Conocida por algunos de nosotros como “la rodada de los
encuerados”, la World Naked Bike Ride
es un acontecimiento ciclista que se suscita una vez al año en varias ciudades
del planeta. Lo que significa que a lo largo de varias fechas se convierte en
nota periodística, pues la fecha no es la misma para todas las ciudades. La de
Guadalajara se realizó el 17 de junio y, cuenta algunos, no coincidió con la de
la Ciudad de México del 10 de junio porque estaba programa una marcha de la
diversidad en la misma fecha y con punto de partida también en la glorieta de
La Minerva.
La idea de esta rodada es, como su nombre y su apodo lo
indican, andar desnudos por la ciudad encima de miles de bicicletas. Algunos
asumen el reto también encima de patines, patinestas o caminando y algunos de
nosotros asumimos el reto sin necesariamente despojarnos de la ropa. ¿Para qué
mostrarse desnudos por las calles de las ciudades? El mensaje es básico: “ahora
sí me ves”, en comparación con el hecho de que cada bicicleta es poco visible
entre los muchos objetos estacionarios y móviles de la ciudad. Y los ciclistas
ser invisibles a los ojos de quienes circulan en vehículos de motor. La idea es
llamar la atención hacia la necesidad de que los ciclistas se vean y se les
tome en cuenta como parte de quienes se mueven por las ciudades.
En Guadalajara, esta rodada lleva ya varias ediciones, lo que
no significa directamente que, fuera del día en que se realiza, se haga mucho
caso a los ciclistas. Aunque en los últimos años, no sabemos si por efecto de
la rodada o por las preocupaciones del resto del año de los ciclistas y sus
grupos de activistas y sus posibilidades de gestión y convicción ante los
niveles de gobierno, el hecho es que ha aumentado la cantidad de
infraestructura y de atención asociados con quienes nos movemos en bicicleta
por la ciudad. El recorrido sabatino ha sido distinto cada vez y por lo general
se recorren avenidas por las que hay mucho tráfico durante la semana. El sábado
no es un día en el que haya tanto tráfico de vehículos de motor, pero los
ciclistas nos hemos hecho visibles para automovilistas y transeúntes en
avenidas y en zonas aledañas a zonas peatonales.
Entre las avenidas que cabe mencionar que han formado parte
del recorrido tapatío se encuentran, sin seguir orden geográfico en la
enumeración, las avenidas Alcalde, Chapultepec. Américas, López Mateos, Ávila
Camacho, Juárez, México, Circunvalación División del Norte, entre otras, además
de algunas calles de menor flujo vehicular. En el recorrido de esta rodada en
2017 se recorrieron sitios que en meses recientes se han convertido en objeto
de debates urbanos, como la avenida López Mateos (que alguna se pensó
establecer como “vía rápida” sin semáforos), la zona de Mexicaltzingo (en donde
la Universidad de Guadalajara y el ayuntamiento de Guadalajara han planteao
destruir un jardín para excavar y construir un estacionamiento subterráneo que
serviría para que los asistentes al “universitario” Teatro Diana puedan dejar
sus automóviles), Chapultepec (avenida que cede la mitad de su anchura cada fin
de semana para ser parte de la vía Recre-Activa metropolitana).
En esta ocasión la rodada partió de la Plaza Clemente Orozco,
arrancó por la avenida López Mateos para sorpresa, frustración, diversión y
miradas de los automovilistas y de los clientes y empleados de los
establecimientos a lo largo de ella, y tuvo una primera parada en la Glorieta
Chapalita, lugar de nutrida asistencia de familias y paseantes de la zona sur
de Guadalajara los sábados y domingos. Muchos de quienes participábamos, por no
decir que la mayoría, desconocíamos la ruta que seguiría y así, seguimos a los
que nos antecedían muy divertidos y pedaleantes a pesar del calor que nos
llegaba por el concreto y el asfalto dede abajo y de los fuertes rayos solares
de una tarde de fin de primavera que no acababa de refrescar a pesar de la hora
(entre las 18:00 y las 20:20 hrs).
El paso por algunas calles estrechas del centro de la ciudad generó
algunos ligeros choques entre bicicletas, sin mayores consecuencias y, cerca de
las nueve esquinas las ambulancias que cerraban la rodada no pudieron pasar,
mientras que los ciclistas hubimos de apearnos y seguir entre banquetas, zonas
de construcción, automóviles que ya no pudieron salir a tiempo y algunos
peatones sorprendidos. Unos kilómetros má adelante, cuando parecía que nos
encaminábamos hacia la Minerva tras unas cuantas cuadras de Chapultepec y de retomar
la avenida Juárez, hubo una desviación que luego nos dejó varados entre Justo
Sierra y Avenida México, en donde se realizaba un mítin político. Varios de los
ciclistas expresamos nuestro desacuerdo con mezclarnos con esa otra
manifestación, pues se trataba de una específicamente teñida de una propuesta
partidista específica. Tras unos minutos de incertidumbre se decidió dar marcha
atrás pues no era posible seguir en masa.
En Justo Sierra, una moderna Beatriz Hernánez, retomando la
determinación que llevó a la cuarta fundación de Guadalajara, nos guió para
girar por Avenida Américas y retomar por Avenida Juárez. “Como debieron hacer
desde antes estos…” se expresó de los que encabezaban la rodada, desnuda y
asertiva nuestra nueva y doblemente “Beatriz”. Llegamos a buen puerto con algo
de retraso respecto a lo programado (a las 20:20 en vez de a las 20:00 hrs),
cansados, divertidos, deshidratados, platicadores, entusiastas y convencidos de
que algo habíamos hechos en las dos horas anteriores para mejorar el mundo.
Ya terminada la rodada, algunas automovilistas se detenían
todavía en los alrededores de la Plaza Clemente Orozco para tomar fotos de los
atributos de quienes andaban en bicicleta. No estoy muy seguro de que hubieran
puesto mucha atención a las bicicletas ni al mensaje de la rodada, aunque
alguna de ellas señaló que es importante que los ciclistas también se hagan
visibles, respeten el sentido de las calles y no se suban a las banquetas
pedaleando. Para evitar atropellar a los peatones y para no ser golpeados por
algún carro por aparecer en una dirección en la que no se espera que circulen
vehículos, aunque sean impulsados por pedales.
Habría que pensar si la tarde es el mejor momento para el
recorrido, en especial en una ciudad tan calurosa en estas fechas de fin de
primavera, en vez de la mañana, como se había realizado en ediciones
anteriores. Por otra parte, la rodada se realizó úniamente en avenidas de la
parte mejor atendida de la ciudad y no en algunos de los lugares en los que es
evidente que la gente anda en bciicleta pero existen escasa infraestructura y
señalamientos para hacer visibles y seguros los tránsitos de los ciclistas. En
una ciudad en la que es tan peligroso y riesgoso transitar a pie, convendría
también ligar el uso de la bicicleta como transporte no motorizado con otras
propuestas para mejorar las condiciones para caminar, usar triciclos, sillas de
ruedas y proteger a personas que son vulnerables ante el tráfico. Como son
niños, ancianos y personas con capacidades diferentes.