DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES
Licenciatura en Filosofía y Ciencias Sociales
Investigación Social II – Metodología de la Investigación II
Luis Rodolfo Morán Quiroz
Algunos recursos para el análisis cuantitativo de sus hallazgos:
La pregunta básica es “cuántos” dijeron que sí, o que no, o declararon determinada edad, preferencia o comportamiento.
Como lo prometido es deuda, busqué al experto en análisis cuantitativo al que más confianza le tengo (Ingeniero José Luis de la Torre). Me expuso algunas ideas que podrán servirles en general para el análisis de sus hallazgos y algunas lecturas que probablemente les sirvan más a uno que a otros para dar fundamento cuántico a sus discusiones cuálicas. Es decir, de qué manera argumentar con números. Las más importantes son las siguientes:
Entrar a la página de la academia de análisis de datos cuantitativos del departamento de sociología, desde el sitio de la Universidad de Guadalajara (http://www.cucsh.udg.mx/). Como es una universidad pública no se exige mayor requisito que seguir el camino cibernético;
Una vez adentro (más directamente: http://www.cucsh.udg.mx/mxdivdep/phpdeps/AnalisisCuantita/Index.htm) pulsar DOS VECES en cada uno “material bibliográfico” y “departamento de sociología”.
El texto básico es el de MEDIR EN LAS CIENCIAS SOCIALES, de Pedro Gonzáles Blasco: (http://www.cucsh.udg.mx/mxdivdep/phpdeps/AnalisisCuantita/materialbibliografico/sociologia/Lecturas/medir.htm ) ;
Según la propuesta de José Luis de la Torre, podremos partir de ahí para nuestra DISCUSIÓN, pero para que ustedes tengan la oportunidad de practicar un poco, lo primero que él sugiere es que se planteen de qué tipo de escala están construyendo sus datos y cómo definen sus variables (por ejemplo: ¿qué es globalización? ¿Cómo saber si la encontraste? ¿Cómo saber si hay GRADOS de globalización? y qué tipo de datos se derivan de las respuestas a mis preguntas: ¿Ordinales? ¿Nominales?).
Para ello están los ejercicios a los que pueden acceder desde el mismo vínculo y que contienen información, actividades y algunos problemas ya resueltos: http://www.cucsh.udg.mx/mxdivdep/phpdeps/AnalisisCuantita/Index.htm y praacticas (sic) de laboratorio I – pulsar DOS VECES;
De la Torre revisó conmigo algunos ejemplos de cuestionarios planteados por los estudiantes de filosofía del ITESO y plantea el reto de identificar de qué escala se trata en cada pregunta:
Por ejemplo.-
1.- Lugar de origen Nominal
2.- Edad. Datos métricos – (¿quizá sólo ordinal?)
3.- Sexo. …
4.- Estado civil …
5.- ¿Cuántos son en tu familia?
6.- Escolaridad.
7.- Tiempo de vivir en Guadalajara
8.- ¿Por qué saliste de tu comunidad?
9.- ¿Trabajabas en tu comunidad? ¿En qué?
10.- ¿En que trabajas?
11.- ¿Tu nivel económico, desde que llegaste a GDL, ha mejorado? ¿Por qué?
12.- ¿Sueles ir a tu comunidad? ¿Cada cuanto?
13.- ¿Sabes hablar tu lengua natal? ¿La sigues hablando?
14.- ¿Sigues practicando tus costumbres culturales?
15.- ¿Piensas vivir en GDL permanentemente? ¿Por qué?
(Este cuestionario está en: http://migraraguadalajara.blogspot.com/)
Mi propuesta es que lean el texto que menciono al principio de este mensaje (de todos modos lo incluyo como anexo de este documento), para discutir algunas de sus implicaciones durante la sesión del 8 de marzo;
Tengo la sospecha de que como filósofos no les interesa mucho el mundo de los números, pero me parece que podríamos aprovechar estas herramientas y tener al menos una “entrada” al análisis cuantitativo, así como Juan Carlos González nos permitió atisbar en el análisis de corte cualitativo hace unos días.
Si alguno de ustedes ya aplicó su cuestionario (a muchos o a pocos) en la prueba piloto, nos serviría el que trajeran algunas copias y lo discutamos en detalle, para incluir algunos “consejos” para el diseño de tablas y para el análisis de datos agregados (cuantitativos, pues).
ANEXO (sin fines de lucro)...
Texto “medir en las ciencias sociales” de GONZÁLEZ BLASCO.
MEDIR EN LAS CIENCIAS SOCIALES.
Pedro Gonzáles Blasco
1.- Medir: su significado y su problema.
Medir, en su concepción más general, es comparar una magnitud con otra de su misma especie, considerada como unidad, o con otra magnitud adecuada al caso, para conocer su extensión o cantidad. Este enfoque común de lo que significa medir no recoge suficientemente bien algunos aspectos de las mediciones que se realizan en sociología, ya que en ésta es necesario abordar el problema de medir, por ejemplo, actitudes sociales cuyas
Por ello, desde una óptica que abarque también la acción de medir en las ciencias sociales, parece preferible considerar la medición como el establecimiento de correspondencia entre dos conjuntos. Así podemos considerar el medio como el asignar símbolos a los elementos de un conjunto de magnitudes propiedades, objetos o acontecimientos. Generalmente cuando en Sociología se habla de
Sistema de -propiedades
Símbolos ® -atributos
-magnitudes o acontecimientos.
(Números reales)
Cada operación de asignar números a las propiedades no se hace de forma arbitraria, sino siguiendo las normas que marcan la composición de cada conjunto y en especial las propiedades del conjunto de los números reales, que es un conjunto ordenado. Los problemas surgen cuando se quiere concretar en qué consiste y cómo se puede realizar esa correspondencia entre un sistema conceptual, y un sistema cifrado, entre unas propiedades y unos números.
Para poder establecer esa correspondencia y por lo tanto poder realizar
Como indica A. Cicourel (1982: 36):
Observamos que los sistemas matemáticos son per se sistemas axiomáticos (abstractos, formalizados) cifrados que comprenden símbolos y signos cifrados y enunciados tautológicos, mientras que algunos sistemas teóricos comprenden sistemas axiomáticos empíricos o teorías explicitas. Cuando los axiomas de un sistema matemático tienen la misma estructura que las leyes de una teoría explícita: 1) pudiendo convertirse los axiomas del sistema matemático en leyes de la teoría explícita; 2) habiendo una correspondencia exacta entre los términos de los dos sistemas y sus enunciados, y 3) manteniéndose las conexiones lógicas entre los axiomas y las leyes, respectivamente, ambos sistemas son isomorfos. La cuestión pertinente es cómo suponen tales isomorfismos los sociólogos que construyen o emplean
Esta dificultad básica para realizar medidas en las Ciencias Sociales lleva a una consecuencia importante y a una toma de posturas respecto a la posibilidad o formas de realizar las mediciones. La consecuencia es que debe admitirse siempre un nivel de ambigüedad en toda medida que realicemos en las Ciencias Sociales (Galtung, 1973: 568) (Blalock, 1984: 61).
Y ante esa consecuencia surgen distintas posturas entre los investigadores de las Ciencias Sociales, que por brevedad sintetizaremos en las siguientes:
a) Aquellos que rechazan, casi totalmente, la posibilidad de cuantificar numéricamente las propiedades de los objetos o fenómenos sociales estudiados y por tanto consideran metodológicamente no válidas las medidas que se realicen por cualquier procedimiento matemático-estadístico. Desde esta perspectiva algunos buscarán nuevos caminos, planteándose la necesidad de revisar la base de esa correspondencia. Así, por ejemplo, A. Cicourel señalará que desde una perspectiva etnometodológica (Cicourel, 1982: 41):
En el estado presente de nuestros conocimientos no puede lograrse en sociología una medida rigurosa (en el sentido literal que predomina con el empleo de sistemas teóricos explícitos) para las propiedades del proceso social. Medir con exactitud el proceso social exige primeramente que se estudie el problema del sentido en la vida cotidiana... La medición precisa de los actos sociales (es decir, que las estructuras conceptuales arrojen propiedades numéricas que se correspondan con las medidas existentes o que puedan crearse) exige el empleo de sentidos lingüísticos que no pueden darse por supuestos, sino que deben considerarse como objetos de estudio. Con otras palabras, medir supone una red limitada de sentidos compartidos, es decir, una Teoría de la cultura.
b) Aquellos que no se plantean los problemas que encierra esa medición o los dejan para los interesados en ellos, y que operan en unos esquemas empíricos, procurando, en la medida que pueden, hacer corresponder las estructuras conceptuales que usan con cuantificaciones cifradas, numéricas.
c) Los que comprendiendo la relatividad del valor de las medidas en las Ciencias Sociales usan la cuantificación en unos desarrollos empíricos de la sociología, sin excluir los problemas de medición, pero sin exigir la realización de una Teoría de la Cultura como requisito previo para medir, de forma asequible, fenómenos sociales concretos, aunque no renuncian a ir también aclarando los problemas
Expuesto lo anterior, hemos de recordar que aquí vamos a considerar medición en el sentido de correspondencia que se atribuye entre números y propiedades de los objetos o hechos sociales considerados en el quehacer sociológico. Moviéndonos en una perspectiva de sociología empírica en la que este tipo de
Desde la perspectiva señalada, la operación de medir en la sociología, y en general en las Ciencias Sociales, es, en parte, similar a la que se realiza en las Ciencias Naturales, pues el contenido básico de la operación de medir es semejante en ambos casos; sin embargos, esta operación encuentra más dificultades en el caso de las Ciencias Humanas, pues los instrumentos de medida encierran mayor grado de imprecisión, pues si en Ciencias Sociales replicamos un proceso de medición y los resultados difieren, no resulta fácil distinguir si esto se debe al instrumento o la proceso de aplicación de l mismo o bien si ello se debe a cambios reales en el objeto medido. Por otra parte, las unidades de medida suelen ser, en el caso de las Ciencias Sociales, sujetos o colectivos
Consecuencia de esto es también el que en el caso de las Ciencias Sociales hay una cierta imprecisión entre las leyes que nos permitirían
En este punto, y sin entrar en problemas epistemológicos, parece conveniente indicar que si bien la Sociología no puede prescindir de su vocación
Como se indica en el prólogo de un reciente e interesante estudio metodológico, nosotros también
Hechas las anteriores precisiones sobre el
En este capitulo nos proponemos, a un nivel primario y sencillo, de acuerdo con el objetivo de este libro, exponer unos conocimientos básicos sobre algunas medidas en sociología para uso de estudiantes que se inicien en esta ciencia.
Vamos a partir de un esquema común de investigación social destacando sus partes esenciales y así expondremos los problemas sobre conceptos, dimensiones, datos, indicadores e índices, así como los niveles –nominal, escalar, interval- de medidas.
2.- La forma de medir en una investigación empírica.
Cualquier estudio de sociología suele comenzar por unos hechos sociales sobre los que recae nuestra atención y que queremos analizar, conocer mejor. Nuestras observaciones, al principio, se presentan vagamente identificadas en una serie de conceptos que entonces utilizamos en un sentido genérico más o menos vulgar. Esas observaciones las hacemos sobre unidades concretas, individuales o colectivas, que presentan ciertas propiedades, atributos o formas de comportamiento que por ser externas son por tanto observables. El problema surge al pretender captar más afinadamente esa realidad observada, al tratar de
¿Cómo podemos
Dimensiones
Noción ® F1: felicidad profesional
® F3: felicidad cultural
® F4: felicidad religiosa
Al descomponer la noción en sus dimensiones se van concretando conceptos. Al realizar esta operación se va ganando en precisión, pero se pierde en riqueza, ya que en general, y por muchas dimensiones que se consideren, no se toman nunca todos los aspectos que entraña una noción compleja. A estas dimensiones se les conoce, a veces, por el nombre de factores. En general, los conceptos que se usan en sociología reflejan unos fenómenos complejos y difícilmente acotables, aunque intuitivamente se capten en una extensión que parece suficiente y en una profundidad vagamente delimitada. En principio lo que tenemos es una noción aproximada del fenómeno social que nos interesa, y no tanto un concepto bien delimitado del mismo, ya que el fenómeno no es directamente captable en su totalidad por nuestras observaciones, aun en el supuesto de que no nos queremos mover en la búsqueda de la
El proceso para esta contrastación fenómeno-concepto lo podemos esquematizar así:
FENÓMENO ® REGULARIDADES
¯
CONCEPTO ¬ ESQUEMA TENTATIVO
BOCETO
Consideramos un fenómeno que nos interesa (por ejemplo, algunos grupos de trabajadores manuales industriales producen más piezas que otros grupos en el mismo contexto y tiempo de trabajo), a continuación observamos una serie de
Lo anterior nos indica también que los conceptos y hechos se ajustan a través de las dimensiones de esos conceptos y los indicadores de las mismas. El esquema ahora será el siguiente:
CONCEPTO ® DIMENSIONES
¯
FENOMENO ¬ INDICADORES
Descompuesto el concepto en una serie de dimensiones, deben buscarse unos indicadores o medidas de las dimensiones, de los que nos ocuparemos más adelante, y una vez escogidos los indicadores hemos de volver a considerar el fenómeno para tratar de constatar si las medidas que obtenemos con los indicadores reflejan bien los hechos observados, y en su caso, si es necesario ajustar el concepto que plasmaba los hechos.
De forma que, resumiendo, no hemos de confundir hechos o fenómenos sociales con los conceptos que usamos, y al plantear los conceptos hemos de tener en cuenta que, normalmente, hay que reajustar esos conceptos contrastándolos con los hechos observados. Los conceptos, a su vez, por medio del proceso de reajuste, orientan la observación de los fenómenos considerados.
2.1.- Dimensiones.
Las dimensiones de un concepto son los distintos aspectos en que puede ser considerado un concepto, representando así los
Evidentemente hay una pérdida de aspectos del concepto en este proceso, al no poder nunca considerar todos los aspectos de un concepto y al medir las dimensiones que consideramos. Hay que operar de manera que las medidas (indicadores) de las dimensiones reflejen los más ajustadamente posible el concepto del que partimos, lo que no siempre se consigue suficientemente, sobre todo cuando introducimos en los estudios sociológicos conceptos sobre los que no hay experiencia de haber sido operativizados anteriormente. La táctica es ir concretando el concepto a través de aproximaciones.
Hasta aquí hemos considerado las dimensiones como partes o aspectos de un concepto, pero no hay que olvidar también que, como señala A. Barton:
Llamaremos variables a las representaciones simbólicas de las dimensiones de los conceptos, o de los atributos de las unidades, e incluso se aplica también ese nombre de
Las propiedades más sencillas que encontramos en las unidades consideradas son los aspectos dicotómicos. Así, el sexo masculino o femenino de los individuos observados nos permite hacer una clasificación de los individuos según sexo (dimensión) en dos categorías nominales (masculino, femenino). Una propiedad como la edad nos permitirá clasificar ordenadamente a los individuos (unidades) en distintas categorías, ordinales o de intervalo de edades. Una dimensión como el nivel económico nos permitirá clasificar las unidades observadas en categorías de intervalo de ingresos. El número de categorías que consideremos puede variar en la mayoría de los casos, ya que se puede reducir o ampliar el número de categorías.
Así, en una variable con valores continuos podemos siempre reducir las categorías a dos tomando los valores
2.2.- Indicadores.
Al abordar la naturaleza y construcción de indicadores estamos ya entrando en medidas concretas, en cuantificaciones de dimensiones de conceptos, y en la construcción de métricas más precisas.
Aunque el contenido de lo que es un indicador es algo relativamente sencillo, -----, el lograr una definición de indicador en sociología no resulta ser simple. De hecho, se han dado muchas definiciones de la expresión
Un indicador social es la medida estadística de un concepto o de una dimensión, de un concepto o de una parte de aquélla, basado en un análisis teórico previo e integrado en un sistema coherente de medidas semejantes, que sirva para describir el estado de la sociedad y la eficacia de las políticas sociales.
Esta misma definición puede ser incluso discutible por las funciones de los indicadores que al final señala. En conjunto, las diferentes definiciones han resaltado los indicadores como
Amando de Miguel, en su estudio de indicadores, llega a la conclusión de que cuando hablamos de indicadores sociales
Nos inclinamos, por nuestra parte, a considerar los índices como unos instrumentos de medida que concretan las observaciones y hacen medible cuantitativamente las dimensiones del concepto considerado.
Los indicadores deben, pues, contener dos características esenciales: a) estar relacionados con el concepto o dimensión de que tratan de ser indicación; y b) ser expresión numérica, cuantitativa, de dimensión que reflejan.
Al concretar una dimensión en uno o varios indicadores se pierde efectivamente parte de su riqueza conceptual, pero se gana en concreción y, sobre todo, se hace posible su manipulación numérica y se facilita su relación con otras dimensiones del mismo o de otros conceptos. Hay que resaltar también que los indicadores proceden de la observación, de la experiencia, que no son simples abstracciones matemáticas. Los indicadores, por otra parte, se relacionan con la dimensión que
Se consideran en general dos tipos básicos de indicadores: los descriptivos y los analíticos. Por indicador descriptivo se entiende aquel que trata de explicar o poner de manifiesto la posible regularidad existente en un conjunto de datos. Por indicador analítico se entiende aquel que trata de explicar, mas allá de las regularidades, el valor de los datos en le análisis que se realiza. Dado que los datos se pueden recoger utilizando fuentes primarias o secundarias, se puede establecer una tipología más compleja de indicadores combinando el tipo de datos, con el tipo inicial de indicadores, como puso ya de manifiesto Amando de Miguel, del que reseñamos esa tipología (De Miguel, A. 1967: 18).
TIPO DE DATOS EN LOS QUE SE VA A
UTILIZAR
TIPO DE INDICADOR Datos secundarios Análisis secundario Datos primarios
De datos primarios
Descriptivo.............................. A C E
Analítico.................................. B D F
“El tipo A comprende generalmente la presentación de variables estadísticas (censales, fundamentalmente demográficas o económicas) que van a ser utilizadas como
El tipo B supone una manipulación más fina de esas variables estadísticas. El ejemplo clásico más característico sería el estudio sobre el suicidio de Durkheim.
El tipo C consistiría en el reanálisis de los
El tipo D supone el anterior, pero con mayor profundidad en el análisis.
El tipo E consiste en el análisis de marginales> típico de las encuestas exploratorias.
El tipo F es el de mayor profundidad analítica el más flexible y también el más difícil de manipular. Es, en esencia, el contenido de la mayor parte de las investigaciones sociológicas de primera magnitud.
Los tipos A, B y C integrarían lo que en el lenguaje profesional de los sociólogos se denominan datos o indicadores
La construcción de un indicador concreto nos permite determinar los aspectos de la unidad que hemos de observar, y los datos que hemos de recoger, aunque es cierto también que muchas veces construimos los indicadores que nos permiten
Los indicadores nos sirven para determinar en la práctica qué unidades concretas de observación hay que tener en cuenta para que podamos afirmar que el concepto al cual representan presenta ciertas variaciones significativas.
Atendiendo a esta capacidad de los índices para reflejar variaciones en los conceptos o dimensiones que miden, se pueden considerar otros tres tipos de indicadores: normativos; objetivos y subjetivos. Los indicadores normativos son aquellos que se refieren a dimensiones o aspectos sociales sobre los cuales existe un alto grado de consenso, de forma que <> (Carmona, 1977: 35). Indicadores objetivos son aquellos que utilizan datos físicos de los individuos o colectivos, datos que se consideran objetivos, no sometidos a interpretación subjetiva, sino simplemente
En general, todos los indicadores tienen algo de subjetivos, por lo que la clasificación anterior se hace según el mayor o menor grado se subjetividad que encierran. Así, por ejemplo, si se construye un indicador por el
Lo anterior nos señala algo que tiene mucha importancia: para construir indicadores hay que tener muy en cuenta que debemos hacernos, previamente, un boceto o diseño de lo que vamos a investigar, de sus características y problemas, aunque ese diseño sea un tanto simple al comienzo. Por otra parte lo anterior nos altera sobre otro asunto de interés: los indicadores se suelen circunscribir al concepto social determinado para el que se usan. Por ello es especialmente difícil encontrar indicadores que valgan para comparaciones internacionales. Incluso el uso de indicadores
En el caso de indicadores sociales no tenemos como en los indicadores económicos un patrón monetario que nos facilite la
Mayntz, Holm y Hübner tomando como criterio la relación entre el indicador y la dimensión que trata de medir, clasifican los indicadores en definitorios, correlativos (internos o externos) y de inferencia (Maynz, 1975: 54), según que el indicador mismo defina la dimensión, sea parte de ella y, por tanto, esté correlacionado con otros aspectos del concepto del que forma parte, o que sin ser parte de la dimensión que mide se correlacione externa y empíricamente con ella, o bien que el indicador deba inferir valores de la dimensión que no se pueden observar directamente (p.e; test psicológicos utilizados como indicadores de dimensiones psicosociales).
Considerando que los indicadores pueden basarse en unidades individuales o colectivas, se pueden considerar también otros tres tipos de indicadores: globales, estructurales analíticos. Los indicadores globales son los referidos al conjunto del grupo considerado y que, por tanto, carecen de significado para las unidades individuales (p.e; el cociente de la población juvenil en paro respecto a la población activa), o el porcentaje de población activa empleada en servicios. Los indicadores estructurales indican las relaciones operativizadas (p.e; sociométricamente) entre los miembros de un grupo (p.e; frecuencia media de contactos entre los componentes de una pandilla). Finalmente, los indicadores analíticos se refieren a las combinaciones que se pueden realizar con indicadores individuales (p.e; los ingresos medios familiares que se obtienen de la razón entre la suma de ingresos de cada miembro de la familia y el número total de los mismos de la misma( (Lundberg, 1949).
Vista la naturaleza, características y tipos de indicadores, revisemos la utilidad de los indicadores. En primer lugar los indicadores nos permiten medir conceptos, cuantificar dimensiones ideativas y convertirlas así en utilizables a efectos de manipulación estadística, y, por tanto, a efectos comparativos con otras dimensiones conceptuales. A través de los indicadores se puede no sólo describir y comparar sino también
Finalmente, mediante el uso de indicadores podemos evaluar los resultados de una acción de una forma más objetiva que si careciéramos de ellos, aunque nunca se puede evaluar con objetividad plena, un hecho o acción social por muchos indicadores que usemos.
¿Cuántos indicadores deben emplearse por cada dimensión?. La respuesta a esta pregunta no es clara en sociología, pues no hay normas definidas para fijar el número de indicadores necesarios o suficientes. Debe ser la propia experiencia del sociólogo la que de en último término decida el tipo y número de los indicadores que van a utilizarse en cada estudio concreto. Existen, sin embargo, algunas líneas que pueden orientar en este asunto de la selección de indicadores. En primer lugar, aunque teóricamente pueden idearse muchos y muy diversos indicadores por cada dimensión, en la práctica bastan unos pocos, pues
El proceso investigador consiste, en buena medida, en la prueba continua de unos u otros indicadores para utilizar al final los más ordenados.
A veces se utilizan como indicadores meras estadísticas, como los porcentajes o los cocientes de dos cantidades. Así por ejemplo, estudiando la variable
Un indicador social se distingue de una estadística social ordinaria no sólo porque haya sido elegido entre otras estadísticas, sino porque se inserta en un esquema explicativo del que representa una de las variables.
Otras veces los indicadores son más complejos, por ejemplo, cuando considerando la misma variable de
En los ejemplos siguientes puede comprobarse los varios indicadores usados para distintas dimensiones (F) para cada una de las variables consideradas:
2.3.- Índices.
Un índice es una medida obtenida por la agrupación adecuada de varios indicadores. Los indicadores son ahora los que aportan los datos numéricos que una vez manipulados nos permiten calcular el índice. La manipulación a que nos referimos suele, generalmente, consistir en sencillas operaciones matemáticas. Los índices representan, pues, numéricamente una, varias o todas las dimensiones del concepto operativizado.
En: http://www.cucsh.udg.mx/mxdivdep/phpdeps/AnalisisCuantita/Index.htm --> “material bibliográfico”
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