viernes, 5 de diciembre de 2008

Transporte, ciudad y corrupción


(Una versión de este texto fue publicado como carta de opinión en el diario Público-Milenio el 5 de diciembre de 2008)


El reciente escándalo de “andares-gate”, en el que los políticos se echan la culpa unos a otros del caos vial que se ha provocado en la Avenida Patria a raíz de la apertura del centro comercial Andares, deja entrever problemas más profundos que el de los embotellamientos. El caso del nuevo centro comercial, con las torres de vivienda aledañas deja entrever que no se trata simplemente un problema de espacio en las calles, sino de falta de probidad en el manejo del ambiente y de los recursos.
Mientras que los políticos implicados no hicieron nada para evitar el caos, ni siquiera señalar la posibilidad de que éste sus suscitara, con el hecho de voltear la mirada a otra parte contribuyen a agravar una serie de problemas. Me permito enumerar los más evidentes:
Los políticos jaliscienses son reflejo directo de las políticas federales, en cuyos planes no se contemplan acciones para invertir en transporte colectivo cómodo, eficiente y limpio. Cotidianamente vemos la indignidad de las paradas de autobuses en la zona metropolitana, en las que los aspirantes a usuarios de los autobuses sufren las inclemencias del tiempo (frío en la mañana, inversión térmica, insolación en el medio día, contaminación y ruido en las tardes, riesgos de accidentes todo el día). Y eso está relacionado con que los políticos jaliscienses sólo buscan los beneficios a corto plazo derivados de conceder permisos para infringir los reglamentos de construcción y para permitir que permisionarios y choferes hagan lo que les de la gana;
El hecho de que exista un excesivo parque vehicular en nuestra ciudad es consecuencia de que para muchos habitantes de la ciudad es la única opción de transporte…o al menos la más segura, aunque sea extremadamente cara y cada vez más ineficiente. De ahí que surja la pregunta: ¿por qué gastar en automóviles particulares en vez de invertir en un tren de alcances regionales? Y la respuesta es clara: porque no existe un régimen, ayuntamiento, o siquiera un visionario al que los políticos estén dispuestos a escuchar, ya que el dinero que obtienen de las placas, de la extorsión a los automovilistas, de permisos para estacionamientos y otras prebendas son mucho más rentables en su visión individualista y a corto plazo;
El mencionado centro comercial no es el único que se enfrenta con problemas y los espacios comerciales que todavía no lo hacen pronto tendrán que hacerlo. Por una parte baste recordar el caso de la zona de Plaza del Sol y de Expo-Guadalajara en épocas de la Feria del Libro y de Navidad. Esta zona suele convertirse en una pesadilla para vecinos, transeúntes e incluso visitantes. No obstante, con los años ni las paradas de camión, ni el acceso de los peatones ha mejorado gran cosa. Lo mismo está por suceder con el caso de la tan corrupta construcción de “La Ciudadela” en terreno contaminado, en contra de la voluntad de los vecinos y de los reglamentos;
Grandes y chicos, autoridades y habitantes de la ciudad se hacen de la vista gorda ante los reglamentos. Está bien visto que los vehículos de motor ya tienen placas y los agentes de vialidad no hacen nada por controlarlos a pesar de ello. Utilizar el argumento de que “emplacar” a las bicicletas contribuirá a controlarlas en caso de que se utilicen en actividades delictivas es realmente patético: una forma de bajar el índice de los vehículos controlados y controlables. Si los inspectores del ayuntamiento no son capaces de hacer respetar los reglamentos de construcción, evitar que se instalen comercios en las aceras y asegurar que haya estaciones dignas para el transporte colectivo, tampoco los agentes de vialidad son capaces de controlar que los automovilistas se estacionen en las aceras, bloqueen el paso de los peatones y hasta se les echen encima, ¿cómo podemos esperar que el emplacado de unas cuantas bicicletas contribuirá a disminuir los índices delictivos? Mucho menos ello contribuiría a disminuir la corrupción, ni los accidentes, ni la estupidez de nuestras autoridades;
En pocas palabras, ni aunque nos emplacaran las nalgas (medida que, sugiere Diego Petersen, encantaría a las autoridades viales), el caos en el manejo del ambiente y la vialidad se va a solucionar. El cinismo del secretario de vialidad al señalar que “la pesadilla apenas comienza” en realidad se aplica a muchas de las acciones de los gobiernos locales y al estatal (por no decir a muchos personajes del gobierno federal y a los partidos de alcance nacional). ¿Por qué, por ejemplo, en vez de negociar con particulares (el caso de la UAG) que permitan el paso de nuevas avenidas por sus terrenos, no han propuesto que siembren árboles o se les apoye para abrir y mantener espacios verdes para los habitantes de esta ciudad? ¿Por qué no tenemos estaciones dignas y transporte público eficiente? A causa de ese mismo cinismo: la pesadilla lleva décadas y no tenemos muchas esperanzas de despertar de ella;
Como una pequeña muestra de los problemas anteriores anexo una fotografía en la que se muestra de qué manera una tienda que acaba de cambiar de razón social (Soriana Las Águilas) se ha apropiado durante DÉCADAS de la acera de la calle Virgen, sin que ninguna autoridad del municipio de Zapopan haga algo por recuperar ese espacio público. Los cotidianos embotellamientos en el cruce de las avenidas López Mateos y Mariano Otero, a consecuencia de que el ex – alcalde Arturo Zamora “vendió” una calle a la torre Milenio constituyen una muestra similar de caos urbano derivado de la profunda corrupción de políticos y empresarios.

martes, 2 de diciembre de 2008

De la recreación de redes a la recreación de espacios

Ponencia presentada en el IX Coloquio de estudios de la cultura.
Feria Iinternacional del Libro, Guadalajara.
(3 de diciembre de 2008)

De la recreación de redes a la recreación de espacios.
Traslado de hábitos y bienes culturales, comunidades, colonización y otras nociones en torno a la identidad y la pertenencia en el marco de la cultura y la migración.


Luis Rodolfo Morán Quiroz
Departamento de Estudios de la Cultura Regional, U. de G.
rmoranq@gmail.com


Comienzo esta ponencia con algunos datos anecdóticos referidos a algunos elementos de la historia migratoria de mi propia familia, para luego utilizar esa información como vínculo con herramientas conceptuales y con los datos empíricos derivados de los estudios avocados a los aspectos culturales de la migración. Confío en que el hecho de comenzar con algunos datos cercanos a mi propia experiencia me permita ser breve en la presentación del argumento en torno a la experiencia de la construcción de redes identitarias y de pertenencia que suele ser un rasgo compartido por quienes atraviesan directamente por la migración, pero también por los sucesores de quienes han realizado el traslado entre sus lugares de origen y otros de recepción. En aras de la brevedad me permito citar a Bourdieu cuando dice: “El tiempo de palabra es un recurso escaso y estoy demasiado consciente de hasta qué grado el tomar la palabra es una monopolización del tiempo de palabra como para conservarla durante un periodo demasiado largo” (Bourdieu 1990: 159).

Lo anecdótico
Comienzo por declararme hijo de “inmigrados” a Guadalajara. Aunque sin el glamour y los sufrimientos que implica el traslado allende las fronteras nacionales, mis padres llegaron a esta ciudad provenientes de distintas regiones del país. Ambos llegaron en su adolescencia para estudiar el bachillerato, por allá en los años cuarenta. Mi padre, oriundo de la tierra de Pedro Moreno llegó a Guadalajara a instancias de otro laguense, don Alfonso de Alba Martín, mientras que mi madre, proveniente de Ciudad Juárez aprovechó que en esta ciudad estaban ya sus dos hermanas mayores para convertirse en estudiante en la Preparatoria de Jalisco. Resalto este primer lazo con personas con las que se comparte oriundez, pues es además un factor que suele ser común en los emigrados, tanto en lo que se refiere a la migración interna como a la internacional. Las historias de emigración de mis padres tienen referentes en las generaciones anteriores de ambas familias. Aunque mi madre nació en Ciudad Juárez ninguno de sus padres nació en esa localidad, pues mi abuela materna nació en Mineral de Hidalgo del Parral (Chihuahua), mientras que mi abuelo materno nació en Tepatitlán de Morelos, en una temporada en que mi bisabuelo don Emilio Quiroz (proveniente del centro del país y de familia inmigrante española) estaba de jefe de gobierno del régimen porfirista en ese lugar. La misma revolución hizo que las familias Quiroz y Ramos huyeran al antiguo Paso del Norte, ciudad que llevaría el nombre de un personaje elevado a héroe precisamente por la visión de don Porfirio Díaz.
Los azares de la llegada de los Morán a Lagos de Moreno no vienen al caso, pero vale la pena mencionar lo que sucedió después en el caso de la inmigración de mi padre a la capital del estado. Mi padre ha sido siempre dado a la plática y al cultivo de múltiples amistades. Con toda seguridad fue esa habilidad social aunada a su sonrisa fácil lo que contribuyó a la amistad con una de sus compañeras en la carrera de medicina, con la que se reunía, entre muchos otros de sus compañeros, por compartir el hecho de ser inmigrantes en esta ciudad. Añádase a esto el hecho de que los tapatíos (como suele suceder con las poblaciones de las sociedades de recepción) tenían ya sus propias formas de pasar el tiempo antes de que coincidieran con sus compañeros provenientes de otros pueblos y ello se convirtió en un caldo de cultivo para que los “inmigrantes” compartieran problemas y soluciones en lo que se refiere a búsqueda de alojamiento, de empleo, de sustento. La amistad con esa compañera derivó, tras algunos años, en el matrimonio de mi padre con mi madre (hermana de esa compañera de estudios) y eventualmente en la ampliación, para nosotros los descendientes, de una amplia red de parentesco con carácter tanto transterritorial en distintos estados del país, como transnacional, dada la existencia de parientes a ambos lados de la línea fronteriza. El anuncio de ese matrimonio avivaría en mis parientes laguenses sus prejuicios expresados en refranes como el de “la blancura es la mitad de la hermosura”, en parte para recordarle a mi padre que “los laguenses de origen español NUNCA se mezclaron con los indios” y que al casarse con una mujer de piel morena proveniente de “la ciudad del pecado”, estaría perdiendo buena parte de su prosapia. Sin embargo, la metralla de mis parientes alteños no bastó para evitar que mi padre se casara con mi madre, ni el hecho tener hijos “mixtos” sirvió para cuestionar su identidad y sus puntos de referencia geográfica y social. Estoy seguro de que la sola mención de una historia según la cual los Morán en realidad fueron una rama renegada de los Ledesma, que había emigrado desde otro pueblo distinto a Lagos, afectó más la percepción identitaria de mi padre que las admoniciones de su nada escasa parentela.
Llego ahora al meollo del argumento que me interesa resaltar: desde niño me ha sido “natural” el viajar a Lagos de Moreno y (sobre todo en los momentos de conflicto entre mis padres) emprender el largo viaje carretero hasta Ciudad Juárez y más allá y tener contacto con mis tíos y primos en esos lugares y conservarlo también en Guadalajara.
Es decir, no sólo han sido mis padres, en cuanto emigrados, quienes han adoptado distintos puntos de referencia espacial (dos para cada uno de ellos), sino que los hijos hemos tenido al menos tres puntos de referencia espacial, pues los lugares de origen de nuestra madre, de nuestro padre y el nuestro propio nos resultan siempre un punto de anclaje a los que acudimos con relativa familiaridad, en los que visitamos parientes, en los que conocemos al menos algunos de los productos regionales y locales. Por ello no es de extrañar que durante muchos años hayamos sido consumidores de queso menonita producido en Chihuahua, y que sigamos consumiendo queso de Lagos. De hecho, mi padre sigue presumiendo que se trata del mejor queso del mundo, a pesar de que alguna vez una inmigrante francesa en Guadalajara lo retó diciéndole: “si quiere hablar de quesos podemos hablar de quesos, que en Francia tienen una cierta tradición”. Mi padre se quedó tan tranquilo pues aunque ciertamente nunca ha sido catador de quesos y otros lácteos, sabe que ese elemento cultural “local” en realidad es obra de un inmigrante llegado a Lagos por obra de una empresa suiza, y proveniente de un país que también tiene “cierta tradición”.
En la actualidad, no sólo los quesos están presentes en la vida de mi padre, sino que las imágenes del templo del Calvario y del Santuario, entre muchas otras de Lagos de Moreno, incluido el escudo de armas, adornan todavía las paredes de la casa y el consultorio paternos, mientras que las efigies de indios tarahumaras, las recetas de cocina chihuahuense y la contraparte de los muchos refranes siguen presentes en la casa materna. Además, del contacto entre los parientes en distintos espacios, dan testimonio las cuentas telefónicas en ambos hogares, pues señalan que ante los acontecimientos que vale la pena comentar (las bodas, la enfermedad, los nacimientos, los cumpleaños, los bautizos, la muerte), se realizan llamadas hacia Lagos y el Bajío en el caso y la casa de mi padre, y hacia Ciudad Juárez, Ciudad de México y Nayarit (lugar al que fue a dar la tía médica al casarse con un nayarita descendiente de yucateco) en el caso de mi madre.
Para terminar, quiero enfatizar que la fácil sonrisa de mi padre le ha asegurado una regular cantidad de amigos y hasta un cierto número de enemigos, pues hay quienes creen firmemente (entre ellos mi madre) que se trata de una sonrisa de burla. Y es entre su amplia red de parientes y conocidos que los hijos hemos desarrollado buena parte de nuestra propias amistades, además de los contactos que, volens nolens, nos ha proporcionado también mi madre, mucho menos dada a la socialización, pero eso, sí con parientes bastante prolíficos. Mientras que mi padre ha afirmado siempre que “es mejor tener amigos que dinero”, reconociendo el valor del capital social que ello implica, fue una cierta intuición de mi madre acerca de la existencia y el funcionamiento de las redes sociales la que nos privó de tener cancha de frontón en casa, pues, haciendo referencia a los diversos amigos médicos de mi padre, y a mis demás parientes laguenses, declaró: “si ponemos frontón no los saco de mi casa”.

Lo conceptual
En este coloquio no nos hemos reunido a hablar de los productos culturales regionales de los lugares de los que son oriundos nuestros padres, ni (¡mucho menos!) de la historia de la llegada de los Morán y de los Quiroz a esta noble y leal ciudad. En cambio, la información anecdótica que acabo de proporcionar sirve de base para ilustrar que, en infinidad de casos, los migrantes conservan consigo sus redes sociales, hacen esfuerzos por reconstruirlas a partir de su conocimiento de las personas y también a través de contactos indirectos y recomendaciones, y a la vez transportan elementos culturales que se convierten en naturales y habituales para su descendencia, haya contacto o no con las localidades de origen. En muchos casos, los inmigrantes reconstruyen sus espacios al establecer empresas que se han dado en llamar “étnicas” que venden a los demás oriundos del mismo lugar los productos de la región y la localidad para asegurar que puedan comer y consumir lo mismo que en sus lugares de origen directos, indirectos o hasta míticos (cfr. Light y Gold 2000; Portes 1995).
Diversos análisis han insistido en la necesidad de recurrir a la noción de comunidad para entender las relaciones que se dan entre los migrantes, tanto desde antes de la partida, como en sus intentos de reconstruir sus ambientes y sus relaciones de afecto y económicas en los lugares de destino. Así, la comunidad ha sido parte de las discusiones en torno a la importancia de las remesas, el mercado nostálgico, la conservación de tradiciones, hábitos alimenticios, reproducción de mitos y otras narrativas.
La información anecdótica con la que abro esta charla hace referencia sobre todo a la manera en que los inmigrantes echan mano de redes sociales y las convierten en capital social, pero también a la manera en que, además de transportar sus formas de pensar, sus devociones, sus lealtades, sus idiosincrasias y sus prejuicios, llevan consigo productos culturales que les permiten reconstruir sus espacios de oriundez en los lugares de llegada. Muchos de los grupos de inmigrantes se concentran nuevamente en los lugares de destino y crean colonias, mercados étnicos, barrios, e incluso constituyen asociaciones benéficas y bandas y pandillas maléficas en torno a la nostalgia, la obligación moral de apoyar a los que se quedan, el sentimiento de ser “todavía” oriundos de determinados puntos, incluso varias generaciones después. Así, por ejemplo, aunque muchos de mis primos y yo seamos tapatíos suele no ser tan importante para las generaciones anteriores e incluso para nuestros contemporáneos ubicados en los lugares de origen. Por ello no me extraña que todavía nos consideren, a mis hermanos y a mí (e incluso a mis hijos) como “alteños” y que don Lalo, empeñoso reparador de llantas originario de Hidalgo del Parral cada mañana me salude con un sonoro “hola, paisano” cuando paso por su establecimiento. Tal es el caso con la transformación de las organizaciones de inmigrantes en organizaciones étnicas, cuando los descendientes de los primeros llegados siguen acudiendo a ellas en busca de elementos identitarios y de contacto con personas que pertenecen a un (mítico) “mismo” grupo original.
Cabe mencionar que el bagaje conceptual que se ha construido para entender las historias de los traslados de distintos grupos, se amplía e incluye no sólo elementos provenientes de las teorías antropológicas (sobre todo en lo que concierne a las redes de parentesco), sino también desde las visiones de las teorías de las organizaciones (por ejemplo para enfocar el análisis de las asociaciones de inmigrantes y de sus descendientes como grupos “étnicos”, o desde perspectivas multidisciplinarias, como sucede con conceptos como el de transnacionalismo.
En este caso, la elaboración conceptual ha pasado por la discusión del transnacionalismo “desde arriba” (from above) y “desde abajo” (from below; Smith y Guarnizo 1998) pues no es lo mismo la Coca-Cola y la iglesia católica, expresiones del primer tipo de transnacionalismo, que ser parte de una red de contactos entre parientes y conocidos (usualmente con lazos de oriundez), red que atraviesa las fronteras nacionales y en la que se aprovechan los recursos del capital social “en corto”, como expresión del transnacionalismo desde abajo. En muchos casos en el mundo, los flujos de migrantes han sido constantes y se alargan por décadas e incluso siglos. De tal modo, por mencionar los casos que nos son cercanos en este coloquio, los inmigrantes italianos en Estados Unidos y Argentina y los mexicanos en Estados Unidos, han constitutito múltiples “capas” históricas de inmigrantes que incluso han terminado con constituir agrupamientos generacionales y dependiendo de sus épocas de llegada. Cabe señalar que las expresiones de transnacionalismo en muchas ocasiones incluyen la “colonización” de espacios en los que previamente primaban otros grupos étnicos. Así, en el barrio de Pilsen en Chicago no sólo los polacos, los italianos y los alemanes han visto que sus espacios han sido colonizados por los mexicanos al trasladar consigo sus economías étnicas, sus mercados nostálgicos, sus publicaciones, su idioma, sus imágenes religiosas, sino que grupos previos de inmigrantes como los checos (de ahí el nombre de Pilsen, como el pueblo bohemio en que se origina un tipo de cerveza de renombre como “alemana” – Pilsener) fueron testigos de cómo ese espacio fue colonizado por los flujos subsiguientes de migrantes que luego serían colonizados nuevamente.
Los mecanismos por los cuales la migración conlleva el traslado de elementos culturales tanto como pautas de sentido comprensibles para sus portadores, como en la guisa de productos culturales concretos, han sido estudiados desde diversas perspectivas. Demógrafos y economistas están interesados en saber cuántos se van y cuánto dinero envían, mientras que los antropólogos, sociólogos y psicólogos han dado énfasis a comprender qué significan los traslados en términos de nostalgia, sufrimiento, reproducción social, restablecimiento de redes sociales, generación de organizaciones por parte de los migrantes (asociaciones de oriundos, étnicas) y por parte de otras instituciones preocupadas por atenderlos (gobiernos, iglesias). Hay incluso algunos estudios (p.ej. Menjívar 2000) que profundizan en la manera en que funcionan las redes y cómo éstas tienen una capacidad limitada para recibir a nuevos migrantes; por ello muchos de los inmigrantes salvadoreños estudiados por Menjívar prefieren romper literalmente sus lazos con los oriundos de sus pueblos para evitar que sus recursos sigan mermándose para apoyar al pueblo y sus representantes.

Lo empírico
Numerosos estudios acerca de la migración, en especial en años recientes (p. ej. Levitt 2001; Brettell 2000 y 2003; Smith y Guarnizo 1998) han resaltado la existencia de redes transnacionales y han demostrado que éstas han contribuido no sólo a la integración de los recién llegados a los lugares de destino sino también a la sobrevivencia de los que se quedan y a la conservación de lazos económicos, sociales y culturales por largas temporadas. Esta perspectiva transnacional ha incluido también el estudio de cómo las redes de inmigrantes derivan en agrupaciones étnicas y culturales interesadas en la conservación de los elementos identitarios como el lenguaje, las creencias religiosas, los lazos con los esfuerzos institucionalizados por mantener unidos a los inmigrantes y sus descendientes (tanto por parte de organismos estatales como por parte de organizaciones no gubernamentales).
Algunos estudios han enfatizado la integración de los inmigrantes en las sociedades receptoras, mientras que otras se interesan en entender la resistencia a la integración de quienes conservan el proyecto (no siempre logrado) de retornar. Otros más han profundizado en los efectos que tiene el retorno de los emigrados a sus lugares de origen, no sólo en términos de quienes salieron y vuelven, sino también en cuanto a la percepción de quienes se quedaron y reanudan la relación con los que retornan (p. ej. Levitt 2001 y Brettell 2003). Algunos estudios han enfatizado las organizaciones que apoyan a los migrantes sin haber sido fundadas por ellos (p. ej. Borzomati 1989), mientras que otros enfatizan el estudio de las organizaciones fundadas por los propios migrantes para la ayuda mutua tanto en el lugar de llegada como en la relación con los lugares de origen (Morán 2007; Halm 2008).
Aun cuando son escasos, los estudios sobre la inmigración hacia México han encontrado también este énfasis en el proyecto del regreso a los lugares de origen o al menos por la conservación de la lengua y la cultura y los lazos con los oriundos de los mismos lugares. Resaltan los estudios sobre el exilio español de fines de los años treinta (entre muchos otros, por ejemplo Matesanz 1999; Fernández de Castro 2004), pero también existen otros estudios acerca de casos menos famosos, como los compilados por Bonfil Batalla (1993) y por Yankelevich (2002) en otras épocas y referentes a otros grupos étnicos, nacionales y lingüísticos.

En síntesis…
Desde las primeras páginas de un libro que podría considerarse su autobiografía en el exilio, Tzvetan Todorov (2008) plantea que
…las identidades culturales no son únicamente nacionales. Hay también otras ligadas a los grupos de edad, de sexo, de profesión, de medio social (…) La pertenencia cultural nacional es simplemente la más fuerte de todas porque en ella se combinan las huellas dejadas – en el cuerpo y en el espíritu – por la familia y la comunidad, la lengua y la religión. Entonces, ¿por qué se vive a veces en la euforia y otras en la angustia? (Todorov 2008: 28).
No pretendo responder al cuestionamiento que plantea Todorov y dejo a la audiencia la tarea de leer por sí misma las inquietudes que lo sustentan. En cambio, quiero enfatizar que aun a pesar de las críticas dirigidas al “nacionalismo metodológico”, muchos de los inmigrantes siguen pensando en términos de nacionalismo, y ello al menos en un doble sentido: el de la patria “chica” (la localidad, la región, la entidad federativa) y el de la patria vinculada con un estado nación. Buena parte de la identidad de los migrantes se construye a partir de esa referencia espacial que es a la vez referencia a un espacio político-administrativo al que – suelen suponer los migrantes – se asocia una cultura determinada, así como productos (comestibles o más permanentes), hábitos y formas de pensar. Sin embargo, también es cierto que buena parte de los inmigrantes y de los migrantes cíclicos piensan en sus lugares de origen como una referencia más en su cotidianidad en el transcurrir del tiempo – un tiempo que transcurre en varios lugares a la vez y en los que tienen intereses y preocupaciones, aunque sólo sea porque ahí están sus inversiones de afecto y de dineros.
Los estudios de los migrantes que se establecen y forman enclaves muestran que esto sueles estar ligados a localidades específicas, muchas veces más allá de las fronteras nacionales, otras veces como referencia a espacios dentro de la misma nación pero siempre “simultaneizados” por la acción y las aspiraciones de los migrantes mismos e incluso de los agentes involucrados en promover el retorno (a veces las familias, a veces los estados de origen o las iglesias) y por aquellos interesados en promover la integración (a veces los estados de recepción, a veces los grupos étnicos). El efecto suele ser una concepción del espacio que para los migrantes, a pesar de estar separado por miles de kilómetros, no lo está en los afectos y los proyectos. Así, es frecuente que los emigrados conserven un pie en el lugar de destino y uno en el de origen. La posesión de casas, lazos afectivos, intereses, ligas comerciales en ambos puntos son sólo algunas de estas manifestaciones de quienes se consideran a la vez oriundos de un lugar e integrados en otro. La conservación de expresiones lingüísticas, la referencia al lugar de nacimiento de los ancestros, la referencia al propio lugar de nacimiento, las formas de cocinar y los secretos culinarios son otros más.
Algunos otros estudios se han enfocado en el continuo asimilación-integración-resistencia-conservación de la cultura de origen en determinados grupos étnicos y de migrantes y ello parece indicar que así como la cultura no es fácil de perderse, también existe la posibilidad de que las culturas de llegada sean aceptadas o rechazadas y por tanto consideradas por los propios migrantes como “fáciles” o “difíciles” de acuerdo con determinadas creencias y valores en cuanto a lo que debe ser (o no) la forma correcta de comportarse…

Referencias.-
Bonfil Batalla, Guillermo (comp). 1993. Simbiosis de culturas. Los inmigrantes y su cultura en México. FCE / CONACULTA. México.
Borzomati, Piero. 1989. “I Missionari di San Carlo Dal 1887 alla morte di Scalabrino (1905)”. En: Rosoli, Gianfausto (curador). Scalabrini. Tra vecchio e nuovo mondo.
Bourdieu, Pierre. 1990. “La censura”. En: Sociología y cultura. CONACULTA / Grijalbo. México.
Brettell, Caroline. 2000. “Theorizing Migration in Anthropology. The Social Construction of Networks, Identities, Communities and Globalscapes”. En: Caroline B. Brettell y James F. Hollifield (eds.), Migration Theory. Talking Across Disciplines. Routledge. Nueva York y Londres.
Brettell, Caroline. 2003. Anthropology and Migration. Essays on Transnationalism, Ethnicity and Identity. Altamira Press. Maryland.
Fernández de Castro, Hugo (comp.). 2004. Las migraciones y los transterrados de España en México. Una segunda mirada, humanística. UNAM. México.
Giménez, Gilberto. 2007. Estudios sobre la cultura y las identidades sociales. CONACULTA / Iteso.
Gold, Ivan y Steven Gold. 2000. Ethnic Economies. Academic Press. San Diego.
Halm, Dirk. 2008. “The Development of Migrant Organisations and the National Context: The Case of Germany”. Documento de trabajo sobre organizaciones transnacionales de migrantes (manuscrito). Bochum, Alemania.
Levitt, Peggy. 2001. The Transnational Villagers. University of California Press. Berkeley, Los Ángeles, Londres.
Matesanz, José Antonio. 1999. Las raíces del exilio. México ante la guerra civil española 1936-1939. El Colegio de México / UNAM. México.
Menjívar, Cecilia. 2000. Fragmented Ties. Salvadoran Immigrant Networks in America. University of California Press. Berkeley, Los Ángeles, Londres.
Morán Quiroz, Luis Rodolfo. 2007. “Asociaciones étnicas en Alemania. Entre la cultura de origen y la cultura de la sociedad receptora”. Espiral. Vol. XIII No. 39. Mayo / Agosto de 2007.
Portes, Alejandro (editor). 1995. The Economic Sociology of Immigration. Essays on Networks, Ethnicity and Entrepreneurship. Russell Sage. Nueva York.
Smith, Michael Meter y Luis Eduardo Guarnizo. 1998. Transnationalismo from Below. Transaction Publishers. Nueva Brunswick y Londres.
Todorov, Tzvetan. 2008. El hombre desplazado. Taurus. México.
Yankelevich, Pablo (coord.). 2002. México, país refugio. La experiencia de los exilios en el siglo XX. CONACULTA / INAH. México.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Estacionamientos universitarios para bicicletas…


"Medianamente civilizados" resultamos en esta ciudad, según se refleja en la máxima casa de estudios de Jalisco, la misma que con su nombre local se delata centralista. En la fotografía que anexo a esta nota se puede apreciar una de las rampas que se instalaron en años recientes en el antiguo edificio de la Facultad de Derecho, hoy rectoría de la Universidad de Guadalajara. Además de la rampa se aprecia una bicicleta que no pude estacionar en espacio alguno del "Zambrano´s Fiesta", edificio conocido oficialmente como "cultural y administrativo".

Resulta que a pesar de la rampa para discapacitados, ni en la torre ni en rectoría, ya no se diga en otros los edificios universitarios, no hay estacionamientos para bicicletas. En contraste con otras ciudades universitarias en donde la bicicleta es el transporte por excelencia, en Guadalajara, ciudad plana y de clima templado, incluso las instituciones de educación se aseguran de que haya estacionamientos para vehículos de motor, pero no promueven el uso de vehículos alternativos.

Habría que saber por qué sólo un centro universitario (el CUCBA) cuenta con un programa para compartir el uso de vehículos particulares para trasladarse a clases. Pero igualmente, habrá que plantearse cómo es posible que las universidades privadas muestren una mayor conciencia ecológica y no sólo cuenten con estacionamientos dignos para bicicletas, sino que provean de vehículos para hacer la conexión con el transporte público, como se da (al menos) en el caso del ITESO.

Dada la ubicación de los edificios de la Universidad de Guadalajara, cabría esperar que existiera una mayor coordinación para el uso de bicicletas, para compartir vehículos particulares y para asegurar que los estudiantes y profesores tengamos acceso al transporte público.

Francamente no es mucho pedir que se considere entre las acciones de vinculación y extensión de la universidad el desarrollar programas para el mejoramiento de las estructuras urbanas (incluidos los edificios de la misma casa de estudios), así como desarrollar programas para una mejor calidad del ambiente. ¿Llegará el día en que esta ciudad, tan universitaria, sea también "totalmente civilizada" en términos de protección ecológica, sistemas de transporte público y formas alternativas de movilidad?

lunes, 29 de septiembre de 2008

La normalidad en Jalisco

Resulta que a pesar de que en la Universidad de Guadalajara se destituyó al rector general, las actividades son las "normales" según reporta el rector sustituto, mientras que los niveles de arsénico en El Salto y la Zona metropolitana de la capital jalisciense son "normales" según la secretaría de salud. Habría que ver si la normalidad universitaria está en los mismos rangos de "normalidad" que los niveles de metales en las personas analizadas.

Al comparar los niveles obtenidos en sus estudios con los que habitualmente se obtienen en la sangre de mineros en otros estados del país, los funcionarios de esa dependencia no sólo cometen un error estadístico, pues se olvidan de que los niveles varían debido precisamente a que quienes trabajan en las minas deben tener contacto con metales. Cometen también un error de cálculo en cuanto a los niveles de inteligencia de los habitantes del estado, pues relacionar los niveles de arsénico de las habitantes de El Salto y de la ZMG con los de la población expuesta no es precisamente comparar dentro de la misma clase de referencia, así como tampoco logran convencernos.

Según el razonamiento del secretario de salud sería "normal" que la gente de los pueblos de Jalisco tenga los mismos niveles de metales en la sangre que quien trabaja bajo tierra expuesto a ellos. Para rematar, en su intención de hacernos creer que todo está bien y la salud está salvaguardada, simplemente porque "es normal", Gutiérrez Carranza vuelve a la lógica de Fox cuando señalaba que no era necesario hacer pruebas a las vacas para ver si tienen la enfermedad de las "vacas locas", pues si no se hacen pruebas es "porque no hay esa enfermedad".

Como el secretario de salud nos cree tan despreocupados por la salud como él, afirma, inmediatamente después de decir que no hay valores de referencia propios, que no es necesario gastar en más análisis ni de metales en la sangre ni de la calidad del agua "cuando todo está bien". ¿Para qué hacemos pruebas? No vaya a resultar que algo no es "normal".

En el caso de la Universidad de Guadalajara la afirmación de Marco Cortés parece ir en el mismo sentido: el que haya tantas carencias en el equipamiento, tantos retrasos en nuestras tareas como académicos y en las actividades y requerimientos de aprendizaje de los estudiantes también es normal. Tanta normalidad es de espantarse cuando en realidad deberíamos hacer algo para superar nuestros niveles de normalidad.

Ya se ve que es muy normal que la gente se muera por agua insuficientemente potable, que la gente no cuente con transporte público puntual y eficiente, que los estudiantes tengan mala ortografía y peor preparación profesional. También es normal que los agentes de tránsito se hagan de la vista gorda ante los automovilistas que estacionan sus autos en las banquetas para que con toda normalidad los peatones tengamos que bajarnos a que nos atropellen los autobuses que normalmente atropellan al menos a una persona al día.

En Jalisco los niveles de estulticia en diverso ámbitos son ya tan normales que pronto resultará muy normal que aumenten los niveles de desempleo hasta alcanzar la normalidad de otros estados con menos recursos. Así como resulta normal que las barcas se hundan por exceso de agujeros, cuando haya que rendir cuentas para nuestros funcionarios resultará normal que nos vayamos a pique por exceso de normalidad.

"Mesmamente" como muere de muerte "natural" quien ha sido acribillado. Con tantos impactos es natural que la gente se muera…

Carta publicada (con algunas modificaciones) en el periódico Público el jueves 25 de septiembre de 2008

martes, 9 de septiembre de 2008

La gaceta universitaria y la página web de la Universidad de Guadalajara

Hace algunos años, en 1990, visité un país del ex - bloque soviético. En sus museos de historia no existían exhibiciones sobre historia reciente. Según me informaron en uno de ellos, el que toda la información fuera anterior a la segunda década del siglo XX se debía a que “tras la caída del muro de Berlín se está re-escribiendo la historia” y por eso recogieron todas las muestras que abarcaban desde las revoluciones de 1905 y 1917 hasta ese momento. Parecería que en la Universidad de Guadalajara tenemos síntomas de una re-escritura similar de la historia: el que la Gaceta universitaria se atrase y la página web de la universidad no esté disponible en la red mundial (Internet) parecen indicar que se re-escribe la historia por parte de los “nuevos” vencedores. Pero además de que los “órganos oficiales” están en proceso al menos de cambiar de tono, considero que el actual conflicto entre distintos grupos dentro de universidad ha abierto la posibilidad de plantear algunas preguntas cándidas en torno a las otras formas de comunicación que siguen abiertas.
En estos días hemos podido leer que Briseño exigía más dinero para las escuelas y menos para la cultura y criticó que se destinaran recursos universitarios para conciertos de cantantes populares. De ese planteamiento desprendía el argumento de auditar a las empresas parauniversitarias. De ese razonamiento se podría esperar que una auditoría ayudara a saber si el dinero que entra a la universidad se invierte sabiamente atrayendo audiencias que al pagar su boleto ampliaran la base financiera para atender a los estudiantes y las necesidades materiales asociadas a la educación. Pero en las horas que rodearon a la sesión del consejo general universitario durante la cual se decidió la destitución de Briseño Torres, algunos universitarios hemos recibido algunos correos peculiares. Uno de ellos preguntando si como sindicalizados estábamos de acuerdo en colgar una manta rechazando que el rector se aliara con la FEG, otro señalando que al fin se cierra un periodo de “de inestabilidad, de provocaciones y de irresponsabilidades”. Quizá lo que pasa es que no todos nos hemos dado cuenta de que haya habido inestabilidad o no hemos sido digno de que nos provoquen a nada o simplemente no hemos sido capaces de detectar mayores irresponsabilidades que las habituales en la universidad. Por ello me atrevo a plantear algunas preguntas a partir de lo escuchado en radio universidad el pasado viernes 29 de agosto y algunas de las noticias que han llegado a los medios impresos:
¿Por qué algunos funcionarios nos conminan a no hacer caso de las “provocaciones” del depuesto rector Briseño pero semanas antes no había quién lo contradijera? ¿Por qué hay consejeros de la universidad que pueden a la vez trabajar como diputados, como asesores o como regidores al mismo tiempo que se mantienen al día en los asuntos del consejo universitario? ¿Por qué en la universidad hay personas con nombramiento de investigadores que no investigan y pueden estar “comisionadas” durante años a puestos administrativos de alto nivel y presidir múltiples organismos y programas?
¿Son “provocaciones” las propuestas de que se auditen las empresas parauniversitarias y a la universidad misma? ¿Qué relación tendría el que se realicen esas actividades relacionadas con la rendición de cuentas con el trabajo cotidiano en las aulas? ¿Acaso los recursos que se han gastado en teatros, ferias, viajes, sedes alternas de la universidad, auditorios, afectan de alguna manera que las aulas carezcan de equipamiento? ¿Por qué los sindicatos convocan a sus afiliados a rechazar las propuestas de Briseño pero no convocan al registro de planillas y a elecciones de sus representantes?
¿Es legal destituir a alguien de su cargo el mismo día en que comete la “falta grave” de que se le acusa? ¿Es siempre igual de expedito el consejo general universitario con todos los asuntos que se le plantean? ¿Por qué tardan meses y años en publicarse los trabajos de investigación ya entregados a los departamentos editoriales pero las decisiones como ésa se toman en unas cuantas horas?
¿Podemos concluir, del hecho de la destitución del rector, que la propuesta de auditar las empresas parauniversitarias y a la universidad en su conjunto es síntoma de “debilidad mental”? ¿Es que acaso la rendición de cuentas acerca de los dineros públicos está peleada con la autonomía universitaria? ¿Y si sólo es asunto de la universidad lo que se haga o deje de hacer con su presupuesto, por qué los universitarios, incluidos los estudiantes y académicos, no contamos con información acerca de cosas tan elementales como el monto que ingresa y en qué se gasta en esta casa de estudios? ¿Entonces ya no sabremos en qué se gastaron los dineros? Ya sea un enfrentamiento entre antiguos aliados y hoy enemigos, ya sea un conflicto entre distintos grupos dentro de la universidad, o ya sea un asunto de alianzas políticas entre actores dentro y fuera de la universidad y los gobiernos estatal y federal, el caso es que no puede afirmarse que una de las características fundamentales de la universidad pública en Jalisco sea la transparencia, ya no se diga la eficiencia. Finalmente: ¿con este nuevo rector habrá alguien que pueda responder a las cándidas preguntas que planteo en esta carta?
(Carta publicada con ligeras modificaciones en el periódico Público-Milenio el 9 de septiembre de 2008)

viernes, 11 de julio de 2008

¿Será que todos andan en coche?




(carta publicada en el periódico Público-Milenio el 10 de julio de 2008)

Las aceras tapatías, a las que solemos llamar “banquetas”, quizá por nuestra pueblerina costumbre de sentarnos en ellas para ver pasar vehículos, personas y animales, se han tornado añosas. Pasan los lustros y las décadas y ni los ciudadanos ni las autoridades atinamos a hacerles homenaje alguno; ni siquiera les prestamos atención ni les damos más mantenimiento que un ocasional escobazo. Y a estas superficies literalmente “carentes de cera”, relativamente anti-derrapantes, las hemos dejado desgastarse sin mostrar nuestro agradecimiento por habernos servido tanto tiempo como espacio de transición entre lo público de las calles y la privacidad de los edificios.

En escasas calles, estas aceras se complementan con las arquerías que los tapatíos llamamos “portales”, quizá por darnos un sombreado acceso a una serie de comercios en el centro de la ciudad (“el mero centro” dicen los que viven cerca de ahí pero no consideran que su casa sea parte del centro) y de esas aceras disfrutamos todavía más, en especial cuando logramos guarecernos de los rayos del sol en mayo o de las tormentas en junio.

Los tapatíos cotidianamente las pisamos y muchas veces las pisoteamos. Hay en estas aceras todavía vestigios de un pasado que quiso ser remembranza helénica, con los nombres de los fabricantes de mosaicos insertos una cuadra sí y muchas tampoco. ¿Qué fue de esos ladrilleros que hace al menos medio siglo recubrieron las aceras de Guadalajara? ¿Qué fue de las fábricas “Hércules” y “Esparta” que, aparentemente sin licitación, se encargaron de vacunar a la gente contra la necesidad de tener espacios lisos en la transición entre su casa y la calle que señalaban como su domicilio (Véanse fotos anexas, tomadas en la calle Pedro Moreno)?

¿Por qué los tapatíos nos acostumbramos a cosas que en otras ciudades serían verdadera barbarie contra el habitante de la ciudad: a no ver las banquetas-aceras, a los tropezones, a la angostura, a la necesidad de mirar hacia abajo para ver los obstáculos en el espacio por que se transita pero que no suele verse con una perspectiva más tendiente al horizonte?

¿Qué será de las añosas aceras tapatías? ¿Tendremos que esperar a que lleguen los españoles (que nos trajeron la tecnología para sincronizar semáforos), o los colombianos (que nos trajeron la idea de que las calles peatonales y las bicicletas son menos ruidosas que las tecnologías de los grandes productores de vehículos consumidores de gasolina y diesel), o los gringos, o los franceses, o quiénes?
¿Qué esperamos los tapatíos? ¿Qué esperan las autoridades para lanzar una campaña en la que los habitantes de la ciudad y sus “representantes” en alguna rara ocasión se pongan de acuerdo y hagan algo para tener mejores espacios para el tránsito peatonal?

¿Será que todo mundo está motorizado y dejan las banquetas a los más pobres de todos, los que usan silla de ruedas, los que no han visto jamás aceras decentes en su vida y se imaginan que así ha de ser en todo el mundo? ¿Seguiremos con el tan terrible hábito de querer estacionar nuestros vehículos lo más cerca posible de nuestro destino tan sólo para no tener que sufrir el caminar unas decenas de metros por esas superficies minadas y desgastadas? ¿O será que preferimos gastar nuestro dinero en problemas como el del túnel de la Avenida de Las Rosas, por donde han de pasar los vehículos de motor en vez de gastar el dinero en donde hemos de pasar quienes vamos al ritmo del andar humano?

martes, 20 de mayo de 2008

Lo único bueno



Mi suegro devela a mi hijo la verdad y le informa que él es “lo único bueno que ha tenido tu padre”. El nieto interpelado todavía no se da cuenta cabal del significado de lo que otros dicen, pero es probable que comience a darse cuenta de que la inmediata atención de los adultos a su alrededor es una medida de su propia calidad. Yo mismo había ignorado durante décadas el significado de palabras como “lo bueno”, “lo bello”, “lo verdadero” y otra serie de expresiones tan caras a los filósofos que tanto se esfuerzan en llenarlas de significados. Sin embargo, los lectores aficionados no solemos llegar a comprender tanto como los profesionales de la conceptualización quisieran hacernos advertir.
Ante mis amigos filósofos profesionales, sin embargo, sigue viva la discusión acerca de cómo definir lo bello y si la belleza se encuentra en lo ojos del observador o se trata de una cualidad de lo observado. Ignorante de los vericuetos argumentales de ésa y otras disciplinas encargadas de tales discusiones, declaro que de hecho el asunto está ya zanjado pues mi hijo demuestra que se puede ser “objetivamente bello”, independientemente de que yo sea padre del ser que se convierte en la medida universal de la belleza. Por extensión me ha dado en pensar no sólo en que las pobres niñas se enamorarán de mi cachorrito en cuanto empiecen a frecuentarlo en el jardín de niños, pues, según mi “objetivo” razonamiento, es claro que también se puede ser “objetivamente bueno” (como se insinúa en la declaración de mi suegro) y “objetivamente cautivador”.
Mientras los filósofos siguen discutiendo asuntos que el nacimiento de mi hijo ha dejado ya resueltos, son ahora las cuestiones de la vida práctica y cotidiana las que faltan por resolver. Algo que va más allá de la idea de que entre mi esposa y yo acabaremos de pagar la deuda que contrajimos para comprar una casa en la que cupiera nuestro cachorro cuando éste ya casi termine la licenciatura (suponiendo que decida seguir el camino de los títulos universitarios y no repita demasiados grados, en cuyo caso podríamos terminar antes que él). Esas ideas “trascendentes” incluyen la preocupación por el menú matinal, por ver los adelantos cotidianos en estatura y peso pero que no salgan todavía los dientes, la inquietud por la manera en que sus habilidades crecientes se convierten en peligros para él mismo: ¿se caerá cuando comience a girar, gatear, caminar, correr?, ¿se enfermará cuando comience a comer el polvo y la tierra que encuentre y recolecte en su camino?, ¿se golpeará?, ¿sufrirá? Por supuesto que la respuesta a todas esas angustias es siempre afirmativa, pero los padres y madres al menos en teoría intentamos que el grado de las caídas, enfermedades, golpes, sufrimientos, además de los raspones, fracasos, resbalones, no sea impedimento para llegar al próximo descalabro, con todos los pequeños éxitos que habrán de antecederle.
Y además están las otras preguntas que a los padres nos vinculan con los filósofos de otros lugares y momentos: ¿podré vivir hasta que llegue a la escuela primaria?, ¿podré conocer a mis propios nietos?, ¿será mi hijo tan lento como yo fui como para espetarme la injusticia que yo cometí con mis padres al no tener hijos cuando todavía estaban en su juventud?, ¿o será acaso tan egoísta que comience a producir descendencia antes de poderla alimentar, vestir, apreciar y angustiarse terriblemente por ella de modo que sean los abuelos los encargados de acabarse las uñas y el sudor del semblante?, ¿tendré la salud, la energía, el tiempo, las ideas y los ingresos como para hacer de este ser, el más hermoso y bueno del universo, una persona de bien?, ¿se convertirá en un premio Nóbel de alguna disciplina todavía por inventarse?
He ahí el problema de al fin tener algo bueno: hay que pensarle mucho para encontrar las maneras de que ese ser también desee seguir en posesión nuestra sin renunciar a sus aspiraciones y derechos a la autonomía y para perfeccionar lo que ya con sólo verlo sabemos totalmente perfecto e irrepetible. A un grado que nos hace afirmar, con toda la razón y a la vez con todo el olvido de que también en otras latitudes y en otros afectos se genera ese mismo razonamiento, el gusto que nos da el habernos encontrado con el ser humano más perfecto que se haya concebido jamás.
Ha de ser por eso que, como dice mi amigo Alfonso, los padres insistimos en creer que los hijos son muy avispados sólo porque tiemblan cuando tienen frío, sudan cuando tienen calor, lloran cuando tienen hambre, duermen cuando tienen sueño. Qué inteligentes son que logran utilizar los mejores mecanismos, probados ya por millones de humanos, para comunicarse con las generaciones previas para entrenarnos en su supervivencia.

martes, 13 de mayo de 2008

¿Falta de inteligencia o flojera extrema?



¿Será por falta de inteligencia o por flojera extrema?


Aunque al titular de la secretaría de vialidad y transporte le parezcan broma las solicitudes de los ciudadanos, he constatado una y otra vez que a quienes han participado en choques entre vehículos en la tercera sección de Paseos del Sol simplemente no les hace mucha gracia la falta de señalamientos.


Tras un año entero de ignorar mis reiteradas solicitudes por escrito de abalizar URGENTEMENTE esa zona, Verdín ha demostrado que no tiene el menor interés en que en las calles exista la información pertinente a quienes circulamos por ahí. Su nula respuesta a las solicitudes 272445 del 4 de mayo de 2007 y a la 272445-1 del 4 de enero de 2008 refleja que simplemente le da flojera. Así como solicitó que el tramo de la ruta propuesta para la nueva ciclovía de 8 de julio no tuviera subidas, en su trabajo diario no quiere esforzarse más allá de lo estrictamente necesario.

Su nula respuesta a las mencionadas solicitudes tiene un parangón en el diseño de lo que sí hace, pues le genera extrema flojera asegurar que alguien supervise que las cosas sea hagan bien en el recién creado carril de vuelta a la izquierda en Jesús Sánchez Carrillo y Mariano Otero (en la SEGUNDA sección de Paseos del Sol). Con esa misma lógica del menor esfuerzo, la SVT no sólo permite, junto a las autoridades del ayuntamiento de Zapopan, que Farmacias Guadalajara se robe la banqueta sin multar a los vehículos que estacionan en ella, sino que los subordinados de Verdín hacen que el paso peatonal desemboque en un cítrico, en vez de hacerlo en alguna de las rampas a derecha o izquierda.


En las fotos anexas se muestran las banquetas robadas por Farmacias Guadalajara en esa esquina y, enfrente, la zona peatonal que desemboca en una clara demostración de que a la SVT le importan un pepino los peatones que circulan por ahí. No es de extrañar que con esa lógica los accidentes entre vehículos de motor y en los que se vean involucrados los peatones comiencen a menudear en la calle Jesús Sánchez Carrillo en ése y en sus demás cruceros con rumbo a las Avenidas Felipe Zetter y Nicolás Copérnico.


(Carta y fotos publicadas en el periódico Público-Milenio el 12 de mayo de 2008)

miércoles, 23 de abril de 2008

DESGOBIERNO Y CORRUPCIÓN DE EMILIO GONZÁLEZ MÁRQUEZ

Los jaliscienses no merecemos un gobierno que sustrae dinero de las arcas públicas para regalarlo a sus aliados y cómplices.

I.- DENUNCIAMOS
El Movimiento Ciudadano en Defensa del Dinero Público y el Estado Laico denuncia:
Que Emilio González Márquez se ha dedicado, más que a gobernar, a hacer una labor de desgobierno en el estado.
E G M, en un año y dos meses que ha llevado el título de gobernador se ha desenvuelto con un perfil profundamente antidemocrático y de corrupción.
Es larga la lista de agravios a los jaliscienses y fuertes los atracos que ha hecho al presupuesto público para regalarlo a sus aliados y cómplices, todo ello para favorecer sus intereses y proyectos individuales.

II.- LOS AGRAVIOS
El desglose de los dineros que González Márquez HA SUSTRAIDO DE LAS ARCAS PÚBLICAS para obsequiarlo a sus aliados y cómplices es el siguiente:

Iglesia
90 MDP, 30 de ellos ya entregados para la construcción del Santuario de los Mártires
30 MDP, Ruta del Peregrino, (ofrecidos 60 MDP entre 2009 y 2010)
1 MDP para templo en Yahualica
15 MDP Banco Diocesano de Alimentos (Cáritas)
800 mil pesos figuras navideñas donadas al Vaticano
Sub total 136.8 MDP

Televisoras
45 MDP Teletón 2007 y 2008
55 MDP Espacio 2007 Televisa
12 MDP telenovela “las tontas no van al cielo”
3.5 MDP Juguetón, TV Azteca
102 mil pesos telenovela “tengo todo excepto a ti”, TV Azteca
4.1 MDP concurso Trece Maravillas de México, TV Azteca
Sub total 109.7 MDP

Empresarios
50 MDP Expo Guadalajara (Propiedad Fam. López Rocha, Secretario de Turismo Tomás López Rocha)
35 MDP Flextronic
Sub total 85 MDP
TOTAL 331.5 mdp sustraídos del presupuesto público para regalarlos a sus aliados.
Agregar 2 MDD Ofrecidos a MTV para hacer un evento en Jalisco.
Agregar 100 MDP ofrecidos al empresario Saba que se ha negado a cumplir las obligaciones laborales con sus trabajadores de industria Celanese.

Sumar 221.4 MDP para gastos de promoción personal en 2008.





ACTOS DE DESGOBIERNO

- Protección al pederasta Tomás Coronado, Procurador de Justicia del estado de Jalisco
- Río Santiago contaminado, No aplicación de Ley ambiental, (El Salto, Juanacatlán, San Pedro Ixtican) cientos de personas afectadas por enfermedades graves, muerte del niño Miguel Ángel, pretensión de inculpar a los padres.

- Exigimos la cantidad de 90 MDP para la limpieza del Río Santiago, una parte de éstos para la construcción de un monumento a los mártires de la contaminación
- Presa Arcediano, presa de la muerte porque se surtiría con el agua envenenada del Río Santiago, terquedad en su construcción a pesar de los fallos favorables a los recursos de amparo interpuestos por Lupita Lara única vecina de la Barranca de Huentitán que ha insistido en su defensa.
- Exigimos 90 MDP para que la presa sea construida en otro lugar bajo el cumplimiento de las leyes ambientales y para reponer y restaurar el patrimonio destruido en Huentitán El Bajo
- Isla Mezcala, asedio a ejidatarios y comuneros para despojarlos de la tierra y hacer un centro turístico con el que se daría entrada a trasnacionales.
- Exigimos 90 MDP para la realización de proyectos que serían administrados por ejidatarios y comuneros de Mezcala
- Comunidad Wixárica, invasión a sus áreas sagradas y zonas ambientales
- Exigimos 90 MDP para destinarlos a proyectos sociales y de desarrollo para la zona Wixárica
- Inundación Col. El Briseño 2007, fallecidos ahogados, González Márquez sustrajo dinero del Fondo para Desastres y lo entregó a Televisa
- Exigimos 90 MDP para proyectos sociales y de obra pública para la habilitación de la Col. El Briseño
- Aprobación en fecha reciente de la Ley de Inversión y Proyectos de Prestación de Servicios, dirigida a privatizar la educación pública
- Exigimos 90 MDP para fortalecer el presupuesto de Educación Pública en la entidad
- Omisión en el caso de los trabajadores de industrias Ocotlán, Celanese.
- Exigimos 90 MDP para los trabajadores de Celanese, no para el patrón
- Caso profesores Colegio de Bachilleres, suspensión derechos laborales, represión policíaca y fabricación de delitos para amedrentarlos
- Exigimos 90 MDP para reponer los derechos laborales de los profesores COBAEJ

Asimismo, exigimos para cada uno de los casos que siguen, la cantidad de 90 MDP para la reposición de derechos, instalación de servicios y recuperación de bienes que fueron despojados
- El Nixticuil, despojo de tierras
- Santa Lucía, despojo de tierras
- Fraccionamientos en Tlajomulco en zonas que no garantizan los servicios básicos, depredación de tierra cultivable, encubre a los hermanos Bribiesca, hijos de Martha Sahagún de Fox que son dueños de las constructoras.
- Cierre del Parque Liberación, vecinos protestan, no son atendidos

- Gasolinera en col. Ferrocarril, vecinos protestan , no son atendidos
- Vecinos del Parque Morelos hostigados para que vendan sus casas (cómplice de Alfonso Petersen), ellos no quieren renunciar a su vecindario
- Desalojo de artesanos del Centro Histórico, quedan sin fuente de ingresos
- Desalojo violento de carpinteros mixtecos del panteón de zona San Andrés
- Aumento a la tarifa del transporte público, en contra de la economía familiar


- Asedio al Tianguis Cultural
- Caso pendiente del 28 de mayo de 2004
- Desalojo violento de Plaza de Armas alumnos de la Normal de Atequiza, 2007
- Tomatlán, despojo de tierras ejidales
- Cihuatlan, El Rebalse, despojo de tierras ejidales
- Cuatitlán, despojo de tierras ejidales
- Manantlán, despojo de tierras ejidales
- Tolera la explotación de grupos de indígenas migrantes en la cosecha de tomate en Sayula
- Tequila, autorización para que la bebida sea producida en EE UU sin regulación alguna
- Reducción a presupuesto de salud, educación, cultura
- Se hace cómplice de expresiones irracionales de Juan Sandoval: “si las mujeres son agredidas que se aguanten”
- Clases de Biblia con pago del presupuesto público e impartidas en espacios oficiales
- Persecución a trabajadoras sexuales
- Menosprecio a enfermos de SIDA, eliminación de presupuesto para su atención
- Interrupción de campaña de prevención de SIDA
- Hostigamiento a sindicatos independientes
- Desalojo violento y robo de pertenencias a manifestantes de organizaciones sociales el 8 diciembre 2007
- Desalojo violento de ciudadanos en el Congreso del estado, incluido un consejero ciudadano de C E D H
- Omisión de atención al caso de robo de tierras y agua en Los Colomos
- Imposición del Viaducto López Mateos, contra las necesidades y derechos de los peatones
- En Autlán el Ayto. organiza concursos de canto, de esta actividad organizada por una institución pública se obtienen fondos para construir el templo de Nuestra Señora del Refugio en la localidad llamada Las Paredes
- El Ayto. de San Juan de los Lagos pretende vender a particulares el helipuerto, privatizarlo por 15 MDP

DENUNCIAMOS
Que durante la campaña electoral de 2006 Emilio González Márquez negoció con la jerarquía católica el apoyo de miles de religiosos y ofreció en el consulado norteamericano servir a los intereses del gobierno de Estados Unidos. Por tanto, los donativos que el gobernador ha estado entregando a la iglesia católica son la respuesta (ilegal) al compromiso pactado a favor de sus intereses personales.


Actitud cómplice de los diputados en el Congreso del estado
Rechazamos la complicidad con la que han actuado los diputados (con excepciones) del Congreso del Estado porque ellos han tenido la oportunidad de restringir al gobernador el uso discrecional de los dineros públicos, sin embargo no han cumplido con su obligación de actuar como contrapeso a las acciones del ejecutivo, más bien se han dedicado a solapar los errores del gobernador y a tolerar la corrupción que prevalece en el ejecutivo del estado.

III.- DECLARAMOS
Que este movimiento ciudadano no está en contra de la religión católica, no está en contra de quienes profesan esta u otra religión, no estamos en contra de que se construya el Santuario de los Mártires. Lo que rechazamos es que se desvíen los recursos públicos para beneficiar las aspiraciones políticas muy personales de Emilio González Márquez





IV.- CONVOCAMOS
El Movimiento Ciudadano en Defensa del Dinero Público y el Estado Laico hace un llamado a la población para organizarnos y defender el presupuesto público que es patrimonio de todos los jaliscienses.

Demandamos que el gobernador del estado ya no otorgue los 60 millones que prometió para la construcción del Santuario de los Mártires y que obligue al cardenal Juan Sandoval a regresar los 30 millones que ya recibió. Igualmente demandamos que el gobernador respete la constitución de la república y la del estado de Jalisco y preserve la laicidad del estado.
Convocamos a todas las organizaciones civiles, de trabajadores, de jóvenes, de estudiantes y al pueblo en general a manifestarnos en contra del gobierno corrupto de Emilio González Márquez.


V.- EXIGIMOS JUICIO POLÍTICO A EMILIO GONZÁLEZ MÁRQUEZ

Para que todos estos errores y omisiones criminales del ejecutivo del estado no sigan quedando en la impunidad:

Demandamos que Emilio González Márquez renuncie al gobierno de Jalisco, en un año ha demostrado que no sabe gobernar para todos los ciudadanos; carece de las facultades, tanto él como su gabinete para enfrentar y resolver los graves problemas de pobreza, desempleo y subdesarrollo que padecen los jaliscienses.



Reiteramos: para cada uno de los sectores agraviados exigimos 90 MDP o los que se necesiten para reponer derechos, instalar servicios públicos y recuperar los bienes despojados.


MOVIMIENTO CIUDADANO EN DEFENSA DEL DINERO PÚBLICO Y EL ESTADO LAICO


Colectivo Reyes Crespo/ Centro de Derechos Humanos Coordinadora "28 de Mayo"/ Asamblea de Redes y Movimientos Sociales / Mujeres por la Democracia / Sociedad de Alumnos de la Escuela Normal Rural de Atequiza / Congreso Ciudadano de Jalisco / Movimiento de Bases Magisteriales/ Sindicato Académico del Colegio de Bachilleres / Intersindical / Red de salud/ Alternativa Social Demócrata / Comité Amigos de la barranca/ Patlatonalli A.C. / Centro de la Diversidad y los Derechos Sexuales A.C. / Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos, DDESER Jalisco/ Red Jalisciense de Derechos Humanos A.C/ MAPDER/ Frente contra la Homofobia / CLADEM / Colectivo Ecologista / Comité Ciudadano de Defensa Ambiental del Salto/ Red Insurgente / Militantes de partidos políticos/ Habitantes de Hostotipaquillo / CEMUP / Asociación de abogados democráticos / Movimiento patriótico / IMDEC / Red de mujeres insurgentes / INCIZA A.C. / Movimiento por la democracia / Estudiantes Universitarios / Fundación Cuenca Lerma-Chapala-Santiago / Fundación Adiuvo A.C.