martes, 29 de mayo de 2007

Guadalajara: ciudad deteriorada






Dicen los que narran, que el cuento va más o menos así: llegó Cristóbal de Oñate a estas tierras que dio en llamar Nueva Galicia, territorio que en delante tendría de vecinos a Nuevo León y a la Nueva Vizcaya. Como todo era novedoso, el gobierno de esta parte del mundo estaría en manos de la Nueva España, aunque también se decía que en Guadalajara y en su Audiencia. Pero era la Nueva España donde se situaba la ciudad imperial de Tenochtitlan y todo indicaba que era mejor como centro del control de la colonia española. Sería en esta ciudad en donde don Miguel Hidalgo declaró la independencia en 1821, aunque no quedaba claro de qué y ni para qué, pues todavía en estos días del siglo XXI no parece que esta parte del mundo sea muy independiente de las demás. La declaración hacía juego con una guerra desatada en España por la que se pretendía que la península fuera independiente de Napoleón, de ahí la etiqueta de “Guerra de Independencia”, nombre que luego los criollos de este lado del Atlántico copiarían para su propia guerra y para mayor confusión histórica y para aumentar el número de niños reprobados y confusos en esta gran ciudad.

Entre las ideas de Oñate estaba fundar ciudades a su paso para que éstas sirvieran de apoyo a las actividades económicas, principalmente la minería de la región del Potosí, de Guanajuato y de Zacatecas. Por eso, una ciudad que reprodujera en este continente otro nombre más de los existentes en el viejo continente le daría fama y sustento. La leyenda tapatía señala que antes de llegar a este valle Guadalajara se asentó en otros lugares hasta que doña Beatriz Hernández, ceñuda y asertiva, si hemos de creer al escultor que puso su imagen en la plaza fundadores, decidió que sería este valle de Atemajac la sede definitiva de lo que hoy es Jalisco.

Seguramente esta ciudad tuvo mejores momentos y mejores gobernantes que los de años recientes, pues en siglos pasados se construyeron obras que dotaron de agua y drenaje a la ciudad y hasta la convirtieron en un importante “polo de desarrollo” y hasta de atractivo turístico. Como ya sabemos, los políticos y constructores de las últimas décadas mejor se han dedicado a servir a los intereses de los distribuidores de autos, vendedores de seguros contra accidentes, constructores de puentes y túneles, que a velar porque los ciudadanos literalmente de a pie mejoren su calidad de vida. En esta cada vez más ruidosa y RUINOSA ciudad, los árboles en sus escasos parques, lotes baldíos y camellones, crecen tan sólo con la ayuda divina que manda salvíficas lluvias y este crecimiento se da incluso a pesar de los vecinos y autoridades.

Ya dormidos en los laureles de la ciudad, los tapatíos y los políticos que viven de nosotros, parecemos olvidar que es necesario, de vez en cuando, dar mantenimiento a las calles, sembrar árboles, controlar a los que quieren aprovecharse de la candidez ajena y evitar que cometan desaguisados, pintar las fachadas, limpiar y ordenar nuestro entorno. Poco a poco los coches se han comido los espacios de las aceras, a las que llamamos banquetas, quizá en recuerdo de las épocas en que era posible sentarse junto a la calle sin peligro de perder extremidades y vida (“life and limbs” dice el dicho en inglés) arrollados por algún bólido dedicado al transporte privado (tan privado que suele llevar tan sólo un chofer-pasajero) o supuestamente público, pero que más bien es para beneficio de unos cuantos que se aprovechan de la necesidad de traslado de miles de habitantes.

Entre las prisas por salir de un embotellamiento y llegar al siguiente para luego llegar, cansados, irritados e irritables a nuestros destinos en la urbe y las prisas por resolver los asuntos trascendentes y banales de nuestras vidas urbanas, poco hacemos por atender al entorno en que nos movemos. Y para muestra algunas imágenes que muestran de qué manera ni nos aprendimos muy bien “el cuentito” del mito fundador, ni conocemos la saga de esta ciudad, ni estamos dispuestos a entrelazar una mejor historia para heredarla a los tapatíos y jaliscienses del futuro (si es que esta aglomeración tiene todavía alguno). Nos conformamos con este presente que no es ciertamente digno de considerarse un regalo por el que mostremos interés en conservar y bien-tratar. Parecería que a esta pobre ciudad le sucede lo mismo que a Homero Simpson cuando declara que “si no fuera por la mala suerte, no tendría de ninguna”. Los tapatíos hemos tenido la mala suerte de vivir en los jugos, los humos, los polvos, la basura, la estulticia y demás consecuencias de nuestra propia apatía.

Estudiantes 2007




A petición de algunos de los estudiantes que participaron en mis cursos este semeste en psicología y filosofía del ITESO y en geografía de la Universidad de Guadalajara, añado a esta bitácora-blog sus sonrientes y sesudas imágenes.

viernes, 25 de mayo de 2007

Nacidos en vehículo automotor








Es probable que muchos de nosotros hayamos visto películas en las que una parte importante de la trama la constituye la prisa de la mujer embarazada y su esposo (o el padre real o supuesto de la criatura, o los amigos de la parturienta, o sólo el taxista, o algún desconocido) para llegar al hospital lo más pronto posible. Se han dado casos reales en que la mujer se convierte en nueva madre dentro del vehículo y asisten en el parto algún policía, un bombero, alguna señora sin experiencia, una serie de mirones…todos juntos o en secuencia. Y entonces se resuelve el asunto de la apuración por llegar al hospital y ahora los problemas son múltiples: abrigar al chamaco, ponerle nombre (¿el de alguno de los héroes que ayudó a la pobre mujer en tan dificultoso trance?, ¿el de un padre poco previsor pero querendón?, ¿el de algún ancestro de la familia?), hacerle saber que tiene derechos por haber llegado a este planeta, conseguir quién lo lleve a su hogar o conseguirle un hogar al cual llevarlo.

En todo caso, esos episodios culminan en un “close up” en el que la cámara (cuando la hay) o la imaginación (que nunca falta) enfoca un nuevo ser humano junto a su madre sonriente y cansada por las tensiones de los últimos meses, las últimas horas, los más veloces kilómetros de la vida del infante, los minutos alrededor del parto. Como suele suceder, la generación que antecede al nuevo ser, pierde varios puntos de importancia y sus necesidades se convierten en asunto secundario frente a las necesidades de la nueva criatura. Y es precisamente esa nueva criatura, nacida en un vehículo automotor, la que definirá buena parte de los gastos de la madre y (aunque no en todas las películas esté presente) también del padre.

Podría pensarse que una criatura nacida en vehículo automotor es igual a cualquier otra, con la única diferencia de que, a pesar de la prisa, no alcanzó a llegar a un lugar más adecuado para la atención del parto del que esa misma nueva persona fue producto y protagonista. Y en general esas criaturas son casi iguales a las demás. Con la única diferencia de que, por alguna razón que podría llamarse de “impronta”, el movimiento en vehículo automotor se habrá convertido en parte de su información genética y sus extremidades tendrán cierta resistencia a tocar el piso con fines de traslado. Cuando comiencen a expresarse, sin que necesariamente hayan de esperar a hablar, estas criaturas exigirán ser llevadas en brazos incluso más allá de traspasado el límite en el que otros niños ya caminarían por sí solos. Para salir de casa no se conformarán con un par de huarachitos, o de pantuflas, o de simpáticos zapatos boleados y de color que combine con la ropa. No. Estos chiquillos comenzarán a demostrar que el gen del movimiento les incita a diferenciarse de los semovientes y dejar claro que ellos son humanos y por tanto miembros de una especie que fue capaz de inventar formas de trasladarse que superan con mucho el vaivén, el zigzag, el bamboleo, la alternancia izquierda-derecha (tan cara a los políticos de unos u otros signos, en especial si ello implica su acceso al poder) asociados con la acción de caminar que caracteriza a los homínidos.

Así que estos niños no irán por su propio pie ni a la tienda de la esquina, mucho menos a visitar a sus parientes o amigos que no nacieron en vehículo de motor como ellos. Si acaso llegan a esos lugares tan distantes (una cuadra, dos cuadras, cien metros), será después de exigir a sus padres, hermanas, nanas, ninas o abuelas que los lleven a paso veloz en la carreola. O simplemente se negarán a ir a alguna parte si no van trepados, cómoda o incómodamente, según sean las posibilidades pecuniarias de la familia, en un vehículo automotor propiamente dicho: uno de esos que echan humo, alcanzan velocidades superiores a los 10kms por hora en planito y de preferencia que traigan radio. Así que a la escuela, lugar al que incluso los adultos tenemos cierta resistencia a llegar, ya no se diga a trasladarnos, estos niños exigirán que sus madres los lleven en coche, a horas en que se cruzarán con otras madres vertiginosas a medio despertar y a medio peinar (o, lo que es casi lo mismo pero no es igual, todavía medio dormidas y a medio despeinar). Y, desde que se inventaron las minivans, de preferencia en una camioneta llena de asientos y de cabezas infantiles, de ésas difíciles de detener y más difíciles de mantener.

Llegarán los niños y las madres se estacionarán, cuando mucho, a dos metros de la escuela (por ser ésa la distancia mínima cuando se estacionan en doble fila), para que el pobre chamaco nacido en vehículo automotor no tenga que estresar sus piernitas ni la madre vaya a ser vista sin pintura y sin bañar por parte de otras madres igualmente impresentables y a las que simplemente jamás le han presentado. Al menos no a esas horas de entregas vertiginosas, tronar de dedos y rechinar de dientes previas a la entrega ad portas del chamaco nacido en un vehículo automotor tan sólo porque sus progenitores jamás aprendieron a anticipar las salidas de casa para llegar con algún margen antes de la hora (del parto) o de la inevitable cerrazón de puertas en manos de prefectas, maestras o directoras con ideas todavía más cerradas que las inexpugnables puertas de acero.

Una vez llegada la adolescencia, estos niños nacidos en vehículo automotor no podrán todavía (y quizá ya nunca más) negar el gen que los marcó para siempre con la impronta de los vehículos de motor, el espíritu de Henry Ford y las frustradas prisas de la Fórmula 1. Las imágenes de la televisión, las calles repletas de automóviles, incluso el mal servicio del transporte público, la estrechez de las banquetas de su barrio y las ganas de ganar status contribuirán a alebrestar al gen de la movilidad de estos chamacos. Pero en vano será “mandarlos” o pedirles que se transporten a la antigüita, pues mientras más sus progenitores y otras personas anticuadas les pidan que vayan caminando, mayor será la percepción de agresión, de indignidad por ensuciar las suelas de sus zapatos de moda en los pisos que recorren los seres humanos que algún día habrán de morir…a pie. Nada de antiguas formas de transportarse, ni que estuviéramos en los tiempos de Platón y tan pasadas de moda están las sandalias griegas como las togas, las ágoras y las filosofías peripatéticas. Sería realmente patético que Alejandro el Grande anduviera por el mundo sin (al menos) una cuadriga, así como lo es que el chamaco nacido en vehículo automotor se vea obligado a transportarse sin quemar combustibles fósiles, de los tiempos del imperio romano o siquiera del imperio azteca, en el proceso de llegar del punto “A” al punto “B”.

Y como los progenitores de estos chamacos no anticiparon la llegada de sus criaturas en determinado día y momento y por eso no alcanzaron a llegar al hospital para que el gineco-obstetra cachara al niño en condiciones albas y fragantes, ni prepararon su maleta para la estancia en el hospital, o en casa de la comadre, o (todavía más grave, delatando que en su inconciente freudiano no querían ir ni que llegara ese momento) en la de la suegra de alguno de los miembros de la pareja, ENTONCES, el chamaco también se vuelve un poco malo para la planificación y reproduce el mismo patrón. Así que el chamaco, para que ya no lo apuren con que salga para poderlo llevar a todas partes en vehículo automotor, mejor exige el suyo propio, que vendrá a complicar sólo un poquitito más el tráfico y la contaminación urbanos. Y como las madres ya están hartas de que su enorme y contradictoria “mini” van consuma como si fuera dinosaurio después de hibernar, y ambos padres ya están hartos de pagar el mantenimiento de esos aparatos, acceden con alegría a la compra de un nuevo vehículo compacto, a cambio de la libertad ganada en horarios y de la autonomía que implicará que, en vez de que en los caminos escolares haya choques matinales entre madres vertiginosas, sean los propios hijos los que choquen con los ajenos en ésos y todos los demás caminos explorados y por explorar, sin importar la hora del día.

Ya en la edad adulta, estas personas nacidas en vehículo automotor seguirán el mensaje genético y el hábito de sus años escolares y de sus mañanas de salir de pinta gracias a que disponen de vehículo para “ir a desayunar” al otro lado de la ciudad cuando hay alguna hora libre. Pero ya que están en esa otra parte de la urbe, ¿por qué no aprovechar el viaje y hacer algunos otros mandados (dícese en mi pueblo tapatío), asuntar y dar el rol un rato más? Así que con estos genes y hábitos (natura adicionada con cultura), se multiplica el número de coches que circulan sin un destino y un propósito fijos, “llenos” casi siempre con una sola persona nacida en vehículo automotor y con cuatro asientos vacíos para hacerles compañía. El resultado en nuestras ciudades: largas filas vespertinas (y en todos los otros turnos, como en las academias populares) de vehículos con jóvenes estudiantes no muy estudiosos, sazonadas con largas filas de macro-vans con señoras que quisieran volver a los ritmos vertiginosos de la época en que sus vástagos requerían a gritos ser llevados a sus múltiples cursos de diversas habilidades ya olvidadas, con lugares en esas mismas procesiones urbanas de ejecutivos, burócratas, pequeños empresarios y comerciantes; todos ellos hartos del tráfico, enojados porque el vehículo de enfrente va muy despacio y el de atrás los obliga a ir más rápido.

Y como buena parte de los conductores y algunos de los escasos acompañantes de esos vehículos nacieron, años antes en alguno de ellos, pocos son los que se dignarán a bajar a la altura bípeda de los “mal-nacidos” en un espacio carente de ruedas y motor para combustibles fósiles. Así que al acercarse a sus destinos procurarán dejar su vehículo (que en cierto modo es una re-encarnación o re-metalización de su cuna) lo más a la vista posible. Si no hay estacionamiento, entonces sobre el arroyo de la calle, si ya no hay espacios en la calle, entonces sobre las banquetas pues qué importa que quienes no son de “noble cuna” no puedan pasar con sus primitivas formas de ir a un lugar a otro.

Los nacidos en vehículo automotor no se conforman con requerir, con cierta periodicidad, de un cambio radical de vehículo, sino que con cada canje éste debe ser mayor para contener sus crecientes carnes y sus mayores afanes de velocidad en ciudades cada vez menos aceleradas y más atascadas de vehículos particulares. No se conforman con un cambio de vehículo ni con que éste sea mayor. Igualmente exigen, ahora como ciudadanos supuestamente concientes, que haya superficies lisas para que rueden las cada vez más finas llantas de sus autos, que las avenidas sean cada vez más anchas para que haya más carriles para rebasar a los pazguatos que quieren dar vuelta o para dar vuelta sin que estorben los que quieren seguir de frente, lo que debe complementarse con puentes, pasos a desnivel, talleres, más tiendas de autos, gasolineras y miles de metros de estacionamiento que (¡por supuesto1) habrá que apropiarse aunque ello implique arrancar las raíces de los árboles, reducir las banquetas o impedir la existencia de parques, escuelas, plazas y lugares de esparcimiento.

Tristemente, los nacidos en vehículo automotor suelen morir también en uno o provocar la muerte de algún humano de a pie o con menos recursos protectores en su propia tartana. Tan sólo en el año 2004 (http://www.inegi.gob.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/Contenidos/estadisticas/2006/jovenes06.pdf) el INEGI reporta que el 55.9% de los accidentes mortales de los jóvenes entre 15 y 29 años en México fueron accidentes en vehículos automotores. Los estados del país en que esta mortalidad alcanza alrededor el 70% en ese año fueron Aguascalientes, Nayarit, Zacatecas, Distrito Federal y Guanajuato.

A los accidentes entre vehículos de motor se une la obesidad de quienes manejan o simplemente prefieren que los lleven en vez de caminar; ello contribuye a la mala condición física de quienes consideran indigno ser simples bípedos implumes en sus traslados cotidianos desde un lugar en donde no se mueven hacia otro en donde se agitan quizá menos todavía. Cualquier zarandeo que no sea provocado por el movimiento de un vehículo consumidor de combustibles fósiles podría hacerlos sudar. Y por eso, quienes tuvieron la fortuna de ser “bien-nacidos” sobre plásticos, telas de velour o prestigioso cuero, suponen que es mejor encender el aire acondicionado mientras se recorren varios kilómetros girando en torno al destino final, en vez de pedalear unas cuantas cuadras o caminarlas como si tuviera algo de benéfico el movimiento de las piernas sobre el piso en vez de utilizarlas para accionar los pedales de un poderoso vehículo.

En la ciudad de México, un comentarista radiofónico señalaba a principios de mayo del 2007: “lo difícil que está el tráfico. Imagínate: hice una hora en recorrer con mi coche los tres kilómetros que hay de mi casa a esta estación de radio”. ¿No habría sido más fácil recorrer esa misma distancia a pie y en la mitad del tiempo? ¿O quizá habría sido suficiente prevención para este problema de congestionamiento y contaminación que la madre de este locutor y de muchas otras personas hubiera anticipado la hora del parto y NO los hubiera parido en un vehículo automotor?

domingo, 13 de mayo de 2007

La sociología como profesión personal

Enfoques sociológicos de la investigación

Ejercicio 11. La sociología como profesión personal: reflexiones de un curso introductorio

Durante el curso de “Enfoques sociológicos de la investigación” hemos dado un vistazo panorámico al desarrollo de las ciencias sociales, con especial énfasis en México. En las sesiones dedicadas a conocer y discutir cómo se gestó y discutió la carrera de sociología, hemos tocado algunos puntos como la relación de la actividad editorial con el cambio institucional (facultades de ciencias sociales, por ejemplo) y con los afanes de desarrollo posteriores a la revolución mexicana. Posteriormente comenzamos a abordar algunos temas y asuntos que acontecen en la sociedad desde distintos enfoques. El reto ha sido principalmente el de cómo distintos enfoques plantearían sus problemas de investigación y qué instrumentos utilizarían para recopilar sus “datos” y para analizar sus hallazgos.

El curso terminará con una discusión del proceso de profesionalización de la sociología y de las demás ciencias sociales. ¿Por qué la actividad de reflexionar sobre la sociedad queda cada vez más en manos de “profesionales” de la crítica y de la reflexión social en vez de quedar en manos de (para usar un término de Max Weber) “diletantes” del análisis de la realidad? De alguna manera, este curso sirve de introducción a una serie de discusiones que siguen vigentes en las ciencias sociales, desde el asunto de si en verdad merecen el que se les llame “ciencias”, hasta los que tienen que ver con los “métodos” y la “validez” de los datos que proporcionan los científicos sociales. Los debates no se acaban cuando se acabe el curso sino que de hecho el curso sirve de fundamento para que los estudiantes puedan entender cómo es que esas oposiciones y diferenciaciones en campos teóricos y metodológicos se han perpetuado, incluso para que los defensores de cada enfoque se consideren a sí mismos tan científicos como el que más.

Instrucciones:
Este último ejercicio del curso se propone como una oportunidad de reflexión explícita acerca de la relación de los textos y temas discutidos con la definición de un proyecto propio (personal de cada estudiante) en torno a su vida profesional futura. Este ejercicio, más que plantear preguntas del tipo “¿qué metodología utilizaría un seguidor de la corriente hermenéutica para analizar el tema “X” o “Y”?, plantea RETOS de reflexión por parte de los estudiantes. Por supuesto que es posible recurrir a bibliografía, entrevistar a estudiantes de grados superiores de la licenciatura o del postgrado o a conversaciones con los profesores universitarios o científicos sociales que se desempeñen en otros ámbitos fuera de las aulas.

De alguna manera, las discusiones y debates suscitados como parte de las actividades de este curso de “enfoques sociológicos de la investigación”, pueden servir de base para las reflexiones cuyos temas planteo en los retos que siguen líneas más abajo. En todo caso, la idea es que respondan a cada reto de la manera más COMPLETA y SINCERA posible. Sus reflexiones-respuestas constituyen la base de un posible proyecto de vida profesional o, al menos, la base para comparar su forma de pensar actual con la que se verá moldeada por su quehacer como estudiantes y profesionales de una disciplina tan gratificante y tan llena de retos y contradicciones como la sociología.

Los requisitos básicos para responder a los retos incluyen, además de la cabalidad y la sinceridad ya mencionadas arriba, los siguientes:

Regla 1. Cuando se recurre a ideas de otros autores, estas deben aparecer como: “Autor, año: número de página”. La referencia completa debe aparecer al final de documento de respuesta de este ejercicio. Por ejemplo, si tratan del asunto de los usos sociales de la ciencia, deben poner en el TEXTO, la referencia al autor y texto en el que aparece la idea que quieren comentar o utilizar como “pretexto” de su reflexión. Así:

Como dice Pierre Bourdieu (2003: 32), “el campo científico es siempre el lugar de una lucha más o menos desigual entre agentes desigualmente provistos de capital específico” y por ello yo como autor de esta reflexión, considero que los sociólogos debemos considerar que cada uno de quienes estudiamos esta carrera entramos en ella desde condiciones distintas. Algunos de nosotros estamos obligados a estudiar y trabajar, mientras que otros pueden dedicar tiempo completo a sus estudios. Mientras que el trabajo puede ser un buen lugar para ampliar nuestras redes sociales (y el “capital social” del que habla el sociólogo francés),
el disponer de tiempo completo para el estudio puede generar las condiciones para un mayor capital cultural gracias a una mayor disponibilidad de tiempo (…)

El texto de la cita que yo hago de su supuesta frase debe aparecer con márgenes más amplios que los demás párrafos y no se requieren comillas para “citar” lo que [supuestamente] proviene de un autor que no soy yo (su querido maestro de "enfoques". Desafortunadamente, esos márgenes más amplios no son posibles en este BLOG, pero sí en el formato convencional de WORD. Si su cita es de más de cuatro renglones, deben usar márgenes más amplios. Si es de cuatro líneas o menos, entonces deben citar entrecomillando (usando comillas) como parte del texto.

Al final del texto deben poner la referencia completa, comenzando por el apellido del autor. En este caso: BOURDIEU, Pierre. 2003. Los usos sociales de la ciencia. Nueva Visión. Buenos Aires. Si se trata de un “artículo”, entonces, utilicen comillas y luego el resto de la referencia (consulten los manuales de escritura y redacción en ciencias sociales, de los cuales aparecen algunos en el PROGRAMA del curso).

Regla 2. Las respuestas a estos retos deben incluir una exposición EXTENSA de sus reflexiones. Se trata de que hagan lo más explícito posible sus motivos, proyectos, decisiones. No hay un límite máximo ni mínimo (dentro de lo razonable);

Regla 3. Las respuestas deben ser redactadas en sus propias palabras y deben hacer explícitos los pasajes en los que están citando. Cualquier frase que no sea de ustedes debe incluir la referencia de su autor, primero con los datos básicos entre paréntesis y luego toda la información completa al final del documento de respuesta de este ejercicio. De no hacerlo así (es decir, ROBARSE las ideas), se considerará plagio y ello les disminuirá puntos de su calificación (por más genial que sea la idea que se hayan robado sin declararlo);

Regla 4. Cada estudiante es responsable de su ejercicio. En este caso NO ESTÁ PERMITIDO RESPONDER EN EQUIPO. Recuerden además la regla que ha aplicado durante todo el semestre: si su documento en WORD no tiene su apellido, nombre de la materia, nombre del ejercicio y fecha, es como si no lo hubieran enviado y por lo tanto no cuenta para la calificación de este curso. Quienes quieran repetir este curso el próximo semestre envíen su ejercicio sin estos requisitos o simplemente no lo escriban ni manden, pues funcionalmente son equivalentes.

Los retos:
Recuerda responder lo más sincera y cabalmente posible a cada uno de los siguientes retos.-

RETO 1. A lo largo del curso se ha discutido si los sociólogos tendrán empleo como tales o si tendrán que echar mano de las habilidades aprendidas durante la carrera en cualquier otra actividad laboral en que se desempeñen o simplemente no tendrán oportunidad de practicar su disciplina por las limitaciones del campo laboral y las reglas de las instituciones en que laboren.

El reto a resolver es múltiple:
a) ¿Qué factores incidieron en tu decisión de entrar a estudiar esta carrera? ¿Era la sociología tu “primera opción” de estudio de licenciatura? ¿Qué otras posibilidades tomaste en cuenta al decidir inscribirte en esta carrera?

b) ¿Crees que, con lo que sabes actualmente acerca del campo laboral de los sociólogos, podrás conseguir un trabajo en el que te desempeñes como socióloga/sociólogo al terminar la licenciatura?

c) ¿Consideras que la licenciatura es un grado suficiente para el desempeño profesional de la disciplina?

d) ¿Piensas realizar estudios de posgrado? ¿En qué disciplina (por ejemplo, historia, antropología) o especialidad (por ejemplo, sociología política, sociología jurídica)? ¿Cuánto tiempo después de terminados los estudios de licenciatura?

RETO 2. En algunas sesiones del curso se ha hecho énfasis en que a pesar de los múltiples enfoques existentes en la sociología, de cualquier modo ello no hace que se conviertan en disciplinas diferentes. Por ejemplo, tanto el funcionalismo como el enfoque hermenéutico siguen siendo enfoques válidos dentro de la sociología aun cuando se eche mano de ellos en la antropología o en otros campos disciplinares. ¿Por qué no se han convertido en “profesiones” distintas los distintos enfoques teóricos y metodológicos? ¿Qué hace que los sociólogos sean tan diferentes entre sí y al mismo tiempo sigan considerándose a sí mismos y a sus interlocutores como tales?

El reto a resolver consiste en lo siguiente:
a) ¿Crees que como profesional de la sociología has adquirido habilidades (o estás en proceso de hacerlo) que son comunes a todos los enfoques de la sociología? ¿Cuáles serían esas habilidades? ¿Qué habilidades crees que deben tener todos los sociólogos y que además sean útiles para LA VIDA COTIDIANA?

b) ¿Qué actividades crees que definen de manera central la actividad profesional de los sociólogos y sociólogas? ¿Cuáles crees que son deseables para la actividad PROFESIONAL de quienes estudian esta disciplina y viven de ella?

c) ¿Crees que la sociología esté en vías de convertirse en una profesión? ¿o que todavía no se ha profesionalizado suficientemente en nuestro país a pesar de que ya lo sea en otros países? ¿Qué diferencias ves con la sociología en otros contextos económicos, culturales o políticos?

RETO 3. Al principio del curso señalamos que “los inútiles también sirven de algo”. Además de la muy durkheimiana interpretación de que los delincuentes sirven para ilustrar lo que los demás ciudadanos NO deben hacer, el reto consiste en reflexionar sobre:
a) ¿Tiene alguna utilidad social el quehacer intelectual de los sociólogos?

b) ¿De qué manera los sociólogos profesionales pueden o deben incidir en el rumbo de la sociedad?

c) ¿Estás de acuerdo con que la sociología es una disciplina subordinada de otras profesiones dedicadas directamente al diseño de políticas que definen el rumbo de la sociedad (por ejemplo de la economía)? ¿O consideras que la sociología se ha desarrollado ya en Europa, en Estados Unidos y en nuestro país hasta el punto de constituir una voz importante por sí misma para la definición del rumbo de determinadas sociedades? ¿De qué forma? ¿Tienes EVIDENCIAS para tus respuestas anteriores? Cita algunas de esas evidencias

d) ¿Crees que la sociología te servirá para comer al ejercerla como tu principal actividad en la vida laboral?

e) ¿En qué área te gustaría desempeñarte como profesional de la sociología? ¿Cuál sería tu UTILIDAD en esa área?

RETO 4. Simplemente algunas preguntas diagnósticas/exploratorias.-

1. ¿Cuántas horas DIARIAS dedicas al estudio de los textos de tu carrera?
a) media hora a una hora___
b) de una hora a tres horas___
c) tres a cinco horas___
d) más de cinco (especificar)____

2. Antes de este curso, eras capaz de
a) escribir textos en formato WORD Sí____ No____
b) utilizar herramientas de WORD como “control de cambios” Sí____ No____
c) herramientas de WORD como “insertar comentario” Sí____ No____

3. Antes de este curso, eras capaz de
a) hacer presentaciones con POWER POINT Sí____ No____
b) utilizar herramientas de POWER POINT como “insertar imagen” Sí____ No____
c) herramientas de POWER POINT como “animaciones” Sí___ No____

4. Antes de este curso, eras capaz de
a) utilizar el correo electrónico Sí____ No____
b) anexar documentos a tus mensajes de correo electrónico Sí____ No____
c) abrir documentos que recibes por correo electrónico Sí___ No____

5. ¿Qué utilidad crees que tenga para los sociólogos el saber manejar esas tres herramientas?
a) WORD: muy valiosa___ igual que cualquier otra___ poca____ ninguna utilidad____
b) POWER POINT: muy valiosa___ igual que cualquier otra___ poca____ ninguna utilidad____
c) CORREO ELECTRÓNICO: muy valiosa___ igual que cualquier otra___ poca____ ninguna utilidad____

6. Respecto a las lenguas indígenas de México, ¿manejas alguna en lo que se refiere a:
a) lectura_____;
b) expresión oral_____;
c) expresión escrita____?

7. ¿Te gustaría aprender alguna lengua indígena de México? ¿Cuál?
a) huichol (wixarika);
b) purépecha;
c) náhuatl;
d) otra_____

8. Además del idioma español, manejas algún otro idioma en lo que se refiere a:
inglés alemán francés italiano otro
a) lectura _____ _____ _____ _____ _____;
b) expresión oral___ _____ _____ _____ _____;
c) expresión escrita___ _____ _____ _____ _____?

7. ¿Te gustaría aprender algún otro idioma? ¿Cuál?
_____________

8. ¿Crees que el manejo de otros idiomas sea importante para el desempeño profesional de los sociólogos? ¿Por qué sí o por qué no?
___________

9. ¿Actualmente estás inscrito/asistes a un curso de idioma extranjero? ¿Qué idioma, nivel e institución?
____________ ___________ ­­­______________________

10. De los textos propuestos para su lectura en el PROGRAMA DEL CURSO, ¿cuántos has consultado durante el semestre? ¿Qué tan útiles consideras que han sido para ayudarte a comprender los diferentes enfoques de la investigación en esta disciplina?

11. Durante el curso nos hemos aproximado a varios enfoques de investigación vinculados a diversas visiones teóricas y metodológicas en la sociología ¿Qué opinión tienes acerca de que existan tantos y tan diversos enfoques en nuestra disciplina? ¿Crees que se trata de una discusión banal o de una discusión esencial?

12. ¿Este curso te ha motivado a BUSCAR más textos y opciones dentro de la sociología? O por el contrario, ¿te ha dejado desanimado y sin esperanzas de encontrar respuestas a tus planteamientos de investigación?

13. Al terminar la carrera (¿o antes?) ¿En qué campo de la sociología te gustaría desempeñarte?
(Puedes marcar más de alguno de los siguientes o señalar alguno que no esté anotado)
a) en la docencia dentro de la educación media (secundaria y bachillerato)
b) en la docencia en la educación superior y postgrado FUERA de la carrera de sociología
c) en la docencia en la educación superior y postgrado DENTRO de la carrera de sociología
d) en la investigación en centros universitarios e institutos de investigación dentro del estado
e) en la investigación en centros universitarios e institutos de investigación fuera de Jalisco
f) en la investigación en centros universitarios e institutos de investigación fuera del país
g) en la investigación en organismos privados como empresas, bancos…
h) en la investigación en organismos internacionales como UNESCO, Unión Europea…
i) desde mi desempeño como trabajador en otras áreas no relacionadas directamente con la sociología (por ejemplo, como amas de casa, como empresarios, como yernos o nueras de millonarios…)

14. ¿Qué utilidad le encuentras a este curso? ¿Opiniones, sugerencias?
____________________

Envía tus respuestas a este ejercicio por correo electrónico ÚNICAMENTE al coordinador del curso: rmoranq@gmail.com .

No olvides poner el encabezado en la primera página del documento.

En ASUNTO: “Enfoques-Ejercicio 11”.

El nombre del archivo adjunto debe seguir esta lógica:
(nombre)_(asignatura)_(número de trabajo)_(título)_(fecha)