martes, 20 de noviembre de 2012

Estacionamientos universitarios para bicicletas

"Medianamente civilizados" resultamos en esta ciudad, según se refleja en la máxima casa de estudios de Jalisco, la misma que con su nombre local se delata centralista. En la fotografía que anexo a esta nota se puede apreciar una de las rampas que se instalaron en años recientes en el antiguo edificio de la Facultad de Derecho, hoy rectoría de la Universidad de Guadalajara. Además de la rampa se aprecia una bicicleta que no pude estacionar en espacio alguno del "Zambrano´s Fiesta", edificio conocido oficialmente como "cultural y administrativo". Resulta que a pesar de la rampa para discapacitados, ni en la torre ni en rectoría, ya no se diga en otros los edificios universitarios, no hay estacionamientos para bicicletas. En contraste con otras ciudades universitarias en donde la bicicleta es el transporte por excelencia, en Guadalajara, ciudad plana y de clima templado, incluso las instituciones de educación se aseguran de que haya estacionamientos para vehículos de motor, pero no promueven el uso de vehículos alternativos. Habría que saber por qué sólo un centro universitario (el CUCBA) cuenta con un programa para compartir el uso de vehículos particulares para trasladarse a clases. Pero igualmente, habrá que plantearse cómo es posible que las universidades privadas muestren una mayor conciencia ecológica y no sólo cuenten con estacionamientos dignos para bicicletas, sino que provean de vehículos para hacer la conexión con el transporte público, como se da (al menos) en el caso del ITESO. Dada la ubicación de los edificios de la Universidad de Guadalajara, cabría esperar que existiera una mayor coordinación para el uso de bicicletas, para compartir vehículos particulares y para asegurar que los estudiantes y profesores tengamos acceso al transporte público. Francamente no es mucho pedir que se considere entre las acciones de vinculación y extensión de la universidad el desarrollar programas para el mejoramiento de las estructuras urbanas (incluidos los edificios de la misma casa de estudios), así como desarrollar programas para una mejor calidad del ambiente. ¿Llegará el día en que esta ciudad, tan universitaria, sea también "totalmente civilizada" en términos de protección ecológica, sistemas de transporte público y formas alternativas de movilidad?

El CUCSH-U. de G.: ¿una tarea fácil?



El CUCSH-U. de G.: ¿una tarea fácil?
Luis Rodolfo Morán Quiroz, Departamento de sociología, noviembre de 2012
-                      Pero amigo, ¿por qué tenías que elegir como a tu primera novia a una muchacha tan fea?
-                      Tiene sus ventajas: así les será muy fácil, a todas las que sigan, ser más bonitas que ésta. Lo difícil será encontrar una más fea.
El rector saliente del CUCSH-U. de G. se empeñó, a lo largo del tiempo en que ocupó el cargo, en demostrar que los tres mejores rectores de ese centro universitario fueron los tres que lo antecedieron. El periodo 2010-2013 podría registrarse, si acaso existe algún cronista del transcurrir udegeísta, no sólo como el más difícil institucionalmente para el trabajo de las ciencias sociales, sino como el periodo en que, además de limitar los apoyos a docentes e investigadores de ese centro, quien debía apoyarlos en sus funciones sustantivas se abocó a obstaculizar sus actividades, clausurar centros de trabajo y  hostigar a quien no alabara las omisiones y comisiones de quien ocupara el cargo de rector del CUCSH. Para alguien que recibe un sueldo de poco más de $60,000 pesos mensuales, se esperaría que fuera un poco más eficiente y estuviera más abierto a colaborar con el resto de los trabajadores de su área.
Para quien le suceda en el cargo, será relativamente “fácil” cumplir con las decenas de asuntos pendientes que el Maestro Pablo Arredondo Ramírez ha postergado con la aparente esperanza de que, al no resolver esos problemas, estos acaben por desaparecer. La lista de asuntos pendientes se alarga día a día pues las acciones y omisiones de ese funcionario parecen ajustarse, para todo efecto práctico, a la teoría que propuso Trino Padilla hace una década, en el sentido de que “cualquiera puede ser rector” (hay quien añade el matiz: “siempre y cuando cuente con la bendición de …” – aquí el nombre de conocido ex – rector de esta casa de estudios que resulta ser hermano de quien propuso esa máxima teórica). Parecería, por lo sucedido en tiempos recientes, que ese “cualquiera” implica que no es necesario saber leer ni escribir, ni gestionar, ni administrar, ni apoyar las actividades académicas sustantivas, ni siquiera tomar un curso para conocer la historia, la estructura y los mecanismos de operación de la Universidad de Guadalajara para llegar a ser alto funcionario de ésta.   
Cada periodo que comienza en esta casa de estudios hay quienes tenemos la esperanza de que las cosas sean “menos peores” que antes. Todo indica que en el 2013 al fin se nos cumplirá nuestro deseo de “desempeorar” en el CUCSH, pues la tan difícil tarea de hacer lucir el trabajo académico en ese centro universitario se hará un poco más “fácil” después de que durante casi tres años se ha hecho lo posible por obstaculizarla y por evitar el diálogo con quienes se han visto afectados por “proyectos” nunca escritos, comunicados, ni dialogados con los afectados.
En los pasillos del CUCSH se ha vertido la especie de que “mejor no hay que criticar/ proponer/ solicitar / exponer porque al departamento al que están adscritos académicos, administrativos o estudiantes podría TAMBIÉN desaparecer como sucedió al Departamento de Estudios de la Cultura Regional (DECR)”. La desaparición del DECR, sucesor del Instituto de Estudios Sociales se dio sin que mediara un diagnóstico del CUCSH, ni de las necesidades ni recursos vigentes, urgentes o dispensables. Los argumentos vertidos en el dictamen de desaparición son falaces y descontextualizados. Lo que logró la desaparición del DECR fue establecer un antecedente: al que intente dialogar y al que solicite que las autoridades del CUCSH le entreguen por escrito el plan de “reestructuración del Centro Universitario” se le dará la opción de cambiarse pronto a otro departamento o de que se le levante un acta de desacato (según testimonios de algunos de los que fueron “invitados” a solicitar su cambio). Lo que resultó, además, fue que cientos de autores de la revista que estaba adscrita a ese departamento (la revista Estudios sociales, fundada en los años ochenta, antes que ninguna otra del actual CUCSH) sigan preguntando cuándo saldrá el material que enviaron para publicación, mientras que varias decenas hayan optado por publicar, en masse, en revistas de otras instituciones, o por producir sus propios libros con el material dictaminado favorablemente, o por proponer sus materiales en otras instituciones. Ahora que está próximo el cambio de autoridades en el CUCSH, muchos universitarios estamos concientes de que la gran ventaja es que, como dice Serrat, bienaventurados los que están en el fondo del pozo, pues de aquí en adelante todo irá mejorando.
¿Qué hacer en las semanas que quedan a un equipo que no sólo fue ineficiente sino que se empeñó en desprestigiar a la Universidad de Guadalajara (y no sólo al CUCSH) por su hermetismo, su negativa a hacer explícitos su planes y a rendir cuentas ante los propios universitarios, los académicos de otras instituciones y ante la sociedad? Lo más sensato, según mi muy modesto parecer, sería conocer cuáles son los rumbos que proponen los universitarios, las necesidades de conocimiento y de formación en las disciplinas de ciencias sociales y realizar un diagnóstico y un pronóstico de lo que pasaría según las diferentes soluciones propuestas en distintos plazos para el CUCSH. Quizá, a partir de una planeación sensata, seamos capaces de dejar en un remoto pasado aquellas épocas en que se improvisaban funcionarios en altos puestos de la más importante universidad local, pues si las tareas son difíciles y además se abordan sin capacidad ni preparación los resultados pueden dejar mucho qué desear. Pero si a ello se aúna la falta de voluntad de dialogar y de trabajar en equipo además de una incapacidad para el puesto, los resultados, se ha visto, son desastrosos. Propongo entonces, desde mi modesta perspectiva, una especie de breve “A-B-C” del CUCSH-U. de G. en 2013. Quizá algunas de estas ideas sirvan para que el nuevo rector del CUCSH desencadene un diálogo al que jamás se mostró dispuesto el equipo saliente.

La A a la Z del CUCSH U. de G. en 2013
Academia.- Quienes consideramos que la universidad pública debe cumplir las funciones sustantivas del trabajo académico, estaremos gustosos si los esfuerzos, los dineros y los espacios del CUCSH se dedican, a partir de mayo del 2013, a la docencia, la investigación, la difusión y la vinculación. En vez de que los recursos con que cuenta este centro universitario se gasten en algo que no se nos ha informado qué es y además se nos niegue no sólo el uso de espacios, sino también la información respecto a porqué no se publican los libros y revistas, ni se puede acceder en tiempo y forma a otros recursos de la universidad.
Bicicletas.- Son muy pocos los espacios en el viejo CUCSH (sito en avenida de los maestros,  Guanajuato, Mariano Bárcenas y Alcalde) y menos aun los del nuevo CUCSH (en Los Belenes, junto al CUCEA) dedicados a la circulación y estacionamiento de bicicletas. Y son todavía menos los apoyos para que los universitarios utilicemos estos medios de transporte hacia ambos campi de ciencias sociales). En el viejo CUCSH es difícil llegar en bicicleta; en el nuevo CUCSH es casi mortal acceder a ese nuevo espacio.
Comunicación, consulta.- En el pasado se ha sabido de casos en que se ha obstruido la comunicación, en vez de promover y permitir que ésta fluya. Una de las ventajas de que las autoridades estén abiertas a recibir información y solicitudes es que también se puede consultar a trabajadores y estudiantes para conocer mejor cuáles son sus necesidades y recursos.
Diálogo.- Ésta es una palabra desconocida para algunos funcionarios universitarios. Algunos que han tenido la oportunidad de escuchar este vocablo lo han confundido con el término “monólogo” y se han olvidado de que es posible que a quienes se les obliga a escuchar también se les puede pedir que externen sus ideas y propuestas. Fácil para quien está dispuesto a él, imposible para quien no quiere oír más que su propia voz.
Estacionamientos.- En el viejo CUCSH existen muy pocos espacios de estacionamiento dentro del campus, pues los que asistimos a él aprovechamos las calles adyacentes para estacionar nuestros vehículos. En el nuevo CUCSH, existen al menos 300 espacios marcados para estacionamiento de vehículos de motor. Pero el acceso para quienes utilizan otros medios de transporte es peligroso para la integridad física y la vida de quien se atreva a utilizar esos medios que se ha dado en llamar “alternativos”. Las frecuentes quejas de falta de dinero en el CUCSH podrían solucionarse, al menos en una buena parte, si se cobra el estacionamiento a quienes llegan en vehículos particulares, reduciendo el número de vehículos de quienes podrían llegar a pie o en bicicleta y gestionando que los recursos que se cobren por estacionar vehículos particulares en propiedad pública se inviertan en esas calles adyacentes y en los propios campi, en vez de que los vehículos de motor sean el medio de transporte preferido. 
Formación.- Más que verter información, las ciencias sociales suelen distinguirse por su capacidad de crítica. Las carreras y los centros del CUCSH suelen estar imbuidos de cierta rapidez para la crítica y el CUCSH debe ser capaz de promover y de aprovechar estas tendencias críticas para la formación de nuevos profesionistas (y para el ejercicio de quienes ya están activos).
Gracias a todos los dioses, mayo del 2013 ya está muy cerca.
Heterogeneidad.- Afortunadamente, el CUCSH ha sido un espacio en el que se han generado acciones que demuestran y analizan la heterogeneidad de nuestras sociedades. Desafortunadamente, las autoridades del centro universitario no han estado igualmente dispuestas a consultar, a dialogar, a escuchar y a apoyar todas las tendencias que se dan dentro y fuera del CUCSH. En buena parte, la heterogeneidad implica también la apertura a la argumentación en pie de igualdad entre quienes participan en un diálogo (Habermas dixit).
Internacionalización.- En el CUCSH recibimos varias decenas de estudiantes cada semestre, provenientes de otros estados de la república y también de otros países. Desafortunadamente, son pocos los esfuerzos dirigidos explícitamente a que nuestros estudiantes sean recibidos en otras instituciones durante algunos de sus cursos, algunos periodos o como estudiantes de posgrado en otras especialidades de las ciencias sociales. Un equipo de trabajo en la nueva rectoría del CUCSH conciente de los recursos intelectuales que ofrece la movilidad y la internacionalización de nuestros estudiantes será capaz de promover una formación más atenta a las discusiones y a los debates en otras disciplinas de otras partes del mundo y estará conciente de la necesidad de que nuestra universidad participe en esos diálogos.
Jefes de unidades (departamentos, divisiones).- Espinoso asunto para el CUCSH pero también para el resto de los centros universitarios. En varios casos, hay quienes cobran un sueldo como jefes de departamento o directores de división y sus rectores no recurren a ellos como parte de sus equipos de trabajo por estar cercanos a los trabajadores académicos y administrativos y a los estudiantes. Se sabe de casos de quienes temían perder esos puestos si cumplían con las tareas que marca la normatividad. En el CUCSH y en toda la U. de G. se han realizado propuestas de “adelgazamiento” en la cantidad de funcionarios y en la cantidad de pesos que reciben esos funcionarios para dedicarlos a las tareas sustantivas. El debate continúa y parece que a quienes menos les atrae continuarlo es a los funcionarios sobrantes que reciben dineros excesivos. 
Kilómetros.- Ni el viejo ni el nuevo CUCSH se encuentran exageradamente lejos de los centros de Guadalajara y Zapopan. Sin embargo, la cantidad de kilómetros que recorremos los trabajadores y estudiantes en vehículos de motor se agrava por la cantidad de rodeos que hay que dar para acceder a esos campi, para estacionar y para acceder al transporte público y a espacios para peatones y ciclistas. No se han generado (aunque algunos vienen en camino en coordinación con el CUCEA, vecino del nuevo CUCSH) acuerdos con los ayuntamientos y con las autoridades estatales para reducir el número de kilómetros recorridos en vehículos de motor y mejorar los accesos peatonales y ciclistas a ambos campi del CUCSH.
Logística.- Este término está relacionado tanto con el uso de los espacios para las clases, como para el aprovechamiento de auditorios y recursos como las bibliotecas. Aun cuando haya algunos funcionarios que “saben cómo” todavía la comunidad universitaria no tiene un acceso rápido y eficaz a espacios como las bibliotecas Manuel Rodríguez Lapuente y Juan José Arreola. Tampoco se han aclarado muchos de los mecanismos para el uso de otros recursos como auditorios, computadoras, equipos de audio y de apoyo visual. En algunos edificios de ambos campi se dificulta también la llegada de sillas de ruedas y el acceso a medios para el aprendizaje.
Mecanismos de decisión.- El rector general, Marco Antonio Cortés Guardado, insistió en alguna ocasión en que esta universidad existen muchos mecanismos de decisión (principalmente colegiada) y, según declara él, es un problema que sigamos creyendo  que en la U. de G. tenemos un sistema caciquil. Parte de las dificultades, desde muy modesto punto de vista, es también que no contamos con la información adecuada para participar en las decisiones y para aportar nuestros insumos y críticas, sino hasta que se han tomado las decisiones, y no cuando se plantea la necesidad de resolver determinados asuntos.
Necesidades.- Por el momento, no contamos con información acerca de qué necesidades de infraestructura y equipamiento tienen las distintas dependencias del CUCSH. Tampoco sabemos con exactitud qué necesidades tienen los estudiantes para responder en un mercado laboral y en unas disciplinas en constante reflujo. ¿Podrá el nuevo equipo de trabajo establecer las condiciones para recoger, orientar y responder a estas necesidades en el corto, mediano y largo plazos?
Oportunidades.- ¿Habrá manera, a partir de mayo del 2013 en el CUCSH, de que los trabajadores administrativos y académicos y los estudiantes tengamos oportunidad de enterarnos de los proyectos, de participar en ellos y de aportar insumos y pareceres?
Publicaciones, política editorial, planeación.- Uno de los puntos álgidos de la administración saliente. Incluso es un problema que el CUCSH viene arrastrando desde periodos anteriores: sabemos que uno de los cuellos de botella de la divulgación científica es el de las publicaciones y el rector saliente del CUCSH se encargó de dificultar aun más la aparición de nuevas publicaciones y de hostigar a algunos de los equipos de trabajo en esa área. El caso de la revista Estudios Sociales es uno de los más notables de este periodo. El nuevo equipo de trabajo no sólo deberá asegurar que se logren acuerdos en materia de política editorial en el CUCSH, sino también en la U. de G., además de asegurar la continuidad en la divulgación de los resultados de la investigación. Para establecer una política editorial, planes de trabajo, coordinación entre distintas instancias y asegurar la aparición con la debida periodicidad de revistas y boletines, se requiere de un equipo que entienda de planeación y sea capaz de hacer explícitos sus diagnósticos, planes y programas.
Quejas.- Las múltiples de quejas de falta de financiamiento en el CUCSH y en la U. de G. han derivado en que los funcionarios realicen viajes para pedir fondos federales, sin considerar lo que, desde los tiempos del rector Raúl Padilla, se llamaron “fuentes alternativas de financiamiento” (ya se vio que los sorteos de los años noventa fueron un fracaso rotundo). Pero hay maneras de responder a las quejas desde el ámbito local y el institucional: quejas de ruidos, de contaminación, de falta de iluminación, de inseguridad, de falta de recursos, se pueden solucionar, en buena parte, desde la gestión “en corto”. Cobrar por el estacionamiento de vehículos particulares, desalentar el uso de vehículos de motor, promover y facilitar el acceso a los campi a pie, en bicicleta y en transporte público, optimizar el uso de los espacios verdes y de bibliotecas, entre otros. 
Revistas, rendición de cuentas.- Las revistas en el CUCSH responden a distintas políticas editoriales (exclusivas de cada revista) y no hay acuerdos para establecer una política editorial de todo el CUCSH, ni para la asignación de recursos. Ello afecta la periodicidad de las publicaciones, además de las dificultades inherentes a las publicaciones de divulgación de la investigación en ciencias sociales. En el periodo que termina, a pesar de que existían cinco números ya preparados de la revista Estudios Sociales (y probablemente de otras varias revistas), la secretaría académica y el rector se empeñaron en obstaculizar la producción de esa revista (y algunos otros libros de otros equipos académicos). A partir de mayo de 2013, el establecimiento de una política y de periodicidades claras para cada publicación ayudará a evitar caprichos de parte de los funcionarios, para que la publicación no dependa de los grados de amistad o enemistad con los autores y colaboradores de las publicaciones.
Salones, salud.- Las aulas se encuentran entre los espacios con más atraso en cuanto a equipamiento en el viejo CUCSH. No sólo están mal diseñados los salones, sino que la deforestación del campus los ha hecho más calientes en el verano que en épocas anteriores, la orientación impide trabajar en algunos de ellos por sus temperaturas extremas, hay escasa protección frente a los ruidos de las calles (niveles de ruido que se complican por el mal transporte público y por los espacios públicos que se desaprovechan en estacionamientos gratuitos y en los que no hay árboles suficientes). Los laboratorios de cómputo tienen equipos obsoletos o inadecuados y las áreas para la convivencia son incómodas y poco adecuadas para el estudio o para la discusión grupal.
Transporte.- Parecería que las autoridades de nuestra universidad asumen que todo mundo está en condiciones de llegar a los dos campi del CUCSH de manera rápida, puntual y segura. Pero la situación se define por todo lo contrario. Además de la oscuridad y la inseguridad en ambos campi, es difícil transportarse hacia ellos en transporte público y ello ha obligado a que se privilegie el automóvil particular e incluso a que se genere (o al menos a que se fortalezca) la aspiración en el sentido de que cada jalisciense sea propietario de “un carrito” para llegar a la escuela y regresar a su casa. ¿Podrán las nuevas autoridades del CUCSH plantear, fortalecer, enriquecer la discusión en torno a las posibles soluciones de movilidad en la ZMG y en Jalisco?
Unidades de trabajo.- ¿Cuántos y cuáles espacios de trabajo se requieren todavía en las ciencias sociales locales? ¿Cuántas horas de trabajo se desperdician y cuántas se aprovechan en los espacios dependientes del CUCSH, tanto dentro como fuera de los campi? ¿Podrán las nuevas autoridades generar consensos y ofrecer mejores espacios y mejores condiciones de trabajo y estudio para que las unidades-tiempo de trabajo de aprovechen mejor? ¿Podrán generar mejores unidades-espacio para el trabajo en equipo? ¿Podrán fortalecer a las unidades-capital humano para generar sinergias entre académicos, administrativos y estudiantes?
Vigilancia.- Durante muchos años, las autoridades de la universidad de Guadalajara se han opuesto a ser “vigiladas” con auditorías. Quienes proponen que se rindan cuentan esgrimen el argumento de que es una universidad pública con recursos públicos: quienes se oponen a rendir cuentas esgrimen el argumento de que la universidad es autónoma y que no tiene que rendir cuentas a las autoridades estatales. Y ello ha generado que tampoco dentro de la Universidad se sepa en qué se gasta (y en qué no se gasta) el dinero. ¿Podrán las nuevas autoridades del CUCSH establecer mecanismos adecuados para la toma de decisiones, para la vigilancia y para la rendición de cuentas?
Zapatos.- Tanto los trabajadores como los estudiantes deberíamos ser capaces de invertir más en zapatos y menos en gasolina. Desalentar el uso de vehículos de motor particulares y generar más oportunidades para el desplazamiento de peatones estaría asociado con una mejor iluminación en los alrededores y en el interior de los dos campi del CUCSH. También con la promoción y estudio de los sistemas de transporte público y de vehículos no contaminantes (entre ellos, de la bicicleta).
Propuestas, sugerencias: revista.estudiossociales@gmail.com

jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Y ahora dónde diablos dejo esta cosa? Los congestionamientos navideños y el problema de estacionamiento en la metrópoli tapatía



¿Y ahora dónde diablos dejo esta cosa?
Peor de lo que fueron en el 2011, serán en 2012 las largas filas de automóviles de todas las edades y tamaños en avenidas como Alcalde, Juárez, Mariano Otero, López Mateos, Periférico, Laureles, Lázaro Cárdenas, Federalismo. Si ya en años y épocas anteriores a las compras navideñas del 2012 has tenido la sensación de que no tienes en dónde dejar tu vehículo y quisieras salir lo más pronto posible de un embotellamiento, para luego darte cuenta de que sales de una aglomeración para entrar en otra, este año la cosa pinta aun peor.
En Jalisco, el número de vehículos se ha multiplicado casi por ocho siete en las últimas tres décadas. Mientras que en 1980 el número de vehículos alcanzaba casi los 350,000 para el 2011 la cifra era muy cercana a los tres millones (2’864,594). Cabe resaltar que en ese mismo periodo el número de camiones de pasajeros aumentó apenas de 4,500 a 13,767, mientras que los vehículos particulares aumentaron de ser poco más de 200,000 a 1’680,336. En 1980 la población del estado era de 4.4 millones, mientras que en 2010 llegó a los 7.3 millones. Hace tres décadas existía un vehículo de motor por cada 12 personas; en 2011 había aproximadamente un automóvil por cada 2.5 habitantes (en otras cifras: por cada cinco personas hay dos vehículos de motor). En aquel año había un camión de pasajeros por cada mil habitantes (un camión por cada 977 habitantes, para ser más exactos), lo que equivalía a un camión por cada 44.4 vehículos particulares, para el año 2011 había un camión de pasajeros por cada 534 habitantes y 208 vehículos particulares por cada camión.
En otras palabras y cifras, esta apuesta que hemos hecho los jaliscienses por la autonomía y libertad ha significado que sacrifiquemos no sólo la eficiencia que ofrecería tener un mejor transporte público sino también la calidad del aire y del uso de nuestro tiempo, pues cada camión que ha entrado a la circulación en esas tres décadas han entrado a las calles cinco vehículos particulares. Buena parte de los jaliscienses, en especial en la Zona Metropolitana de Guadalajara y en lugares y momentos álgidos, desperdicia su vida en los embotellamientos de esta ciudad. Los embotellamientos de la metrópoli jalisciense se derivan de un exceso de automóviles y de un exceso relativo en el uso de estos mismos, pues muchos de los automovilistas los utilizan para viajes de pocos minutos en distancias cortas en vez de caminar o utilizar el transporte público. La contradictoria queja de que el transporte público es ineficiente y caro y de que el automóvil particular puede ser la solución para evitar los embotellamientos en realidad acaba por complicar la circulación de las unidades del transporte público, haciéndolas ineficientes y también por generar más embotellamientos de autos particulares que más que darnos libertad nos constriñen a sus confines mientras no podamos escapar de los embotellamientos.
Y ya que sales con tu carrito, en medio de esta enorme cantidad de vehículos de motor, ¿qué tan rápido es posible que te muevas? ¿Cuántas veces debes esperar a que cambie el mismo semáforo para que al fin puedas pasar determinado crucero? Y ya que estás cerca de tu destino, ¿qué tan fácil es estacionar el vehículo en el que te transportas? ¿Con cuántas personas viajas?
Según Donald Shoup (The High Cost of Free Parking, 2011), la decisión de que cada vehículo sea ocupado únicamente por el chofer está relacionada con el hecho de que existan varios lugares de estacionamiento distribuidos en la misma ciudad para un solo vehículo y que además se pueda estacionar ese vehículo sin que le cueste al automovilista. Según demuestra Shoup, el costo de ese estacionamiento “gratuito” lo pagamos todos los habitantes de la ciudad al tener calles más congestionadas, al tener vehículos que van ocupados apenas en un 20% de su capacidad y en costos indirectos como el precio del terreno que se ocupa en calles y estacionamientos y en contaminación, tensiones y accidentes.
A partir de las premisas expuestas hasta aquí, propongo algunas medidas para que en esta época decembrina te sea menos pesado el transitar por la ciudad. Además del evidente consejo de no utilizar el automóvil si la distancia entre tus puntos de origen y destino se puede cubrir a pie o en transporte público, añado algunos matices.

Si eres automovilista.-
  1. No creas que eres el dueño de la calle en la que estacionas tu vehículo diariamente frente a tu casa. ¿Qué pasaría si los demás habitantes de la ciudad tampoco te dejan transitar por su calle ni estacionar en el pedazo de calle que queda frente a su casa, asumiendo que no tapes sus cocheras?
  2. Considera que en estas épocas de compras son muchos otros los que saldrán a llevar el dinero de sus aguinaldos a las tiendas departamentales para salir con algún regalo para sus parientes, amigos y compañeros de trabajo. Así que trata de no desesperar por la gran cantidad de automóviles y evita las confrontaciones e incluso evita los horarios de mayor concentración de vehículos en las calles y plazas comerciales;
  3. Ve a comprar acompañado de tus parientes o amigos, en el mismo vehículo. En vez de que vayas sola o solo y ocupes un lugar en el estacionamiento para un vehículo ocupado por una sola persona, evita que tus amigos llenen el estacionamiento antes de que tú llegues y organízate con ellos para hacer juntos el viaje a las tiendas. Además, si hay que pagar el estacionamiento además de la gasolina, será un gasto compartido en vez de que el desembolso sólo recaiga sobre ti;
  4. Además de aprovechar los horarios en que hay pocos vehículos, realiza tus viajes a centros comerciales relativamente cercanos, en vez de atravesar la ciudad sólo para ir a una plaza cuyo estacionamiento estará repleto y además por calles cada vez más atestadas.

Si eres usuario del transporte público.-
  1. Recuerda que también los autobuses participan en los embotellamientos y que también habrá demoras y el interior de los camiones de pasajeros estará más atestado que de costumbre;
  2. Planea tus viajes y considera que muchos de los trayectos tomarán más tiempo del habitual pues habrá más vehículos particulares que estorben el paso del camión en el que viajas;
  3. En vez de cargar regalos, averigua si existe un servicio de entrega a domicilio y si no lo hay, procura que los regalos no sean ni demasiado llamativos ni bromosos. Si vas a regalar una computadora o una televisión o algún otro aparato SEGURAMENTE el vendedor puede garantizar la entrega a domicilio en vez de que arriesgues que tus compras se conviertan en regalos para los hogares de ladrones o asaltantes;

Si eres usuario de Internet.-
  1. En vez de pensar en un “promedio” de gasto a tus familiares, deposita en sus cuentas bancarias el monto exacto de lo que quieres regalarles, para que ellos lo administren o para que a su vez tengan dinero para regalar a sus parientes y amigos;
  2. Recuerda que después de las comilonas y tomilonas de diciembre y la navidad viene la cruda cuesta de enero y hay que pagar más impuestos de lo habitual después de haber recibido el aguinaldo. No gastes todo el aguinaldo por Internet antes de saldar tus deudas y anticipar los gastos de enero.

En la zona metropolitana de Guadalajara el diagnóstico es bastante claro: demasiados autos, demasiados choferes solos, pocos vehículos compartidos, muchos viajes superfluos, vehículos demasiado grandes, autobuses demasiado apresurados, aceras demasiado irregulares u obscuras. Todo esto, aunado al afán de hacer compras navideñas, genera que haya más probabilidades de embotellamientos de lo habitual en nuestras calles e incluso dentro de los estacionamientos de las plazas, que estarán atestados.
El tratamiento a corto plazo: está visto que ni a corto ni a largo plazo la solución pueda estar en ampliar las avenidas o prohibir el estacionamiento en ellas. Lo que conviene hacer es asegurarse de que se cobren tarifas más altas para el estacionamiento en las calles y en los estacionamientos, al menos durante la época de compras, para evitar que los espacios se estacionamiento se llenen con los vehículos de la gente que sólo va a pasear a los centros comerciales y tiene poco interés en comprar. Quienes realmente vayan a comprar podrán ir durante horarios más cortos y encontrar lugares desocupados gracias a que (siguiendo el razonamiento de Donald Shoup) el aumento en las tarifas reducirá la demanda del estacionamiento. Los centros comerciales y las calles aledañas a ellos (en especial las avenidas Vallarta, López Mateos, Rafael Sanzio) deberán establecer tarifas de acuerdo a la demanda de estacionamiento (en general, elevarlas, para que acudan menos automóviles, ocupados con más pasajeros), a la vez que establecer programas, de parte de las autoridades estatales y municipales, que promuevan que lleguen varios ocupantes por vehículo y evitar la llegada de choferes solos a los estacionamientos.
Convendrá combinar estas medidas con la promoción de la llegada a plazas comerciales y cívicas en bicicleta, transporte público, en taxis y a pie. En esta época, el cerrar calles para el tránsito peatonal y de ciclistas asegura que los automovilistas se estacionen una sola vez por cada recorrido, en vez de ir de un punto a otro de la ciudad en sus vehículos para realizar compras. Habrá que combinar el uso racional del vehículo, de las calles y de los estacionamientos y plazas, con la posibilidad de hacer regalos vía Internet.
El pronóstico en esta zona metropolitana: fatal. A menos que hagamos cambios radicales en nuestras formas de pensar, de gastar nuestro tiempo y dinero y de transportarnos. Sólo si cambiamos la lógica de distribución del espacio urbano podremos evitar no sólo los congestionamientos navideños, sino los congestionamientos en las horas de entrada y salida de las escuelas y trabajos.
Estos embotellamientos plantean nuevamente la necesidad de rediseñar nuestros espacios públicos y nuestras calles para hacerlos más apacibles los unos y más eficientes las otras. ¿Hacia dónde cambiar la lógica del uso y diseño de los espacios públicos? La respuesta esquemática es:
  • Más espacios para peatones y ciclistas;
  • Estacionamientos más caros para desincentivar viajes de choferes solos o estancias largas que saturen los espacios de estacionamiento;
  • Transporte público más eficiente, con rutas que constituyan un sistema, más que un entrecruzamiento sin correspondencias en rutas ni en horarios;
  • Traspasar a los automovilistas los costos del transporte privado en vez de aumentar las tarifas del transporte público, aumentando los costos de los traslados y los estacionamientos de vehículos particulares. Los recursos recabados deberán utilizarse en las zonas de la ciudad en donde se recaben, aumentando las áreas verdes, la limpieza y calidad de las aceras y de las plazas de las zonas de tránsito y estacionamiento;
  • Desincentivar la compra de vehículos de motor haciendo más accesibles los lugares de trabajo. Las instituciones y empresas pueden contratar servicios de transporte en vez de arriesgar los retrasos en las llegadas de sus empleados y aumentar el peligro de accidentes viales de sus empleados y clientes;
  • Generar rutas seguras de acceso a las escuelas y estaciones de transporte público para los peatones, con especial vigilancia en las horas de entrada y salida de los planteles.
LRMQ