridades estén abiertas a recibir información y solicitudes es
que también se puede consultar a trabajadores y estudiantes para conocer mejor
cuáles son sus necesidades y recursos.
Diálogo.- Ésta
es una palabra desconocida para algunos funcionarios universitarios. Algunos
que han tenido la oportunidad de escuchar este vocablo lo han confundido con el
término “monólogo” y se han olvidado de que es posible que a quienes se les
obliga a escuchar también se les puede pedir que externen sus ideas y propuestas.
Fácil para quien está dispuesto a él, imposible para quien no quiere oír más
que su propia voz.
Estacionamientos.-
En el viejo CUCSH existen muy pocos espacios de estacionamiento dentro del
campus, pues los que asistimos a él aprovechamos las calles adyacentes para
estacionar nuestros vehículos. En el nuevo CUCSH, existen al menos 300 espacios
marcados para estacionamiento de vehículos de motor. Pero el acceso para
quienes utilizan otros medios de transporte es peligroso para la integridad
física y la vida de quien se atreva a utilizar esos medios que se ha dado en
llamar “alternativos”. Las frecuentes quejas de falta de dinero en el CUCSH
podrían solucionarse, al menos en una buena parte, si se cobra el
estacionamiento a quienes llegan en vehículos particulares, reduciendo el
número de vehículos de quienes podrían llegar a pie o en bicicleta y
gestionando que los recursos que se cobren por estacionar vehículos
particulares en propiedad pública se inviertan en esas calles adyacentes y en
los propios campi, en vez de que los vehículos de motor sean el medio de
transporte preferido.
Formación.- Más
que verter información, las ciencias sociales suelen distinguirse por su
capacidad de crítica. Las carreras y los centros del CUCSH suelen estar imbuidos
de cierta rapidez para la crítica y el CUCSH debe ser capaz de promover y de
aprovechar estas tendencias críticas para la formación de nuevos profesionistas
(y para el ejercicio de quienes ya están activos).
Gracias a todos los dioses, mayo del
2013 ya está muy cerca.
Heterogeneidad.-
Afortunadamente, el CUCSH ha sido un espacio en el que se han generado acciones
que demuestran y analizan la heterogeneidad de nuestras sociedades.
Desafortunadamente, las autoridades del centro universitario no han estado
igualmente dispuestas a consultar, a dialogar, a escuchar y a apoyar todas las
tendencias que se dan dentro y fuera del CUCSH. En buena parte, la
heterogeneidad implica también la apertura a la argumentación en pie de
igualdad entre quienes participan en un diálogo (Habermas dixit).
Internacionalización.-
En el CUCSH recibimos varias decenas de estudiantes cada semestre, provenientes
de otros estados de la república y también de otros países. Desafortunadamente,
son pocos los esfuerzos dirigidos explícitamente a que nuestros estudiantes
sean recibidos en otras instituciones durante algunos de sus cursos, algunos
periodos o como estudiantes de posgrado en otras especialidades de las ciencias
sociales. Un equipo de trabajo en la nueva rectoría del CUCSH conciente de los recursos
intelectuales que ofrece la movilidad y la internacionalización de nuestros
estudiantes será capaz de promover una formación más atenta a las discusiones y
a los debates en otras disciplinas de otras partes del mundo y estará conciente
de la necesidad de que nuestra universidad participe en esos diálogos.
Jefes de
unidades (departamentos, divisiones).- Espinoso asunto para el CUCSH pero
también para el resto de los centros universitarios. En varios casos, hay
quienes cobran un sueldo como jefes de departamento o directores de división y
sus rectores no recurren a ellos como parte de sus equipos de trabajo por estar
cercanos a los trabajadores académicos y administrativos y a los estudiantes.
Se sabe de casos de quienes temían perder esos puestos si cumplían con las
tareas que marca la normatividad. En el CUCSH y en toda la U. de G. se han
realizado propuestas de “adelgazamiento” en la cantidad de funcionarios y en la
cantidad de pesos que reciben esos funcionarios para dedicarlos a las tareas
sustantivas. El debate continúa y parece que a quienes menos les atrae
continuarlo es a los funcionarios sobrantes que reciben dineros excesivos.
Kilómetros.- Ni
el viejo ni el nuevo CUCSH se encuentran exageradamente lejos de los centros de
Guadalajara y Zapopan. Sin embargo, la cantidad de kilómetros que recorremos
los trabajadores y estudiantes en vehículos de motor se agrava por la cantidad
de rodeos que hay que dar para acceder a esos campi, para estacionar y para
acceder al transporte público y a espacios para peatones y ciclistas. No se han
generado (aunque algunos vienen en camino en coordinación con el CUCEA, vecino
del nuevo CUCSH) acuerdos con los ayuntamientos y con las autoridades estatales
para reducir el número de kilómetros recorridos en vehículos de motor y mejorar
los accesos peatonales y ciclistas a ambos campi del CUCSH.
Logística.- Este
término está relacionado tanto con el uso de los espacios para las clases, como
para el aprovechamiento de auditorios y recursos como las bibliotecas. Aun cuando
haya algunos funcionarios que “saben cómo” todavía la comunidad universitaria
no tiene un acceso rápido y eficaz a espacios como las bibliotecas Manuel
Rodríguez Lapuente y Juan José Arreola. Tampoco se han aclarado muchos de los
mecanismos para el uso de otros recursos como auditorios, computadoras, equipos
de audio y de apoyo visual. En algunos edificios de ambos campi se dificulta
también la llegada de sillas de ruedas y el acceso a medios para el
aprendizaje.
Mecanismos de
decisión.- El rector general, Marco Antonio Cortés Guardado, insistió en alguna
ocasión en que esta universidad existen muchos mecanismos de decisión
(principalmente colegiada) y, según declara él, es un problema que sigamos
creyendo que en la U. de G. tenemos un
sistema caciquil. Parte de las dificultades, desde muy modesto punto de vista,
es también que no contamos con la información adecuada para participar en las
decisiones y para aportar nuestros insumos y críticas, sino hasta que se han
tomado las decisiones, y no cuando se plantea la necesidad de resolver
determinados asuntos.
Necesidades.-
Por el momento, no contamos con información acerca de qué necesidades de
infraestructura y equipamiento tienen las distintas dependencias del CUCSH.
Tampoco sabemos con exactitud qué necesidades tienen los estudiantes para
responder en un mercado laboral y en unas disciplinas en constante reflujo.
¿Podrá el nuevo equipo de trabajo establecer las condiciones para recoger,
orientar y responder a estas necesidades en el corto, mediano y largo plazos?
Oportunidades.-
¿Habrá manera, a partir de mayo del 2013 en el CUCSH, de que los trabajadores
administrativos y académicos y los estudiantes tengamos oportunidad de
enterarnos de los proyectos, de participar en ellos y de aportar insumos y
pareceres?
Publicaciones, política
editorial, planeación.- Uno de los puntos álgidos de la administración
saliente. Incluso es un problema que el CUCSH viene arrastrando desde periodos
anteriores: sabemos que uno de los cuellos de botella de la divulgación científica
es el de las publicaciones y el rector saliente del CUCSH se encargó de
dificultar aun más la aparición de nuevas publicaciones y de hostigar a algunos
de los equipos de trabajo en esa área. El caso de la revista Estudios Sociales es uno de los más notables
de este periodo. El nuevo equipo de trabajo no sólo deberá asegurar que se
logren acuerdos en materia de política editorial en el CUCSH, sino también en
la U. de G., además de asegurar la continuidad en la divulgación de los
resultados de la investigación. Para establecer una política editorial, planes
de trabajo, coordinación entre distintas instancias y asegurar la aparición con
la debida periodicidad de revistas y boletines, se requiere de un equipo que
entienda de planeación y sea capaz de hacer explícitos sus diagnósticos, planes
y programas.
Quejas.- Las
múltiples de quejas de falta de financiamiento en el CUCSH y en la U. de G. han
derivado en que los funcionarios realicen viajes para pedir fondos federales,
sin considerar lo que, desde los tiempos del rector Raúl Padilla, se llamaron
“fuentes alternativas de financiamiento” (ya se vio que los sorteos de los años
noventa fueron un fracaso rotundo). Pero hay maneras de responder a las quejas
desde el ámbito local y el institucional: quejas de ruidos, de contaminación,
de falta de iluminación, de inseguridad, de falta de recursos, se pueden
solucionar, en buena parte, desde la gestión “en corto”. Cobrar por el
estacionamiento de vehículos particulares, desalentar el uso de vehículos de
motor, promover y facilitar el acceso a los campi a pie, en bicicleta y en
transporte público, optimizar el uso de los espacios verdes y de bibliotecas,
entre otros.
Revistas,
rendición de cuentas.- Las revistas en el CUCSH responden a distintas políticas
editoriales (exclusivas de cada revista) y no hay acuerdos para establecer una
política editorial de todo el CUCSH, ni para la asignación de recursos. Ello
afecta la periodicidad de las publicaciones, además de las dificultades
inherentes a las publicaciones de divulgación de la investigación en ciencias
sociales. En el periodo que termina, a pesar de que existían cinco números ya
preparados de la revista Estudios
Sociales (y probablemente de otras varias revistas), la secretaría
académica y el rector se empeñaron en obstaculizar la producción de esa revista
(y algunos otros libros de otros equipos académicos). A partir de mayo de 2013,
el establecimiento de una política y de periodicidades claras para cada
publicación ayudará a evitar caprichos de parte de los funcionarios, para que
la publicación no dependa de los grados de amistad o enemistad con los autores
y colaboradores de las publicaciones.
Salones, salud.-
Las aulas se encuentran entre los espacios con más atraso en cuanto a
equipamiento en el viejo CUCSH. No sólo están mal diseñados los salones, sino
que la deforestación del campus los ha hecho más calientes en el verano que en
épocas anteriores, la orientación impide trabajar en algunos de ellos por sus
temperaturas extremas, hay escasa protección frente a los ruidos de las calles
(niveles de ruido que se complican por el mal transporte público y por los
espacios públicos que se desaprovechan en estacionamientos gratuitos y en los
que no hay árboles suficientes). Los laboratorios de cómputo tienen equipos obsoletos
o inadecuados y las áreas para la convivencia son incómodas y poco adecuadas
para el estudio o para la discusión grupal.
Transporte.-
Parecería que las autoridades de nuestra universidad asumen que todo mundo está
en condiciones de llegar a los dos campi del CUCSH de manera rápida, puntual y
segura. Pero la situación se define por todo lo contrario. Además de la
oscuridad y la inseguridad en ambos campi, es difícil transportarse hacia ellos
en transporte público y ello ha obligado a que se privilegie el automóvil
particular e incluso a que se genere (o al menos a que se fortalezca) la
aspiración en el sentido de que cada jalisciense sea propietario de “un
carrito” para llegar a la escuela y regresar a su casa. ¿Podrán las nuevas
autoridades del CUCSH plantear, fortalecer, enriquecer la discusión en torno a
las posibles soluciones de movilidad en la ZMG y en Jalisco?
Unidades de
trabajo.- ¿Cuántos y cuáles espacios de trabajo se requieren todavía en las
ciencias sociales locales? ¿Cuántas horas de trabajo se desperdician y cuántas
se aprovechan en los espacios dependientes del CUCSH, tanto dentro como fuera
de los campi? ¿Podrán las nuevas autoridades generar consensos y ofrecer
mejores espacios y mejores condiciones de trabajo y estudio para que las unidades-tiempo
de trabajo de aprovechen mejor? ¿Podrán generar mejores unidades-espacio para
el trabajo en equipo? ¿Podrán fortalecer a las unidades-capital humano para
generar sinergias entre académicos, administrativos y estudiantes?
Vigilancia.- Durante
muchos años, las autoridades de la universidad de Guadalajara se han opuesto a
ser “vigiladas” con auditorías. Quienes proponen que se rindan cuentan esgrimen
el argumento de que es una universidad pública con recursos públicos: quienes
se oponen a rendir cuentas esgrimen el argumento de que la universidad es
autónoma y que no tiene que rendir cuentas a las autoridades estatales. Y ello
ha generado que tampoco dentro de la Universidad se sepa en qué se gasta (y en
qué no se gasta) el dinero. ¿Podrán las nuevas autoridades del CUCSH establecer
mecanismos adecuados para la toma de decisiones, para la vigilancia y para la
rendición de cuentas?
Zapatos.- Tanto
los trabajadores como los estudiantes deberíamos ser capaces de invertir más en
zapatos y menos en gasolina. Desalentar el uso de vehículos de motor
particulares y generar más oportunidades para el desplazamiento de peatones
estaría asociado con una mejor iluminación en los alrededores y en el interior
de los dos campi del CUCSH. También con la promoción y estudio de los sistemas
de transporte público y de vehículos no contaminantes (entre ellos, de la
bicicleta).
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sugerencias: revista.estudiossociales@gmail.com
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jueves, 8 de noviembre de 2012
¿Y ahora dónde diablos dejo esta cosa? Los congestionamientos navideños y el problema de estacionamiento en la metrópoli tapatía
¿Y ahora dónde diablos dejo esta cosa?
Peor de lo que
fueron en el 2011, serán en 2012 las largas filas de automóviles de todas las
edades y tamaños en avenidas como Alcalde, Juárez, Mariano Otero, López Mateos,
Periférico, Laureles, Lázaro Cárdenas, Federalismo. Si ya en años y épocas
anteriores a las compras navideñas del 2012 has tenido la sensación de que no
tienes en dónde dejar tu vehículo y quisieras salir lo más pronto posible de un
embotellamiento, para luego darte cuenta de que sales de una aglomeración para
entrar en otra, este año la cosa pinta aun peor.
En Jalisco, el
número de vehículos se ha multiplicado casi por ocho siete en las últimas tres
décadas. Mientras que en 1980 el número de vehículos alcanzaba casi los 350,000
para el 2011 la cifra era muy cercana a los tres millones (2’864,594). Cabe
resaltar que en ese mismo periodo el número de camiones de pasajeros aumentó
apenas de 4,500 a 13,767, mientras que los vehículos particulares aumentaron de
ser poco más de 200,000 a 1’680,336. En 1980 la población del estado era de 4.4
millones, mientras que en 2010 llegó a los 7.3 millones. Hace tres décadas
existía un vehículo de motor por cada 12 personas; en 2011 había
aproximadamente un automóvil por cada 2.5 habitantes (en otras cifras: por cada
cinco personas hay dos vehículos de motor). En aquel año había un camión de
pasajeros por cada mil habitantes (un camión por cada 977 habitantes, para ser
más exactos), lo que equivalía a un camión por cada 44.4 vehículos
particulares, para el año 2011 había un camión de pasajeros por cada 534
habitantes y 208 vehículos particulares por cada camión.
En otras
palabras y cifras, esta apuesta que hemos hecho los jaliscienses por la
autonomía y libertad ha significado que sacrifiquemos no sólo la eficiencia que
ofrecería tener un mejor transporte público sino también la calidad del aire y
del uso de nuestro tiempo, pues cada camión que ha entrado a la circulación en
esas tres décadas han entrado a las calles cinco vehículos particulares. Buena
parte de los jaliscienses, en especial en la Zona Metropolitana de Guadalajara
y en lugares y momentos álgidos, desperdicia su vida en los embotellamientos de
esta ciudad. Los embotellamientos de la metrópoli jalisciense se derivan de un
exceso de automóviles y de un exceso relativo en el uso de estos mismos, pues
muchos de los automovilistas los utilizan para viajes de pocos minutos en
distancias cortas en vez de caminar o utilizar el transporte público. La
contradictoria queja de que el transporte público es ineficiente y caro y de
que el automóvil particular puede ser la solución para evitar los
embotellamientos en realidad acaba por complicar la circulación de las unidades
del transporte público, haciéndolas ineficientes y también por generar más
embotellamientos de autos particulares que más que darnos libertad nos
constriñen a sus confines mientras no podamos escapar de los embotellamientos.
Y ya que sales
con tu carrito, en medio de esta enorme cantidad de vehículos de motor, ¿qué
tan rápido es posible que te muevas? ¿Cuántas veces debes esperar a que cambie
el mismo semáforo para que al fin puedas pasar determinado crucero? Y ya que
estás cerca de tu destino, ¿qué tan fácil es estacionar el vehículo en el que
te transportas? ¿Con cuántas personas viajas?
Según Donald
Shoup (The High Cost of Free Parking,
2011), la decisión de que cada vehículo sea ocupado únicamente por el chofer
está relacionada con el hecho de que existan varios lugares de estacionamiento
distribuidos en la misma ciudad para un solo vehículo y que además se pueda
estacionar ese vehículo sin que le cueste al automovilista. Según demuestra
Shoup, el costo de ese estacionamiento “gratuito” lo pagamos todos los habitantes
de la ciudad al tener calles más congestionadas, al tener vehículos que van
ocupados apenas en un 20% de su capacidad y en costos indirectos como el precio
del terreno que se ocupa en calles y estacionamientos y en contaminación,
tensiones y accidentes.
A partir de las
premisas expuestas hasta aquí, propongo algunas medidas para que en esta época
decembrina te sea menos pesado el transitar por la ciudad. Además del evidente
consejo de no utilizar el automóvil si la distancia entre tus puntos de origen
y destino se puede cubrir a pie o en transporte público, añado algunos matices.
Si eres
automovilista.-
- No creas que eres el dueño de la calle en la que estacionas tu vehículo diariamente frente a tu casa. ¿Qué pasaría si los demás habitantes de la ciudad tampoco te dejan transitar por su calle ni estacionar en el pedazo de calle que queda frente a su casa, asumiendo que no tapes sus cocheras?
- Considera que en estas épocas de compras son muchos otros los que saldrán a llevar el dinero de sus aguinaldos a las tiendas departamentales para salir con algún regalo para sus parientes, amigos y compañeros de trabajo. Así que trata de no desesperar por la gran cantidad de automóviles y evita las confrontaciones e incluso evita los horarios de mayor concentración de vehículos en las calles y plazas comerciales;
- Ve a comprar acompañado de tus parientes o amigos, en el mismo vehículo. En vez de que vayas sola o solo y ocupes un lugar en el estacionamiento para un vehículo ocupado por una sola persona, evita que tus amigos llenen el estacionamiento antes de que tú llegues y organízate con ellos para hacer juntos el viaje a las tiendas. Además, si hay que pagar el estacionamiento además de la gasolina, será un gasto compartido en vez de que el desembolso sólo recaiga sobre ti;
- Además de aprovechar los horarios en que hay pocos vehículos, realiza tus viajes a centros comerciales relativamente cercanos, en vez de atravesar la ciudad sólo para ir a una plaza cuyo estacionamiento estará repleto y además por calles cada vez más atestadas.
Si eres usuario
del transporte público.-
- Recuerda que también los autobuses participan en los embotellamientos y que también habrá demoras y el interior de los camiones de pasajeros estará más atestado que de costumbre;
- Planea tus viajes y considera que muchos de los trayectos tomarán más tiempo del habitual pues habrá más vehículos particulares que estorben el paso del camión en el que viajas;
- En vez de cargar regalos, averigua si existe un servicio de entrega a domicilio y si no lo hay, procura que los regalos no sean ni demasiado llamativos ni bromosos. Si vas a regalar una computadora o una televisión o algún otro aparato SEGURAMENTE el vendedor puede garantizar la entrega a domicilio en vez de que arriesgues que tus compras se conviertan en regalos para los hogares de ladrones o asaltantes;
Si eres usuario de Internet.-
- En vez de pensar en un “promedio” de gasto a tus familiares, deposita en sus cuentas bancarias el monto exacto de lo que quieres regalarles, para que ellos lo administren o para que a su vez tengan dinero para regalar a sus parientes y amigos;
- Recuerda que después de las comilonas y tomilonas de diciembre y la navidad viene la cruda cuesta de enero y hay que pagar más impuestos de lo habitual después de haber recibido el aguinaldo. No gastes todo el aguinaldo por Internet antes de saldar tus deudas y anticipar los gastos de enero.
En la zona
metropolitana de Guadalajara el diagnóstico es bastante claro: demasiados
autos, demasiados choferes solos, pocos vehículos compartidos, muchos viajes
superfluos, vehículos demasiado grandes, autobuses demasiado apresurados,
aceras demasiado irregulares u obscuras. Todo esto, aunado al afán de hacer
compras navideñas, genera que haya más probabilidades de embotellamientos de lo
habitual en nuestras calles e incluso dentro de los estacionamientos de las
plazas, que estarán atestados.
El tratamiento a
corto plazo: está visto que ni a corto ni a largo plazo la solución pueda estar
en ampliar las avenidas o prohibir el estacionamiento en ellas. Lo que conviene
hacer es asegurarse de que se cobren tarifas más altas para el estacionamiento
en las calles y en los estacionamientos, al menos durante la época de compras,
para evitar que los espacios se estacionamiento se llenen con los vehículos de
la gente que sólo va a pasear a los centros comerciales y tiene poco interés en
comprar. Quienes realmente vayan a comprar podrán ir durante horarios más
cortos y encontrar lugares desocupados gracias a que (siguiendo el razonamiento
de Donald Shoup) el aumento en las tarifas reducirá la demanda del
estacionamiento. Los centros comerciales y las calles aledañas a ellos (en
especial las avenidas Vallarta, López Mateos, Rafael Sanzio) deberán establecer
tarifas de acuerdo a la demanda de estacionamiento (en general, elevarlas, para
que acudan menos automóviles, ocupados con más pasajeros), a la vez que
establecer programas, de parte de las autoridades estatales y municipales, que
promuevan que lleguen varios ocupantes por vehículo y evitar la llegada de choferes
solos a los estacionamientos.
Convendrá
combinar estas medidas con la promoción de la llegada a plazas comerciales y
cívicas en bicicleta, transporte público, en taxis y a pie. En esta época, el cerrar
calles para el tránsito peatonal y de ciclistas asegura que los automovilistas
se estacionen una sola vez por cada recorrido, en vez de ir de un punto a otro
de la ciudad en sus vehículos para realizar compras. Habrá que combinar el uso
racional del vehículo, de las calles y de los estacionamientos y plazas, con la
posibilidad de hacer regalos vía Internet.
El pronóstico en
esta zona metropolitana: fatal. A menos que hagamos cambios radicales en
nuestras formas de pensar, de gastar nuestro tiempo y dinero y de
transportarnos. Sólo si cambiamos la lógica de distribución del espacio urbano
podremos evitar no sólo los congestionamientos navideños, sino los
congestionamientos en las horas de entrada y salida de las escuelas y trabajos.
Estos
embotellamientos plantean nuevamente la necesidad de rediseñar nuestros
espacios públicos y nuestras calles para hacerlos más apacibles los unos y más
eficientes las otras. ¿Hacia dónde cambiar la lógica del uso y diseño de los
espacios públicos? La respuesta esquemática es:
- Más espacios para peatones y ciclistas;
- Estacionamientos más caros para desincentivar viajes de choferes solos o estancias largas que saturen los espacios de estacionamiento;
- Transporte público más eficiente, con rutas que constituyan un sistema, más que un entrecruzamiento sin correspondencias en rutas ni en horarios;
- Traspasar a los automovilistas los costos del transporte privado en vez de aumentar las tarifas del transporte público, aumentando los costos de los traslados y los estacionamientos de vehículos particulares. Los recursos recabados deberán utilizarse en las zonas de la ciudad en donde se recaben, aumentando las áreas verdes, la limpieza y calidad de las aceras y de las plazas de las zonas de tránsito y estacionamiento;
- Desincentivar la compra de vehículos de motor haciendo más accesibles los lugares de trabajo. Las instituciones y empresas pueden contratar servicios de transporte en vez de arriesgar los retrasos en las llegadas de sus empleados y aumentar el peligro de accidentes viales de sus empleados y clientes;
- Generar rutas seguras de acceso a las escuelas y estaciones de transporte público para los peatones, con especial vigilancia en las horas de entrada y salida de los planteles.
martes, 2 de octubre de 2012
Renuncian los principales funcionarios del CUCSH-U. de Guadalajara
Renuncian los
principales funcionarios del CUCSH-U. de Guadalajara
Luis Rodolfo Morán Quiroz
Departamento de sociología
CUCSH-U. de G.
2 de octubre de 2012
Sin dar mayores
explicaciones, dos funcionarios de alta jerarquía en el Centro Universitario de
Ciencias Sociales y Humanidades han renunciado. Se trata del Maestro Pablo
Arredondo Ramírez y del Doctor José María Nava Preciado. La renuncia es ya
irrevocable. A menos de dos meses de uno de los principales acontecimientos
para la Universidad de Guadalajara, la Feria Internacional del LIBRO (FIL) y a
poco más de un semestre de que se termine su gestión, en mayo de 2013, ambos
funcionarios han claudicado en sus funciones y, tras varios meses de haber
tomado esa decisión, no hay visos de que vuelvan a ejercerlas.
Tanto el Maestro Arredondo, nombrado rector del CUCSH en 2010, como el
Doctor Nava, secretario académico del mismo centro, han desistido de cumplir
con las funciones que les encomienda la normatividad universitaria. Las
evidencias de esa claudicación son conocidas desde hace meses de parte de muchos
de los miembros del Centro Universitario, aunque las razones siguen siendo
inexplicadas y, de hecho, sin antecedentes en la historia de ese centro
disciplinar.
La principal renuncia de los dos funcionarios mencionados se centra en la
renuncia al liderazgo en uno de los más importantes centros con que cuenta la Universidad
de Guadalajara. Desde hace varios meses han renunciado al diálogo con los
trabajadores, tanto académicos como administrativos, a pesar de las constantes
solicitudes de estos trabajadores para que hagan explícitos los proyectos de
desaparición de algunas de las dependencias de ese centro. Ni siquiera las
solicitudes de mediación, con funcionarios de la administración central, entre
ellos el Doctor Marco Antonio Cortés Guardado, rector general sustituto (en
sustitución de Carlos Briseño) y el Licenciado José Alfredo Peña Ramos, secretario
general de la Universidad de Guadalajara, sirvieron para convencerlos de hacer
explícito y por escrito, el supuesto plan de “reestructuración” del centro
universitario, ni para exponerlo ante los miembros del primer departamento en
desaparecer (de Estudios de la Cultura Regional). A quienes solicitaron
información o propusimos algunas líneas para hacer explícito el plan se les
tildó de “grillos”.
La renuncia a ese liderazgo conlleva el abandono del diálogo con una
buena parte de los trabajadores académicos y administrativos, aquellos a los
que han descalificado de entrada, sin haberse entrevistado directamente con
ellos. La claudicación parece basarse en que esos funcionarios temen que se les
critique o se les hagan señalamientos.
Uno de los asuntos pendientes que han prolongado durante más de quince
meses es el de la revista Estudios
Sociales, fundada desde los años ochenta por el Doctor Manuel Rodríguez
Lapuente (que da el nombre a la principal biblioteca del CUCSH y sobre cuyo
edificio se erigen las oficinas de esos funcionarios). La revista se fundó como
órgano de la primer dependencia de investigación en las disciplinas sociales,
el Instituto de Estudios Sociales (IES), y se vio interrumpida con el deceso
del Dr. Lapuente, hace casi una década. La revista volvió a editarse a partir
de 2007, y se constituyó un Consejo de Redacción y un Comité Editorial con académicos
de talla local, nacional e intencional. Desde junio de 2011, al salir el
Maestro Salvador Acosta Romero de la jefatura del departamento de estudios de
la cultura regional, los dos funcionarios y la Doctora Dulce María Zúñiga, jefa
de la división de estudios de la cultura, postergaron el nombramiento de un
nuevo jefe del departamento y, de paso, la edición de la revista, a pesar de
contar esta revista con material para se publicado hasta el año de 2013.
La directora de la división y el secretario académico se comprometieron a
resolver el asunto de la revista para el 29 de febrero. Se recordará que este
año de 2012 es un año bisiesto y esa fecha sólo se repetirá hasta el 2016. En
repetidas ocasiones, tanto el consejo de redacción como el director de la
revista han urgido a la directora de la división de estudios de la cultura, al
secretario académico y al propio rector a que aclaren la situación de la
revista y aceleren las gestiones para la publicación de ésta, pero los tres han
renunciado a sus atribuciones. No se nombró jefe nunca más y se gestionó la
desaparición del departamento de estudios de la cultura regional. En el
dictamen, aprobado en 2012 por el Consejo General Universitario, se hacía
explícito que la revista debería continuar.
Los dos funcionarios han declinado a sus atribuciones y han dejado que
material de la revista que se entregó desde agosto de 2011 se empolve en los
estantes de la secretaría académica. Han renunciado al privilegio y deber de
apoyar la revista y no han ido más allá de señalar que “se publicará” en forma
electrónica. El segundo número del 2011 no ha aparecido todavía en octubre de
2012, a pesar del compromiso tácito
de presentar cinco números en la próxima Feria Internacional del Libro,
correspondientes a los años 2011, 2012 y 2013. Hay que aclarar que se han
comprometido tácitamente pues han renunciado a responder por escrito y no han
afirmado cosa alguna respecto a esas presentaciones, ya programadas para fines
de noviembre de 2012.
Mientras tanto, algunos de los autores, especialistas en diversos temas
de las distintas disciplinas de las ciencias sociales y de distintas
instituciones nacionales e internacionales, han optado por retirar sus
materiales y parte de ellos han accedido a conservar la unidad de las secciones
temáticas planteadas para la revista, trasladándose, en bloque, a otras
revistas de instituciones académicas privadas y públicas. Los miembros del
consejo de redacción y el director de la revista hemos insistido desde junio de
2011 en la urgencia del caso por las implicaciones que ello tiene para la
acreditación ante instancias internacionales y nacionales (en especial ante el
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, CONACYT). Hay algunos analistas que
han señalado que Pablo Arredondo renunció a apoyar a la revista Estudios Sociales por el simple hecho de
ser anterior a la revista que él contribuyó a fundar (Comunicación y Sociedad), que acaba de celebrar sus XXV
aniversario. La motivación de la envidia que le atribuyen esos analistas al
rector que ha renunciado a dialogar, a impulsar la publicación de trabajos
originales y de talla internacional, parece cobrar visos de veracidad ante la
negativa a responder a las solicitudes que diversos autores y diversos
funcionarios han hecho al rector de informar las razones por las que se ha
negado a que aparezca Estudios Sociales.
Los dos funcionarios mencionados han renunciado además a dialogar y a
establecer un liderazgo académico en el CUCSH por su negativa a prestar
auditorios (supuestamente en un largo proceso de remodelación), así como
espacios para la discusión y el debate dentro del CUCSH.
Adicionalmente, con la inauguración de la nueva sede del CUCSH, han
renunciado a la posibilidad de convocar y encabezar un proyecto de movilidad
que permita a los muchos estudiantes, académicos y administrativos, acceder a
ese nuevo espacio en la zona de “Los Belenes” (municipio de Zapopan). No se ha
dado información, en el viejo CUCSH, de cómo llegar al nuevo CUCSH, ni las
alternativas para el acceso a ese nuevo campus. Los planes de traslado de las
dependencias se modificaron sin previo aviso, pues, ante la renuncia de estos
funcionarios a difundir información y a dialogar y establecer acuerdos,
comenzaron a trasladarse dependencias que no estaban contempladas o se
trasladaron sólo parcialmente, o se postergó el traslado de las ya programadas.
La renuncia a generar diálogos, consultas, acuerdos y promover la
investigación, la docencia y el intercambio de ideas, de parte de estos dos
funcionarios, es evidente a todas luces. Desafortunadamente, aunque han
dimitido a varias de sus funciones, no por ello han dejado de percibir los
ingresos asociados a sus cargos. Tampoco han optado por hacerlos proporcionales
a la cantidad de las obligaciones que cumplen (es decir, si reducen sus tareas,
convendría que se redujeran los sueldos).
“¿Qué no han destruido en este centro universitario?”, me planteaba retóricamente
un profesor del viejo campus, quien señala que hay una conciencia de que
algunos funcionarios dirigen este centro a la ruina; conciencia que sigue
vigente en quienes seguimos trabajando en las disciplinas de las ciencias
sociales y no hemos claudicado en nuestras funciones como docentes, críticos,
proponentes. Hay quien afirma que la renuncia de estos dos funcionarios a sus
funciones se ha hecho a pesar de la oposición de los deseos de los individuos y
grupos de poder dentro de la
universidad.
El caso es que, aunque estos funcionarios hayan renunciado a hacer del
CUCSH un centro de excelencia académica, muchos de los profesores, estudiantes
y trabajadores administrativos seguimos impulsando iniciativas y estimulando
los liderazgos para establecer proyectos académicos, de movilidad, de gobierno,
de diálogo, en las dos sedes del CUCSH. Tanto dentro de colectivos de reciente
creación como desde los grupos académicos y sindicales, así como desde los
distintos programas y dependencias dedicadas al trabajo especializado. Y
seguiremos trabajando en ello aunque algunos de los funcionarios se mantengan
en una actitud que podría sintetizarse en “no hagan olas”, en vez de incentivar
la participación, la creatividad y la difusión del conocimiento científicamente
generado en torno a nuestras sociedades.
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Nuevo espacio: oportunidad para nuevas perspectivas, nuevas culturas.
Nuevo espacio: oportunidad para nuevas
perspectivas, nuevas culturas. El Centro Universitario de Ciencias Sociales y
Humanidades de la Universidad de Guadalajara.
Los científicos
sociales de la región centro-occidente de México estamos de plácemes. La Universidad
de Guadalajara ya no sólo tiene un campus, dedicado a las ciencias sociales,
sino dos. El primero de ellos es el que se ubica en la zona que los tapatíos y
zapopanos denominamos “Glorieta La Normal”. El segundo, aledaño al CUCEA
(Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas). Aunque hace ya
varios años que se puso la primera piedra de ese segundo campus, en días
recientes al fin comenzó el proceso del traslado al nuevo espacio.
Sabemos que las acciones de las siguientes semanas y meses no serán muy
radicales, además del traslado de algunas de las coordinaciones, oficinas y
trabajadores. Sospechamos que el proceso durará todavía algunos años y es
probable que el campus actual siga funcionando como un espacio especializado en
la formación de nuevos abogados. El CUCSH es la instancia de la Universidad de
Guadalajara que se encuentra menos concentrada: hay varios edificios que
dependen del rector de este centro que no se encuentran en el mismo campus.
Entre ellos, el de Juan Manuel 130 (que alberga estudios de género y la
coordinación editorial y en donde se encontraban los ya desaparecidos “Estudios
del Hombre”, “Estudios de la Cultura Regional”, “Estudios cinematográficos”);
el de Liceo 210 (en donde se alberga un posgrado en ciencias sociales y
“Estudios Sociourbanos”); las casas dedicadas a “Estudios de la Educación”,
sobre la Avenida Hidalgo; La “casa Julio Cortázar”, en la calle Lerdo de Tejada;
la casa en la que se hospeda “Estudios de lenguas indígenas” y la casa dedicada
a “Estudios de la Comunicación Social”, además de las distintas sedes de
diferentes terminales de la maestría en Derecho.
El nuevo espacio en Los Belenes (Zapopan), quizá bastaría apenas para dar
cobijo a todos esos departamentos, centros, coordinaciones y oficinas que están
adscritas al CUCSH pero que no se ubican en el Campus actual. Aunque es poco
probable que se genere un proceso de concentración, al menos en los próximos
años, lo cierto es que buena parte de las actividades de los estudiosos de las
ciencias sociales se trasladarán al nuevo campus. Y con esas actividades,
evidentemente tendremos que trasladarnos quienes las realizamos: trabajadores
administrativos, académicos y estudiantes.
Para quienes nos preocupamos por los asuntos de la movilidad urbana y la
calidad de vida en los espacios universitarios surgen al menos estas preguntas:
1.
¿Existen rutas y medios adecuados para que los
estudiantes, profesores y trabajadores accedan al nuevo campus del CUCSH?;
2.
¿Habrá espacio suficiente para desarrollar ahí nuestro trabajo
académico?
3.
¿Habrá espacio de estacionamiento para las bicicletas,
motocicletas, triciclos, sillas de ruedas, carros, camionetas y autobuses de
quienes deberemos trasladarnos a ese espacio?
4.
¿Qué planes hay para reducir la llamada “huella de
carbono” de quienes estudiarán y trabajarán ahí?
5.
¿Contaremos con cubículos, aulas, auditorios,
comedores, jardines, pasillos, pistas para trotar, espacios para desarrollar
actividades deportivas y de esparcimiento que eviten dobles o triples traslados
cotidianos a ese lugar de trabajo?
Probablemente
los lectores, en especial quienes estudiarán o trabajarán en ese campus, tengan
más preguntas, más inquietudes, e incluso propuestas para resolver estas
interrogantes. Sabemos, basados en nuestra experiencia de los dos años
anteriores, que muchas de ellas no serán atendidas por las actuales autoridades
del propio CUCSH y que a varias se les tratará de disipar diciendo que “no hay
dinero para eso”. Las autoridades de la administración central (es decir, el
rector general y su equipo) probablemente recurran nuevamente al argumento de
que no quieren intervenir en las decisiones del rector de determinado centro. A
esto habrá que añadir que tanto los funcionarios del CUCSH como los de la
administración central están enfocando sus esfuerzos en las acciones que podrán
ejercer en las últimas semanas en el cargo. Además, la FIL, enorme
acontecimiento cultural en nuestra ciudad y en donde la Universidad tiene
invertidos muchos de sus esfuerzos y dineros, está a la vuelta de la esquina,
del 24 de noviembre al 2 de diciembre. Para el inicio de la feria quedan once
semanas. Y para el fin del periodo del rector general (sustituto, por cierto)
quedan poco más de treinta semanas.
¿Se puede esperar alguna reacción de esas autoridades en esas pocas
semanas a las propuestas que se deriven de las posibles respuestas a las
preguntas planteadas arriba? Mi apuesta es que no se puede esperar ya mucho de
las autoridades del CUCSH ni de la administración central. Simplemente, como
Felipe Calderón y su equipo, ellos “ya se van”, aunque algunos de ellos quieran
continuar en el cargo. Son los menos los que, además de querer continuar,
podrán continuar en sus actuales cargos. El caso es que las intrigas cortesanas
para cubrir la rectoría general, las rectorías de centro y los cargos menores
se añadirán a las actividades no sustantivas de los universitarios en las
próximas semanas. Estaremos enferiados, luego estaremos de vacaciones, luego
preocupados por quiénes serán nuestro nuevos jefes y algunos preocupados por
convertirse en jefes.
Lo que sí podemos hacer, argumento aquí, es comenzar a elaborar, desde
abajo nuestras propuestas, discutirlas y afinarlas. Muchos universitarios
(profesores, administrativos, estudiantes) sabemos ya algunas de las características
que deseamos y las que no deseamos en los nuevos rectores de los centros. Entre
las primeras destaca la necesidad de que quienes ocupen los cargos a partir de
mayo de 2013 sean capaces de rendir cuentas, de hacer explícitos sus planes, de
consultar con aquellos a los que deben atender; entre las segundas, tenemos
claro que no queremos imposiciones por compadrazgo, ni planes secretos y
arbitrarios, ni falta de consideración de los “usuarios” en general de los
centros universitarios.
Podemos comenzar por afinar propuestas como:
1.
Estacionamientos y espacios adecuados en el centro
universitario para quienes se trasladan en bicicleta a la universidad y al
trabajo;
2.
Políticas claras, explícitas y adecuadamente discutidas
y difundidas en cuanto a la actividad editorial en el CUCSH y en la Universidad
de Guadalajara;
3.
Políticas claras en torno a la flexibilidad curricular
y a las opciones de movilidad académica y el intercambio asociado;
4.
Adelgazamiento de la estructura de las divisiones del
CUCSH (en donde hay directores de división y secretarios de las divisiones que
nos cuestan mucho y cuyas acciones se notan poco);
5.
Fortalecimiento de las actividades de docencia,
difusión, vinculación.
Cabe mencionar,
considerando el punto 5 de la enumeración inmediatamente anterior, que el
argumento de que “no hay dinero” para determinadas actividades se puede
responder con el recurso al servicio social de los estudiantes de la
Universidad de Guadalajara para, por ejemplo, el diseño de ciclopuertos,
estacionamientos, estaciones para el transporte colectivos universitario, para
las investigaciones de campo y para el diseño de propuestas de intervención en
el nuevo espacio y su entorno zapopano, así como para la recolección y análisis
de la información que se derive de las propuestas de los diversos participantes
en la vida del nuevo campus.
Mi posición personal, en la que han coincidido varios colectivos de
profesores y de estudiantes, es que podemos comenzar a realizar la propuestas
que, a más tardar en mayo de 2013, plantearemos ante el Consejo General
Universitario para que éste seleccione a personas capaces de impulsar, mejorar,
promover esas propuestas desde quienes constituimos la parte medular de la vida
universitaria: los estudiantes, los maestros y los trabajadores académicos, en
contraste con aquellos funcionarios que creen que pueden decidir sin informar a
la comunidad universitaria. Propongo, por el momento, un correo electrónico al
que pueden hacer llegar sus preguntas, propuestas, señalamientos, críticas,
comentarios. En un primer momento recibirán una respuesta automática en cuanto
a algunos de los asuntos por resolver en el CUCSH. En los siguientes mensajes
continuaremos afinando las propuestas y organizando las acciones a emprender.
El domicilio al que puedes enviar tus mensajes es: revista.estudiossociales@gmail.com
Luis Rodolfo
Morán Quiroz
Departamento de
sociología, CUCSH, Universidad de Guadalajara
viernes, 13 de julio de 2012
Estado actual de la revista ESTUDIOS SOCIALES (13 de julio de 2012)
Mtro. Pablo Arredondo Ramírez
“Rector” del CUCSH
Universidad de Guadalajara
P R E S E N T E
Guadalajara, Jalisco,
13 de julio de 2012
ASUNTO: revista Estudios Sociales
2011 y 2012
Con fecha 14 de
diciembre de 2011 le envié a usted una propuesta de fechas para la aparición de
los números 8 al 12 de la revista Estudios
Sociales. Su aceptación tácita de esa propuesta de fechas no se ha
correspondido con las acciones pertinentes y las fechas señaladas no se han
cumplido a cabalidad. Además del número 8 (que apareció meses después de la
fecha señalada), no han aparecido los siguientes números, correspondientes a
los años 2011 y 2012. Reitero aquí las fechas propuestas en aquella ocasión:
·
Viernes 13 de enero de
2012 (entrega del número 8; primer semestre del 2011; ya está diagramado y
listo para su impresión y para ser subido a internet);
·
Viernes 9 de marzo
(entrega del número 9; segundo semestre del 2011; se entregó hace varias
semanas a la secretaría académica del CUCSH);
·
Viernes 14 de junio
(entrega del número 10; primer semestre del 2012; enviaremos el material a
edición, diagramación e impresión en cuanto recibamos los ejemplares impresos
de los números 8 y 9);
·
Viernes 17 de agosto
(entrega del número 11; segundo semestre del 2012; enviaremos el material a edición,
diagramación e impresión en cuanto recibamos los ejemplares impresos del número
10);
·
Viernes 19 de octubre
(entrega del número 12; primer semestre del 2013; enviaremos el material a
edición, diagramación e impresión en cuanto recibamos los ejemplares impresos
del número 11).
El material correspondiente al número 9 de la revista se entregó en la
secretaría académica del centro en el que usted funge como “rector” desde
agosto de 2011. Como podrá usted notar en caso de leer con atención, la NUEVA
fecha en que debió estar publicado ese número ya es historia pasada, al igual
que la fecha en que debió publicarse el número 10. Cabe señalar una vez más,
que los números 8 y 9 debieron aparecer en 2011 y que los números 10 y 11 ya
deberían estar listos para estas fechas del 2012. Nuestra intención ha sido, le
reitero, presentar la revista al inicio de los semestres correspondientes, para
lo cual hemos realizado esfuerzos durante años en coordinación con los autores
y dictaminadores que colaboran con la revista. Desafortunadamente, le señalo
que TIENE USTED UN MARCADO RETRASO en sus gestiones, lo que me confirma el Dr.
José María Nava al señalar que “de arriba” no le autorizan los fondos para la
diagramación de la revista, y ello a pesar de que él mismo se comprometió en
febrero de 2012, ante mí y varios miembros del consejo de redacción, a que ésta
aparecería sin interrupciones a partir de esa reunión.
Reiteradamente le he hecho notar a usted como “rector” y al Dr. José
María Nava como secretario académico del centro universitario, la importancia
de que podamos dar una respuesta a los autores y a los coordinadores de las
secciones temáticas. Le he pedido que proponga alguna respuesta que incluya
fechas de aparición de esta revista creada a principios de los años ochenta por
el Dr. Manuel Rodríguez Lapuente, director a la sazón del Instituto de Estudios
Sociales (IES) de la Universidad de Guadalajara. La revista, me permito
informarle, fue de las primeras en aparecer sobre estas disciplinas en la
mencionada casa de estudios, aunque es probable que usted no lo supiera antes o
haya optado por fingir ignorarlo, al igual que hizo por ignorar y descalificar
el trabajo realizado por los académicos del IES, cuyo nombre cambió en los años
noventa a Departamento de Estudios de la Cultura Regional. Los autores no han
recibido respuesta de parte las autoridades de nuestro centro universitario y
le he señalado por escrito en varias ocasiones que, de no publicarse a tiempo
esos materiales, estaríamos arriesgando la posibilidad de entrar en el padrón
de CONACYT. Esa información, y el hecho de que yo le informara que algunos
autores habían decidido retirar sus trabajos, no sirvieron para que usted
aceptara entrevistarse conmigo ni para fijar alternativas ni siquiera de parte
del secretario académico, quien declara que depende de la autoridad del rector
del centro para esa decisión. Ante esto, sugerimos a los autores encaminar
parte del material a otras revistas fuera de la Universidad de Guadalajara. Han
aparecido dos números de revistas universitarias alimentados por material que
originalmente se envió a Estudios Sociales de la Universidad de Guadalajara, al
igual que un libro, debido a que usted se ha negado, con su hermetismo, a
apoyar a la mencionada revista, a pesar de mis solicitudes o de las realizadas
por los miembros del consejo de redacción desde 2011.
En consecuencia, muchos de los textos que debieron aparecer en los
números correspondientes al 2011 y 2012 se han publicado fuera de la
Universidad de Guadalajara. Ello refleja, a mi entender, la falta de respeto
que usted ha mostrado para el trabajo académico de los autores dentro y fuera
de la universidad de Guadalajara, además de su desconocimiento de lo que son
las funciones sustantivas de la universidad.
Uno de los mensajes de un coordinador de sección temática señala (y
cito):
Estimados
Colegas, por respeto a los autores que han participado con sus trabajos,
necesitamos dar una explicación. Y decirles si estos trabajos van a ser
publicados o no. Me he visto en la necesidad de dar constancias de que he
recibido sus trabajos para publicación. No sólo en México sino con otros
colegas de Argentina, Brasil, Venezuela, a quienes hay que hablarles con la
verdad. Espero su apoyo. Es urgente, ya que me reclaman constantemente.
Le he hecho
llegar ése y similares mensajes a usted y al secretario académico,
informándoles que más de un centenar de autores se encontraban en esa situación
en el año de 2011. El número de autores cuyo material está pendiente se ha
reducido porque han retirado sus textos para enviarlos a otras revistas fuera
de la U. de G; mientras tanto, ni usted ni el secretario académico han señalado
salida ni alternativa alguna, además de retrasar la aparición de la revista.
Cabe señalar que la revista se ha visto afectada por su decisión (que ha
sido calificada de “obcecación” y “obsesión” de parte de otros funcionarios de
la universidad) de desaparecer el ya mencionado departamento de estudios de la
cultura regional (DECUR).
Su decisión, que no se basa en diagnóstico de acceso público alguno, sino
en lo que aparenta ser un mero capricho personal, se ha reflejado en el
dictamen número CE/CN/101/2011, de fecha 8 de diciembre de 2011, turnado a las
Comisiones Permanentes Conjuntas de Educación, de Hacienda y de Normatividad,
tras un año de insistir en la urgencia de que aparezca la revista Estudios Sociales. En él, se argumenta
sin tomar en cuenta lo que los expertos en estadística llaman “la clase de
referencia”. Como usted no tiene idea de lo que connota la expresión, le explico
brevemente en qué consiste. Para hablar de un caso, es necesario
contextualizarlo en el conjunto de los casos similares. De tal modo, al decir
que los académicos de determinado departamento no tienen horas de docencia,
habría sido sensato contextualizar cuál es el conjunto en el que se inserta el
“caso” de ese departamento: ¿cuál es la cantidad y la proporción de académicos
que cubren horas de docencia en todo el centro universitario? ¿Cuáles
son esas cifras para cada departamento? ¿Cómo se dan las proporciones para toda
la Universidad de Guadalajara y para otras universidades en el país? Es una
evidente falacia fundamentar una decisión de esa magnitud, que desaparece de un
plumazo a la primer dependencia dedicada a la investigación en la U. de G como
fue el IES y recientemente denominado DECUR. Desconocer mañosamente la clase de
referencia (profesores con docencia para cada departamento), se corresponde con
su negativa a presentar el diagnóstico y el supuesto plan de reestructuración
del centro universitario, a pesar de las solicitudes que le hemos presentado a
usted directamente y en “transparencia” de la U. de G.
De hecho, la supuesta información respecto a las horas de docencia que
cubrían los profesores del DECUR es bastante sospechosa cuando se toma en
cuenta que usted no dispone de una
fuente confiable de información, como se deja ver en el hecho de que
recientemente se nos haya llamado a varios profesores del departamento de
sociología (al que estoy adscrito desde el 16 de abril de 2012) para señalarnos
que “no cumplimos” con nuestra carga horaria según la información con la que
cuenta la administración de personal y escolar del centro que usted “dirige”.
De hecho, ese “incumplimiento” se debe a un notable subregistro (en mi caso,
del 75%) de la cantidad de asignaturas y horas que atendemos los profesores de
ese departamento. Si en el resto de los departamentos del Centro Universitario
de Ciencias Sociales e la Universidad de Guadalajara existe esa misma tasa de
subregistro, no es de extrañar que no se haya dado a conocer en el dictamen de
desaparición del DECUR, pues no sólo no conoce las cifras reales, sino que las
utiliza para amedrentar a los profesores señalándonos que no cubrimos con
nuestras cargas horarias de docencia cuando en realidad sí lo hacemos.
Incluido en ese dictamen de desaparición del DECUR hay una cláusula que podrá
no ser tan famosa como la tesis que lleva el mismo número escrita por el renano
Carlos Marx a propósito de la filosofía de Ludwig Feuerbach, pero para usted en
concreto implica una obligación más perentoria. La cláusula “11” de ese
dictamen señala “Que la revista Estudios
Sociales que atiende el Departamento, también puede seguir su cauce y
desarrollo sin que sea necesaria la adscripción al DECUR”. De tal modo, esa frase
de un dictamen sometido por usted y su equipo al Consejo General Universitario,
reitera la obligación que tiene usted de apoyar la aparición de la revista.
Le repito, por enésima vez, que el material del número 9 de la revista ha
estado en sus oficinas desde hace casi un año, y usted ni ha apoyado su
publicación, como debería, ni ha ofrecido fechas alternativas. Ello ha
significado que una de las más antiguas publicaciones (que ya no es periódica)
de la Universidad de Guadalajara perdiera la posibilidad de entrar al registro
de CONACYT y a otros índices de revistas, además de que ha contribuido a que la
misma universidad pierda prestigio en los ámbitos local, regional y nacional y
además en el ámbito académico internacional por el hermetismo de las supuestas
“autoridades” de cuando menos uno de los centros universitarios.
El dictamen mencionado arriba tiene paralelos en otros casos dentro del
CUCSH. ¿Qué ha pasado, por ejemplo, con la supuesta creación de una “cineteca”
como pretexto para la súbita desaparición del Centro de Investigaciones y
Estudios Cinematográficos que se ubicaba en el mismo edificio que el DECUR
(Juan Manuel 130, Guadalajara-Centro)? ¿Debemos tomarlo como uno más de los
ejemplos de su argumentación falaz para “legitimar” sus decisiones arbitrarias
ante el Consejo General Universitario y quienes trabajan o estudian en la
Universidad de Guadalajara? ¿Qué ha pasado con mis solicitudes de información
respecto a qué otros departamentos y dependencias del CUCSH seguirían vigentes
tras la aplicación del supuesto plan de reestructuración para que los
académicos del DECUR pudiéramos decidir/proponer a qué departamentos podríamos
cambiar nuestra adscripción?
Cuando se menciona el supuesto respeto a los derechos de los trabajadores
en el dictamen de desaparición del DECUR parece que se olvida que en ningún
momento se nos dio a conocer a quienes trabajábamos en ese departamento, el
“diagnóstico” que llevaría a ese tratamiento fatal. En el contexto de la
“reestructuración” del centro universitario, para la que no existe plan
escrito, usted mismo ha informado que se han perdido (al menos) 52 plazas de
académicos y 37 de personal administrativo. Algunas de ellas se han “perdido”
porque algunos de los trabajadores han optado por jubilarse, tanto de los que
trabajaban en el DECUR como en otras dependencias, algunos de ellos porque en la
oficina de personal del CUCSH les han informado que no tienen cabida en otras
funciones. Y el hecho de que no se hayan recuperado es muestra adicional de que
usted no ha tenido la capacidad de gestionar que se cubra, con nuevo personal
capacitado y adecuado, con las funciones que dejaran quienes cubrían esas
plazas.
A lo largo de este año en que usted se ha negado a apoyar a la revista Estudios Sociales por su intención de desaparecer
el departamento en que estaba adscrita, se ha negado a informar acerca de
diagnósticos y planes para todo el CUCSH, y se ha negado también a
entrevistarse conmigo como director de la revista, con los miembros del consejo
de redacción y con varios de los académicos y administrativos del DECUR y otros
departamentos. Incluso se sabe que ha prometido el establecimiento de
dependencias alternativas, para luego incumplir con su palabra, lo que le ha
valido que se le califique con algunos mexicanismos que hacen referencia, los
menos, al trabajo culinario, y los más, a algunos personajes míticos cuyos
nombres suelen aplicarse a quienes no cumplen con su palabra. A lo largo de
este año, algunos funcionarios me han expresado su temor, en caso de cumplir ellos
con su trabajo como marca la normatividad, a perder el empleo a raíz de alguna
iracunda decisión de parte de usted en el sentido de retirarlos del cargo.
De seguir incumpliendo con sus funciones como marca la normatividad,
convendría que usted renunciara al cargo de rector de este centro universitario
y lo dejara a alguien con deseos de servir, con capacidad y conocimiento y que
no se dedique a reprimir, menospreciar e ignorar a los trabajadores
administrativos y académicos a los que, por normatividad, está obligado a
apoyar. A su falsa creencia de considerarse “jefe” de aquellos a quienes debe
servir, se añade su irresponsabilidad de no documentarse acerca de cuáles son
sus funciones según la normatividad y el hecho de burlarse cotidianamente, con
su hermetismo y su falta de respuesta oficial, del trabajo ajeno.
De no publicarse antes de las vacaciones de verano de 2012 de la U. de G.
los números correspondientes al 2011 y 2012 de la revista Estudios Sociales (revista que no sólo forma parte de la función de
DIFUSIÓN que marca la normatividad, sino que usted ha descalificado
explícitamente diciendo a uno de los miembros del consejo de redacción que ya
hay muchas revistas en el CUCSH y que no importa que a ésta no se le apoye),
considero conveniente que las instancias correspondientes en la Universidad convoquen
a una consulta amplia y concienzuda acerca de quién y cómo deberá cubrir
adecuada y legítimamente el puesto de rector del centro universitario de
ciencias sociales y humanidades de la Universidad de Guadalajara. Es decir,
alguien que cumpla con entusiasmo y dedicación con las funciones que marca la
normatividad. Lo que ha quedad en claro es que las tres personas que han
cubierto previamente este cargo lo han hecho mejor que quien lo ocupa en la
actualidad.
Convendría que llegara alguien que sí pueda y sepa cumplir con las tareas
de rector de este centro universitario, y además con las ganas de aprender que
se requieren para esta función. Sobre todo, con la voluntad para cumplir con su
parte del trabajo en una institución que requiere la constante cooperación y
comunicación entre quienes laboran en ella.
A lo largo de este año, ha dejado usted en claro que no tiene usted ni la
autoridad moral, ni el conocimiento de lo que es la actividad académica, ni las
capacidades y habilidades de comunicación y administrativas necesarias para
fungir como rector de un centro universitario de una casa de estudios de la
importancia y trayectoria de la Universidad de Guadalajara en Jalisco y en
México, además de las que tiene ésta en el mundo académico internacional. En
concreto, aun cuando usted no lo reconozca, su falta de respuesta, de apoyo, de
apertura y de capacidad durante (al menos) el último año, durante el cual no ha
podido cumplir con las funciones a las que se vio comprometido por la salida
intempestiva de este cargo del actual rector general, el Dr. Marco Antonio
Cortés Guardado, se han convertido en un lastre para nuestro centro
universitario y nuestra universidad en su conjunto. Entiendo que también este alegato
de mi parte lo dejará usted sin leer y seguramente sin responder. Aun cuando es
su obligación responder a ésta y a mis comunicaciones anteriores, durante este
año ha dejado en claro que ello va más allá de sus deseos y capacidades. Lo que
sí podemos proponer enfáticamente a la comunidad universitaria es que usted deje
ese puesto a alguien que sí sepa, quiera y pueda cumplir con las atribuciones
que marca la normatividad.
Atentamente,
Luis
Rodolfo Morán Quiroz
C.c.p.
Dr. Marco Antonio Cortés Guardado. Rector General de la Universidad de
Guadalajara
C.c.p.
Dr. Héctor Raúl Solís Gadea. Coordinador General Académico de la U. de G.
C.c.p.
Dr. José María Nava Preciado. Secretario Académico del CUCSH-U. de G.
C.c.p.
Edmundo Camacho. Coordinador de Publicaciones del CUCSH-U. de G.
C.c.p.
Profesores de la Universidad de Guadalajara adscritos al Sistema Nacional de
Investigadores
C.c.p.
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
C.c.p.
Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior
C.c.p.
Consejo Mexicano de Ciencias Sociales
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